Las alarmas están encendidas por la desaceleración que presenta la economía de los Estados Unidos, lo que podría llevar a la principal potencia mundial a entrar en una recesión el próximo año, una idea que cada vez toma más fuerza entre las proyecciones de los expertos, y que, sin duda, terminaría por tocar a Colombia.

La recesión en el país norteamericano, principal socio comercial de Colombia, todavía no se consolida, pero el escenario de pérdida generalizada de la actividad económica no se puede descartar, pues ya hay señales que así lo indican, como los altos niveles del costo de vida y, en consecuencia, el aumento de las tasas de interés a niveles que no se observaban desde hace 20 años. A esto se suman los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania, que también tienen en jaque a la economía mundial, por la disminución de la oferta de petróleo.

“Se habla de una recesión en Estados Unidos porque va a cumplir con la definición más básica de crecer dos trimestres negativos seguidos, bajo una definición muy estricta de ellos”, explicó el economista Felipe Campos, gerente de Inversión e Investigaciones de Alianza Valores y Fiduciaria.

En ese sentido, si la incertidumbre por una recesión en Estados Unidos se vuelve realidad el próximo año, como lo advierten los expertos, la economía colombiana, que hasta este año mostró consolidar su recuperación tras la crisis por la pandemia, podría tener consecuencias importantes, aunque no inmediatas, según los especialistas.

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Exportaciones

Los impactos en Colombia se explican, de manera sencilla, debido a que todo lo que el país compra y vende al mundo lo hace en dólares y si Estados Unidos entra en una pérdida de actividad económica, nuestro país perdería capacidad de vender (exportar) y eso a su vez limitaría la capacidad de lo que se puede comprar afuera (importar). Es decir, el primer impacto es que el valor de las exportaciones colombianas puede caer.

Cabe señalar que la interconexión de los sistemas productivos hace que buena parte de las cosas que los consumidores colombianos compramos tengan un componente importado y, si estamos restringidos en la materia de importaciones, también se perdería capacidad de producir todo lo que se exporta.

“El principal producto que Estados Unidos nos compra es el petróleo. Y ya hemos visto que solo con la amenaza de la expectativa de una recesión lo primero que vivimos fue que el precio del petróleo cayó fuertemente”, señaló Munir Jalil, economista jefe para la Región Andina de BTG Pactual.

El temor de que el precio del petróleo caiga se debe, entre otras cosas, a que en Colombia este hidrocarburo representa cerca del 40 % de la inversión extranjera directa en el país y más del 40 % de la generación de divisas, según señaló esta semana el presidente Iván Duque, en medio de su defensa de ese sector, del que depende en gran medida.

Inversión extranjera y remesas

Por otro lado, si el principal socio comercial de Colombia se debilita en materia económica, los inversionistas extranjeros también dejarían de invertir en nuestro país, debido al riesgo que para ellos les representaría una inminente desaceleración de la economía nacional.

“El apetito por riesgo de los inversionistas de portafolio también se puede ver afectado. Hablar de una recesión internacional puede afectar la llegada de dólares a la economía colombiana y eso afecta tanto las importaciones como la demanda doméstica, y puede desacelerar el buen momento que está pasando la economía nacional”, opinó Sergio Olarte, economista de Scotiabank Colpatria.

Otro de los efectos que se vería en Colombia, por su dependencia económica con Estados Unidos, sería la pérdida importante de remesas, pues el país norteamericano, además de ser el principal socio comercial de Colombia, es el lugar de donde nuestra nación recibe la mayor cantidad de dólares enviados por compatriotas que trabajan allí.

De acuerdo con el profesor de ciencias económicas y administrativas de la Universidad Javeriana Guillermo Sinisterra, Colombia tuvo el año pasado 8500 millones de dólares en remesas y este año se espera un monto similar.

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¿Cuándo se sentiría el impacto?

Según los expertos, por el temor ante una recesión es posible que en este segundo semestre del año se vean impactos, especialmente en el dólar y el petróleo, como ya se observó esta semana, cuando por primera vez en la historia la divisa norteamericana alcanzó los $4420.

“Este segundo semestre puede ser un semestre bien volátil en los activos financieros”, advirtió Felipe Campos.

Pero si finalmente la recesión en Estados Unidos se confirma, el impacto en Colombia sería un poco rezagado y la nación podría desacelerar fuertemente su actividad económica en los próximos trimestres. Es decir, el evento económico se notaría el próximo año.

Así también lo considera Guillermo Sinisterra, quien dice que Colombia siempre se demora en verse afectada cuando hay crisis internacional, lo que no necesariamente es un síntoma bueno. “Eso pasa porque básicamente somos una economía más cerrada que abierta”, dice.

“A Colombia siempre las recesiones la cogen con unos buenos meses de diferencia. Por supuesto, vamos a tener aumento en las tasas de interés, por supuesto vamos a tener desaceleración de la actividad económica, pero no vamos a caer en recesión sino hasta un punto posterior”, añade el experto, suponiendo los escenarios más difíciles.

Otras opiniones

En junio, el banco central llevó a cabo el mayor aumento de la tasa de interés en casi 30 años e indicó que podría seguir subiéndola para controlar la inflación. Esto disparó los pronósticos de que la economía estadounidense se derrumbaría.

En ese sentido, es claro que seguirá latente la preocupación de que la economía de Estados Unidos sufra una recesión, sin embargo, Christopher Waller, miembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, afirmó que esta es “exagerada”.

“La economía más grande del mundo todavía tiene un mercado laboral espectacular y hay señales de que las presiones sobre los precios comienzan a remitir. Personalmente creo que algunos de los temores a una recesión son un poco exagerados”, opinó Waller.

También dijo que el comité de políticas de la Fed “está determinado a controlar la inflación” y anunció que estaría de acuerdo con otro fuerte aumento de la tasa de interés a finales de junio y de nuevo en septiembre, que les permita continuar con subidas más pequeñas, dependiendo de cómo evolucionen la inflación y la economía.

“Es posible que tengamos que correr el riesgo de causar algún daño económico”, reconoció, pero, dada la fortaleza del mercado laboral, es improbable que las medidas provoquen “una recesión realmente dura”, puntualizó.