Alrededor de 971.000 personas habrían salido de la pobreza multidimensional para 2021 según el último reporte del Dane.
El anuncio lo hizo ayer Piedad Urdinola, directora de la entidad, quien agregó que este índice mide la forma en cómo viven los colombianos a través de cinco dimensiones.
La pobreza multidimensional, según la medición hecha por el Dane, se basa en cómo viven los colombianos en cinco aspectos que la entidad considera como fundamentales y cuyo peso en el ponderado es el mismo (20%).
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Las condiciones educativas: analfabetismo y bajo logro educativo; de niñez y juventud: inasistencia escolar, rezago escolar, entre otros; trabajo: informalidad y desempleo de larga duración; acceso a la salud, y las condiciones de vivienda y servicios públicos fueron los ejes sobre los que se basó el estudio que mostró que entre 2020 y 2021, la pobreza multidimensional pasó de 18,1% a 16% respectivamente.
Pero según el estudio y la intervención de la Urdinola, la desigualdad que existe en las zonas rurales es cerca del doble a la que se presenta en las cabeceras municipales y el entorno urbano. La deserción y el nivel educativo que se alcanza en cada una de esas áreas y el porcentaje de trabajo no remunerado que se presenta, serían solo algunas de las razones de dicha inequidad.
Solo en el segmento de cobertura educacional, mientras que la tasa urbana mostró una cobertura total en alrededor de 40%, la tasa urbana lo hizo en 83%.
“El país tiene una brecha enorme entre la desigualdad rural y urbana, en la medida que el rezago rural es más del doble frente al urbano. Es una deuda que como país tenemos por obligación cerrar”, agregó Urdinola.
En términos de mediciones como acceso a internet o el índice de pobreza multidimensional, los centros poblados y rural disperso siempre marcaron porcentajes muchos más altos que el de las cabeceras municipales.
Solo en el caso de la pobreza multidimensional mientras que para 2021 el área rural tuvo cerca de 31,1% de sus encuestados en esta situación, las cabeceras tuvieron tan solo a 11,5% en dicho segmento.
El acceso a internet mostró la misma tendencia y mientras que solo 29,5% de los hogares en las zonas apartadas del país reportaron contar con él; en las cabeceras la cantidad se elevó a 70% según el Dane.
Índice de Gini disminuyó
El coeficiente de Gini -indicador que muestra la cantidad de desigualdad que existe en un país, en el que 1 es muy desigual y 0 poco desigual- mostró una disminución de 0,572 a 0,544 entre 2002 y 2020 respectivamente (año al que responde la medición). Sin embargo, cuando este se compara con el de 2017 y 2018, hubo un aumento de cerca de 0,036 para 2020.
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Así lo mostró un estudio adelantado por la Unión Europea, la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), Fedesarrollo y el Dane, el cual, además de lo mencionado, también encontró que entre los 18 años en los que se centró el estudio, las pensiones y las trasferencias monetarias tuvieron un impacto fuerte en la medida de desigualdad.
En el periodo de 2002 a 2020 mientras que las transferencias monetarias -que se dan a través de subsidios como Ingreso Solidario y Familias en Acción- ayudaron a la disminución de la desigualdad en cerca de 150%, las pensiones la agravaron en cerca de 100%.
Lo anterior, explicó Gilles Bertrand, embajador de la Unión Europea en Colombia, se debe a que recursos públicos se destinan al pago de pensiones de deciles altos, pues los bajos no cuentan con este beneficio.