La Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, dio a conocer en la mañana de este jueves, 24 de octubre, loas resultados del Censo Nacional de Mermas realizado por la firma consultora We Team que tuvo el apoyo de Sensormatic.

El informe, que contiene las cifras del año completo 2023, señala que durante este periodo los supermercados del país perdieron cerca de $144.000 millones solo por concepto de robos internos y externos. En total, las pérdidas por merma operativa total, que contabiliza desperdicios de los productos, averías, vencimientos y errores administrativos suma $740.000 millones al año.

De acuerdo con Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, el año anterior el 19% de la merma en almacenes obedeció a la modalidad de robo. $41.278 millones corresponden a robos cometidos por funcionarios o empleados y $102.649 millones pertenecen a robo externo. “En las dos categorías operan bandas organizadas y se vuelven cada vez más sofisticadas en sus operaciones. Por otro lado, el porcentaje de efectividad en las judicializaciones es muy baja (56% en ciudades principales y sólo un 28% en ciudades intermedias); por lo que son más difíciles de controlar”, dijo.

El top 10 de los más robados

Según el informe, presentado en el evento Góndola que se realiza en Cartagena, los artículos que más se roban en los supermercados son aquellos que representan un menor riesgo para la delincuencia por su esquema de protección.

La preferencia en estos artículos es constante en la medida que tengan demanda, ya sea para consumo o reventa”, agregó el vocero de los comerciantes.

La lista la componen, chocolates ydulces; productos cárnicos y carnes frías; abarrotes; artículos de aseo personal; licores; atún, enlatados; leches; artículos digitales (electrodomésticos); gaseosas y droguería.

Aunque las modalidades de robo cada vez son más sofisticadas como la sustracción de mercancías en bolsas de aluminio; empacar mercancías en bolsa plástica del almacén y tiquetes falso y cambio en el código de las mercancías, entre muchas maneras; llama la atención que el consumo de alimentos dentro de las tiendas, práctica que muchos compradores y empleados acostumbran, le cuesta a los almacenes de cadena la no despreciable suma de $11.000 millones al año.