La seguridad energética de Colombia enfrenta una de sus peores crisis en años, debido a la combinación de sequía prolongada y escasez de gas para las plantas térmicas, situación que podría desatar un incremento significativo en los costos de la energía y eventuales cortes de suministro, justo cuando el país enfrenta la temporada seca más crítica del año.

La operadora del sistema eléctrico interconectado, XM, informó que en septiembre los embalses cayeron por debajo del 50 % de su capacidad, uno de los más bajos registrados en la historia reciente del país. Esta situación genera alarma entre los gremios energéticos.

La ola de calor y la sequía tienen al rio Cali en bajos niveles de caudal. | Foto: El País

Sin embargo, la escasez de gas complica aún más el panorama, al limitar la capacidad de las generadoras térmicas para suplir la demanda energética.

Natalia Gutiérrez, presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), expresó su preocupación por la capacidad de los embalses para sostener la generación de energía durante la temporada seca de fin de año.”Los niveles de agua no están aumentando como se esperaba, y eso pone en riesgo la oferta de energía”, señaló.

Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), advirtió sobre la fragilidad del sistema energético, el cual calificó “en peligro”.

El presidente del Grupo Energía Bogotá, Juan Ricardo Ortega, también expresó preocupación, señalando que el país está más cerca de enfrentar precios altos que de un apagón generalizado.

Así estaba en julio del 2010 el embalse de Tomine. FOTO LEON DARIO PELAEZ/ SEMANA | Foto: Leon Dario Pelaez