En la ciudad-puerto de Buenaventura los diálogos entre Gobierno y el Comité del Paro llevan un mes. Aún no se ha logrado una negociación definitiva y todo parece indicar que se va a tardar un poco más, pero sí se han logrado pequeños acuerdos que dejan asomar un respiro en la actividad productiva y portuaria.
Ese respiro se nota en la movilización de una pequeña porción de la carga represada en los terminales portuarios y en la llegada de algunos alimentos básicos al municipio para abastecer las plazas de mercado y los supermercados.
En pocas palabras, Buenaventura intenta abrirse paso en medio de los bloqueos, y aunque algo se ha alcanzado, es claro que es insuficiente y que lo que se requiere con urgencia, como lo han dicho hasta el cansancio empresarios, dirigentes gremiales y la misma comunidad, es que se levanten los bloqueos y se permita la libre movilidad.
Quienes viven en la ciudad-puerto aplauden lo que se ha logrado hasta ahora, pues en los últimos días, especialmente entre jueves y viernes, se ha estado normalizando la circulación de camiones.
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En condiciones normales, por esa carretera transitan entre 3000 y 3500 camiones al día. Y el jueves se alcanzaron a mover 2810 vehículos de carga. “Por eso, que bloqueen el paso hacia el puerto es un golpe muy fuerte para los empresarios, para el empleo, para el comercio y para todos los habitantes”, expresó Mary Estrada, directora del Comité Intergremial e Interempresarial de Buenaventura, una caleña que se siente bonaverense porque más de 30 años de su vida los ha dedicado a trabajar allí.
A muchos parece que no les duele la ciudad-puerto y resulta que la importancia que tiene para Colombia es fundamental.
Buenaventura es el principal puerto de comercio exterior del país. Cuenta con 5 terminales marítimas que movilizan alrededor del 50 % de las importaciones de productos no tradicionales del país con destino al Valle, el suroccidente colombiano y el interior. Por allí se mueven las exportaciones del Valle y esta región.
Por esa razón, lo que pase en la ciudad-puerto afecta a todo el país, a todo tipo de empresas y de todos los tamaños que importan productos terminados para comercialización o materias primas para la elaboración de otros productos.
“El paro empezó el 28 de abril y por más de 20 días estuvo completamente restringido el paso vehicular, lo que creó un problema de saturación de los terminales que hizo que se tuvieran que cancelar la llegada y salida de nuevos buques por un tiempo”, dijo Edwin Maldonado, director del Comité Intergremial del Valle del Cauca.
En el momento más álgido, los cinco terminales marítimos estuvieron en su punto máximo de capacidad, con un poco más de 500.000 toneladas de carga represada. De esa cifra, 350.000 eran alimentos para animales y humanos, así como insumos básicos para la industria y el sector salud, entre otros.
Para Fedetranscarga, el Valle del Cauca dejó de ser el centro de origen de la carga. Ahora pasó al puesto quinto.
Poco a poco se abre paso
Los esfuerzos que han hecho voceros del Gobierno Nacional y de los gobiernos Departamental y local, así como de la Iglesia y los líderes del Comité del Paro para permitir el despeje del corredor vial han dado resultados favorables.
Hasta hace dos semanas se contabilizaron 84 puntos de bloqueo entre Buenaventura, el centro del Valle y el Cauca. Hoy persisten alrededor de 34. “No es una cifra que alegre a nadie, pero por lo menos el esfuerzo ha dado algún resultado positivo. Prácticamente está despejado el corredor vial entre Mediacaona y Buenaventura. Persisten algunos puntos de bloqueo en Buga y Tuluá”, añadió Maldonado.
En medio de los diálogos también se ha definido el paso temporal de vehículos y unas caravanas con acompañamiento de las Fuerza Pública.
“Todo ello con el ánimo de que se vaya tratando de recuperar la dinámica económica. Y en razón a eso han entrado camiones con alimentos a la ciudad y ha salido carga”, manifestó el personero de Buenaventura, Edwin Patiño, quien añadió que los diálogos seguirán su curso.
Vale la pena recordar que el Gobierno Nacional suspendió el acuerdo que había suscrito con el Comité del Paro, dado que se le habían entregado unas facultades a los delegados del comité para inspeccionar la carga.
Si bien en la ciudad-puerto se siguen buscando alternativas para una concertación que permita el despeje total de la vía, empresarios y analistas coinciden en afirmar que los manifestantes no pueden violar el derecho al trabajo y a la libre movilidad.
Plantean que el Gobierno Nacional debe buscar una pronta solución y evitar una mayor parálisis de la actividad de comercio exterior.
“Muchos negocios de exportación, entre ellas empresas del Valle con clientes en Estados Unidos y Europa, se han ido al traste por culpa del paro. En las plantas de esas compañías también hay represamiento de carga de comercio exterior”, indicó la economista Esperanza Ramírez.
A todo ello se suman ahora los sobrecostos en materia de logística por el tema de almacenamiento de carga en los terminales portuarios. “Es carga represada que no se ha podido mover para ningún lado, pero no tenemos recursos para pagar esas tarifas”, expresó un empresario que prefirió no dar su identidad.
Sobre la carga
Fedetranscarga, informó que la reducción de la carga que se originó en Buenaventura desde que empezó el paro, el 28 de abril, hasta el 1 de junio, fue del 94 % comparado con el mismo lapso del 2020.
Eso quiere decir que mientras los camioneros hicieron 46.222 viajes desde Buenaventura hacia el interior del país, en el periodo comprendido entre el 8 de abril y el 1 de junio del 2020, en igual lapso de este año solo hicieron 2757 viajes.
El Valle pasó del ser el centro de origen de la carga, durante los años 2020 y 2019 en el mismo periodo, a ocupar la quinta posición, con un 10% de participación, lo que implica un golpe económico fuerte para el departamento, así como también para el sector transporte de carga.