Antes de que termine el primer trimestre del 2020 la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, decidirá si el contrato de concesión actual de la red férrea en el Valle del Cauca continúa o se declara en caducidad.

Desde el 2016, por razones de incumplimiento, la Nación ha intentado terminar este contrato, que está en manos de la firma concesionaria Ferrocarril del Pacífico, FDP, pero aún no ha sido posible.

Sin embargo, en noviembre pasado la ANI volvió a declararlo en caducidad y actualmente están estudiando la apelación que presentó el concesionario.
Según conoció El País, el proceso ya no tiene más opción de recursos jurídicos y, por lo tanto, antes de marzo se estaría tomando una decisión definitiva sobre el futuro del tren del Pacífico, pues considera la ANI que el concesionario ha incumplido en tres frentes: En la operación del corredor, pues no se ha movido carga durante varios años, no ha habido mantenimiento de la red férrea ni del material rodante, más el abandono de la vía en todo su recorrido.

Pero el concesionario intenta que esto no se dé. Al comienzo del año 2020 informaron que retomarán la operación del tren de carga y que desde agosto de 2019, “y en cumplimiento con los planes de mejoramiento trazados por Ferrocarriles del Pacífico FDP, se ha estado realizando actividades de mantenimiento tanto de la vía férrea, como del equipo ferroviario, para la prestación del servicio de transporte de carga desde y hacia el Puerto de Buenaventura”, dijo el gerente Otoniel García.

Adicionalmente, aseguró que esperan que a diciembre de 2020 se haya logrado la movilización de 240.000 toneladas, “lo que refleja que para el año 2021 estaríamos movilizando mensualmente 110.000 toneladas para un estimado anual de 1.300,000 toneladas por este corredor”, indicó el directivo.

Según las directivas del Ferrocarril del Pacífico, la empresa está concretando acuerdos con una naviera y una firma de graneles que moverían la carga por el tren.

El futuro

Algunos gremios de la región coinciden en que la operación del ferrocarril del Pacífico requiere de una solución de fondo. “Si uno quiere solucionar esto de forma definitiva, sin importar quién sea hoy el concesionario, lo mejor sería caducar el contrato, empezar de cero y reinventarnos este tren de nuevo con las especificaciones y un trazado competitivo”, dijo María Isabel Ulloa, directora de Propacífico.

Agregó que la región ha perdido mucho tiempo dándole vueltas a un contrato que ningún concesionario ha podido sacar adelante, por lo que considera que no hay que temer por el tiempo que tarde la estructuración de un proyecto diferente.

Germán Jaramillo, director de la Fundación Empresarial para el Desarrollo de Yumbo, Fedy, recordó que la red férrea del Pacífico ha estado en manos de inversionistas vallecaucanos y de empresarios internacionales y ninguno de ellos ha podido sacarlo adelante.

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“Lo que está claro es que el tren no es competitivo como está, primero por el trazado (curvas e inclinaciones altas) y segundo por la distancia que es muy corta para el modo férreo y, con las mejoras en la vía a Buenaventura, no se marca diferencia en términos de competencia. Por eso creo que tiene que cambiar totalmente el enfoque”, explicó el líder gremial.

Jaramillo también está de acuerdo en que se debe empezar de cero estructurando un proyecto de integre nuevos modos de carga y que se conecte con las otras red férreas del país, de manera que el potencial de movilización de carga aumente. “Creo que hoy esa concesión es inviable e insistir en eso es perder el tiempo, ha habido muchos intentos y no vale la pena”.

Lo cierto es que cambiar el trazado, en algunos sectores de la red férrea, para hacerla menos inclinada y más rápida y emprender una nueva concesión representará una gran inversión. Algunos estiman que se necesitarían US$500 millones.

Por ahora se está a la espera de la decisión definitiva que tome la ANI sobre la concesión actual.

Cronología

El contrato de concesión de la red férrea del Pacífico se firmó por primera vez en 1998 por un periodo de 30 años, pero el acta de inicio del proyecto se dio en el 2000.

La concesión se entregó a Tren de Occidente que no logró una operación normal.

Luego el contrato lo asumió la firma Ferrocarril del Oeste, compuesta por empresarios del Valle del Cauca, que logró mover carga durante un año, pero tampoco alcanzó una operación rentable. Llegaron inversionistas israelíes y norteamericanos por medio de la empresas Railroad Development Corporation (RDC) y luego llegó el grupo suizo Trafigura que tiene presencia en varios negocios en Colombia. Hoy aparece entre los accionistas Fenwick Colombia, entre otros empresarios.

La red férrea del Pacífico conecta Buenaventura con La Tebaida.