En palabras del Ministerio del Trabajo: “las cesantías son prestaciones sociales que el empleador le paga al trabajador, como forma de ahorro. Estas corresponden a un mes de salario por año y pueden ser usadas para educación, vivienda o para cuando el trabajador se queda sin trabajo”.

Como su nombre lo indica, las cesantías se crearon con el objetivo de brindar un ‘colchón’ económico a los trabajadores cuando quedan cesantes, es decir, sin trabajo.

Muchas personas ahorran sus cesantías por años, acumulando intereses. | Foto: 123RF

Las empresas y empleadores pagan las cesantías a fondos de ahorro, donde este dinero cada año se va acumulando y generando intereses que benefician al trabajador, por eso después del segundo o tercer año de ahorro, los empleados reciben el sueldo de enero con un pequeño aumento relacionado con los intereses sobre las cesantías.

Entre más cesantías y más tiempo las guarde en el fondo, los intereses llegan más altos, aunque esto depende también de la situación financiera del fondo, y de la variabilidad del mercado a nivel nacional e internacional.

Para el pago de matrículas de educación superior para el trabajador o su familia, es otra alternativa para usar las cesantías. | Foto: 123 RF/ El País

Cabe recordar que las cesantías se pagan obligatoriamente a los empleados con contrato laboral a término indefinido o temporal, mientras que los trabajadores independientes, por prestación de servicios o con salario integral, pueden pagar sus propias cesantías a un fondo de ahorro.

Como se indicó al principio, las cesantías pueden retirarse en casos específicos. En primer lugar, cuando el trabajador queda cesante. Luego, en casos cuando requiera pagar la educación propia o de sus hijos, o familiares dependientes. También, cuando requiera apoyo financiero para comprar vivienda o para hacer reparaciones en la propia.

Las cesantías pueden invertirse cuando se piensa comprar vivienda.

Los trámites para el retiro en la actualidad son muy sencillos, basta con tener los certificados que evidencien la inversión, o los recibos de matrículas para pagar la educación. La mayoría de fondos de cesantías cuentan con asesores y plataformas virtuales para realizar el proceso.

Mientras el trabajador cuente con su empleo y no tenga necesidad de usar sus cesantías, puede ahorrarlas, puesto que no hay un tiempo límite para retirarlas y tampoco es probable que las pierda. De hecho, como informa el medio especializado Portafolio, “cuando el afiliado al fondo fallece, los recursos pueden ser solicitados por sus beneficiarios de ley, es decir: cónyuge, hijos u otros dependientes”.