Los resultados de la economía nacional en 2023 (crecimiento de 0,6%) fueron decepcionantes para el Gobierno y para los analistas del mercado.
Incluso, José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA y exministro de Hacienda, lo calificó como pobre, evidenciando un estancamiento.
“Es un resultado que confirma la desaceleración, pero mucho más profunda de lo que teníamos previsto. La economía no entró en recesión, pero sí en estancamiento. Y de persistir este mismo dato, como se ha proyectado para 2024 sería muy complejo para el recaudo tributario y la generación de empleo”, dijo.
De acuerdo con el Dane, los sectores de industria, construcción y comercio decrecieron con datos como -3,5%, -4,2% y -2,3%, respectivamente.
Mientras que administración pública, educación y salud creció 3,9% en el PIB, actividades financieras, 7,9% y actividades artísticas y de entretenimiento, 7,0%. También se destacó el sector agrícola con un repunte de 1,8% (ver gráfico).
Pero más allá de esto, lo que más preocupa es que la inversión cayó en todos sus componentes principales y fue el mayor lastre del resultado. El grupo de maquinaria y equipo descendió 16,2%, la inversión en vivienda, 1,2% y las obras civiles y no residenciales, 4,9%.
“Del desempeño del cuarto trimestre del 2023 se extraen cinco grandes conclusiones. Primero, la economía se mantuvo prácticamente inalterada respecto al trimestre previo; segundo, los sectores que impulsaron el PIB fueron los relacionados con servicios sociales, que dependen en buena parte del gasto público en educación y salud. Tercero, la economía sigue desacumulando inventarios, explicados probablemente por la menor cantidad de obras en proceso en la construcción de vivienda. Cuarto, las exportaciones son un oasis en la moderación, todavía en terreno positivo y finalmente, la demanda interna privada (consumo privado e inversión empresarial) siguió en niveles bajos”, comentó Mauricio Hernández Monsalve, economista de Bbva Research.
Las estrategias
De acuerdo con José Manuel Restrepo, es muy difícil que una economía crezca cuando no hay dinámica de la inversión privada.
“Que bajen las tasas en la medida en que ceda la inflación ayudará, pero no será suficiente, es indispensable que el Gobierno envíe mensajes claros, trabaje con el sector privado, construya consensos para logra que la economía se reactive y se recupere”.
El mismo ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, aseguró que lo que tiene bloqueado a la industria es el contrabando en textiles y confección y “eso indica que hay que hacer un revolcón en aduanas”.
Además, hizo un llamado para que el Banco de la República baje las tasas de interés y se impulse la inversión pública y privada.
De acuerdo con Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, hay dos elementos muy preocupantes en la economía, la baja en el consumo que creció solo 1,1% y la caída en la inversión de 25%.
“Bajo este panorama no se puede continuar patrocinando el deterioro de la economía y la confianza empresarial. Hacemos de nuevo un llamado al Gobierno Nacional para que avancemos en el plan de choque que ha venido proponiendo el sector empresarial y que no ha tenido respuesta”, dijo.
De igual forma, Bruce Mac Master, presidente de la Andi, dijo que una vez más se ve la necesidad de ejecutar, de manera urgente, una estrategia de crecimiento económico que incluya, no solo iniciativas en el corto plazo, sino también propuestas para el mediano y largo plazo.
El llamado general es a estimular la inversión con confianza y estabilidad.
Considera Mac Master que se necesita una política monetaria más flexible, de modo que la tasa de interés permita un aumento en la demanda y, a su vez, un mayor crecimiento. “Es claro que propiciar un ambiente de certidumbre y confianza para la inversión se debe convertir en una prioridad, involucrando a todos los actores del mundo productivo. En esta línea, hacemos un llamado para que se reactiven de manera efectiva los sectores de infraestructura, construcción, salud e industria.
Julio Cesar Alonso, director del Cienfi de la Universidad Icesi, dijo que indicadores como el de la industria evidencian que la economía colombiana no retoma su ritmo de crecimiento tradicional. “Esto ya se refleja en las expectativas de crecimiento para el 2024 de diferentes analistas e instituciones. Por ejemplo, el FMI acaba de reajustar su proyección del crecimiento del PIB para el 2024 de 2% a un 1,3%.
Bajan las proyecciones
Según el Bbva Research, se espera que este año el crecimiento de la economía venga de menos a más. “El primer semestre será similar al cierre de 2023, especialmente en los rubros de consumo e inversión privada. El segundo semestre, gracias a las mejores condiciones financieras de la economía, que impulsará la confianza, tendrá una recuperación más consistente”, dijo Mauricio Hernández.
Según las estimaciones del Gobierno, el PIB de colombia estaría creciendo 1,5% este año. Otros apuestan por un 1,3%.