Manuelita y Regenera, la línea de negocio de Cemex para la valorización de residuos, dieron a conocer una alianza cuyo propósito es lograr que los residuos de la industria azucarera, sean transformados en materias primas alternas en los procesos productivos de la industria de materiales para la construcción. Gracias a este nuevo esquema, el Ingenio podrá proveer a Regenera anualmente de vinaza industrial.

Cemex y Manuelita trabajan unidos para transformar los residuos de la industria azucarera | Foto: CEMEX

Ramírez, explicó igualmente que la vinaza es una alternativa que apunta también a la reducción de CO2 en el transporte de materias primas importadas. “Para Cemex y Regenera, contar con suministro local de una materia prima alterna generada de un proceso productivo de otra industria como residuo, permite seguir reduciendo la huella de carbono, mientras se garantiza la calidad de los productos”, dijo.

Por su parte Juan Miguel Jaramillo, gerente general de Manuelita , afirmó que con el compromiso del Ingenio para reducir el impacto ambiental de las operaciones, se ha encontrado en la economía circular una gran oportunidad para generar productos de valor agregado como biocombustibles, bioenergía eléctrica, fertilizantes orgánicos e insumos para la industria cementera, logrando un ciclo cerrado y sostenible de nuestros residuos industriales.

Ingenio Manuelita ratifica su compromiso con la producción de energías limpias | Foto: Manuelita

“La definición de agendas conjuntas entre organizaciones privadas y públicas permite a ambas empresas seguir avanzando en sus metas frente a la mitigación del cambio climático y el desarrollo económico del país”, sostuvo.

En el caso de Cemex y Regenera, la estrategia global Futuro en Acción, se enfoca en lograr la excelencia sostenible a través de la acción climática, la circularidad y la gestión de recursos naturales con el objetivo principal de convertirse en una empresa con cero emisiones netas de CO2 para 2050.

La industria azucarera está comprometida con reducir las emisiones de CO2 | Foto: Juan Carlos Quintero Lopez