Uno de los grandes desafíos que enfrenta Colombia es la diversificación de su matriz energética, dominada por las hidroeléctricas. Encontrar fuentes alternativas y sostenibles ha sido una tarea ardua, no obstante, desde el sector azucarero han encontrado una forma de contribuir con ese propósito.
Incauca ha sido una de las empresas que apuesta por consolidarse como uno de los jugadores más importantes del mercado nacional en materia de cogeneración de energía gracias a su materia prima: la caña de azúcar.
De acuerdo con Tatiana Taborda, ingeniera química de la organización, tras el proceso de molienda de la caña se origina un subproducto que es el bagazo, el cual puede ser utilizado como combustible para el funcionamiento de las calderas de la empresa. En este proceso el agua que se encuentra al interior se convierte en vapor gracias a la combustión originada por el bagazo.
El vapor se conduce hacía unas turbinas que convierten el aire caliente en movimiento rotatorio y de ahí se transforma en energía eléctrica. Incauca posee activos de generación que suman 120 megawatts (MW), que permiten en la operación normal abastecer su consumo interno estimado en 30 megawatts y despachar hasta 42 MW hacia el Sistema Interconectado Nacional, esto último sería suficiente para suplir la demanda de los hogares de una ciudad de 300 mil habitantes como Buenaventura o Popayán.
Acciones sostenibles
La agroindustria de la caña ha incorporado métodos sostenibles para mitigar posibles impactos ambientales o acciones que van en detrimento de la calidad del agua, aire y la contaminación de los suelos. Ante ello, Incauca ha desplegado un plan para contrarrestar estos efectos en las comunidades del norte del Cauca y el sur del Valle del Cauca.
Angélica Quiroga, directora de Sostenibilidad de la compañía, aseguró que han emprendido un plan para aprovechar los residuos originados durante el proceso de industrialización de la caña de azúcar. Muestra de ello ha sido el aprovechamiento de derivados como el bagazo y la destilación de alcohol como subproductos de lo que anteriormente era considerado como un desperdicio.
Ahora bien, la sostenibilidad no sólo es un tema que involucre aspectos ambientales, sino también relaciona aspectos de bienestar y generación de oportunidades para todas las personas. Ante ello, Incauca ha desarrollado una política de equidad de género, equidad y diversidad sexual donde se fomenta la integración de mujeres en roles que antes sólo eran ocupados por hombres.
Muestra de ello ha sido la incorporación de 16 mujeres como operarias de maquinaria como tractores utilizados en el proceso de extracción mecánica de la caña de azúcar. Vivian Lizeth Sarría da cuenta del arduo trabajo desempeñado para alcanzar sus objetivos y convertirse en integrante de Incauca, para ella no han habido límites.