El Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica, Ceapi, sigue reconociendo el trabajo de los empresarios y personajes destacados que hacen posible el desarrollo de sus respectivos países. Esta vez, la organización decidió entregar el premio Enrique V. Iglesias al desarrollo del Espacio Empresarial Iberoamericano al consorcio empresarial chileno Luksic encargado, en su país, de impulsar la economía de esa nación junto a la generación de empleo. Así mismo, el grupo chileno ha sido reconocido por la consolidación de causas filantrópicas.

El premio según la misma organización es un reconocimiento a la figura de Enrique V. Iglesias que destaca el trabajo de las personalidades que contribuyen de forma extraordinaria a la evolución y desarrollo de los países iberoamericanos y a la generación de un espíritu inclusivo que permite compartir unos mismos retos y valores.

Jaime Gilinski, Gabriela Luksic y Nuria Vilanova Premio Enrique Iglesias | Foto: Juan Carlos Sierra

Además, es un instrumento que tiende a destacar a quienes más contribuyen a la relación entre los países mediante su actividad económica, inversiones conjuntas y promoción del comercio.

“Como familia, hemos considerado muy relevante la labor de este Congreso y en especial el valor que aquí se le otorga al desarrollo social y económico de Iberoamérica”, dijo Luksic. Agregó que en ese grupo empresarial “siempre hemos creído en la importancia de abrir las fronteras, de mirar desde Chile al mundo, de ampliar nuestros referentes, compartir experiencias e intercambiar puntos de vista sobre la sociedad”.

Así mismo sostuvo que “en lugar de fronteras que nos separan, hoy esas barreras, naturales, son puertas abiertas hacia el mundo y hacia el comercio global. Esa apertura que como país nos ha permitido avanzar poco a poco, a veces a menor ritmo del que desearíamos, pero con claridad hacia la meta de alcanzar el desarrollo”, enfatizó.

Jaime Gilinski, Gabriela Luksic y Nuria Vilanova Premio Enrique Iglesias | Foto: Juan Carlos Sierra

El encargado de entregar el premio fue Jaime Gilinski quien recordó los faros que guiaron la creación de este grupo empresarial en Chile, “extasiado ante la profundidad visual y material del mundo, en los desiertos de Chile, don Andrónico Luksic confesó un día que su primera impresión fue preguntarse por la existencia de aquel mar de polvo y viento que se extendía ante él. ‘No es posible que este desierto esté aquí para nada, que no haya nada en él. A partir de ahí, rebuscó y descubrió las riquezas del subsuelo chileno. Y emprendió una carrera empresarial que comenzó con la minería y se extendió después a otras muchas actividades”, señaló.