En un mundo cada vez más preocupado por la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa, las empresas han asumido un papel fundamental al reconocerse parte de la sociedad y trabajar, cada vez más, para ser agentes de cambio.
Por esta razón, muchas más compañías vienen adoptando mejores prácticas y reconocen la importancia de medir su impacto social y ambiental; evaluar su desempeño en cuanto a la reducción de emisiones de carbono, la conservación de recursos naturales, la gestión de residuos, el bienestar de sus colaboradores y de las comunidades locales.
Las empresas líderes en sostenibilidad han comprendido que la rendición de cuentas no solo implica informar sobre resultados financieros, sino también sobre la dimensión social y ambiental en sus operaciones. Esto les permite establecer metas y tomar mejores decisiones enfocadas en generar bienestar a las personas y al planeta; lo que al mismo tiempo fomenta la transparencia y la confianza con inversores, consumidores, colaboradores y toda la comunidad en general.
Sistema B, es una iniciativa global que promueve y certifica empresas que buscan generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, cuenta con una evaluación gratuita y en línea con la que pueden medirse todas las empresas del mundo.
La Evaluación de Impacto B es una herramienta que permite medir, gestionar y mejorar el desempeño de impacto positivo para el medio ambiente, las comunidades, los clientes, los proveedores, los empleados y los accionistas.
“Al asumir la responsabilidad de sus acciones y rendir cuentas de manera transparente, las empresas pueden ser impulsoras del cambio positivo y contribuir a construir un futuro más inclusivo, equitativo y regenerativo”, asegura Camilo Ramírez, Director Ejecutivo de Sistema B Colombia.
El proceso de evaluación se realiza a través de la página web de B Lab y esta se adapta al tamaño y al sector de las empresas, lo que permite que desde pymes hasta grandes multinacionales, puedan medirse y tener una visión clara de su desempeño actual, identificando oportunidades de mejora en términos de sostenibilidad y responsabilidad social.
La herramienta mide a las empresas en cinco áreas de impacto: gobernanza, colaboradores, comunidad, medio ambiente y clientes. En donde, se responden preguntas tan diversas como: ¿Qué porcentaje de la empresa es propiedad de trabajadores a tiempo completo (excluyendo fundadores/ejecutivos)?, ¿Su empresa monitorea y registra su producción universal de residuos?, ¿Cómo verifica que su producto mejora el impacto de las organizaciones de sus clientes?.
“La evaluación abarca una amplia gama de aspectos, desde la gestión de residuos y el consumo de energía, hasta la participación comunitaria y la equidad en el lugar de trabajo. Al completar la evaluación, las empresas reciben un informe con recomendaciones y pautas para mejorar su desempeño y avanzar en su estrategia de sostenibilidad”, asegura Ramírez. Además de esto, el Movimiento B, cuenta con programas de medición personalizados para las empresas que decidan iniciar su proceso, con acompañamiento de Sistema B.
Al finalizar esta evaluación, aquellas compañías que reciben un puntaje mínimo de 80 puntos, pueden dar inicio a su proceso de verificación para obtener la Certificación como Empresa B. En caso de que la empresa decida certificarse, la organización Sistema B, analiza su elegibilidad y, en conjunto, se definen los procesos que debe seguir la organización para alcanzar este objetivo.
Además, seis de cada 10 compañías que están de la región, afirman que tener una estrategia de sostenibilidad es parte de su propósito, así como un elemento clave en la construcción de su perfil reputacional (63%).
Los expertos aseguran que esta es una fuerza de cambio que crece cada día más en la región, lo que ha hecho que las empresas incluyan la sostenibilidad en el centro de su estrategia de negocios; un proceso en el que es clave contar con herramientas que les puedan ayudar a dar ese salto.