A pesar de las circunstancias que han afectado la economía en los últimos meses, tales como la falta de insumos, la crisis logística, la inflación y las altas tasas de interés, ninguno de los anteriores parece impactar negativamente el buen momento que vive la venta de vivienda en el país.

Por el contrario, el pasado mes de abril se catalogó como el mes con mayor número de viviendas compradas en la historia, con más de 20.000 unidades, de acuerdo con cifras de Galería Inmobiliaria.

Para la ministra de Vivienda, Susana Correa, este panorama positivo no va a cambiar por ahora, pues se espera que en los próximos meses el incremento en el costo de los insumos se normalice y esperan que el 2022 cierre con más de 200.000 obras de vivienda iniciadas.

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¿Qué se está haciendo para evitar que el aumento en el costo de los materiales de construcción deje en el aire proyectos de vivienda de interés social?

Durante el 2021 nos enfrentamos a un alza significativa en el precio de los insumos, que llegaron a incrementarse 7,6 % anual al cierre de agosto, con incrementos particularmente acentuados en alambres (32,9 %), mallas y aceros (36 %) y hierros (40,6 %). Los factores que incidieron en esta situación incluyen la reducción en la oferta mundial, debido a los cierres de las siderúrgicas en el 2020; el aumento de la demanda mundial, tras la reactivación de las grandes economías, y la escasez internacional de contenedores, que aumentó los costos de los fletes marítimos, impactando el costo de transporte de estos insumos, cuya demanda nacional se abastece con importaciones de aproximadamente un 35 %.

No obstante, al cierre del 2021 la situación mostró una clara normalización, completando cuatro meses consecutivos con variaciones intermensuales negativas en el componente de hierros y aceros. De hecho, entre agosto y diciembre de ese año, el precio del acero registró una variación negativa de 4,8 %. Ahora bien, aunque en marzo de este año el costo de los insumos presentó un incremento se espera que en los próximos meses se normalice, en la medida en que se resuelvan los desequilibrios del mercado mundial.

El sector registra cuatro trimestres consecutivos con una tasa de crecimiento superior al 10 %, el nivel de empleo se mantiene por encima del millón de ocupados, las iniciaciones de vivienda en el 2021 reportaron un récord de 177.573 unidades que comenzaron obra y proyectamos que el 2022 será el mejor año de toda la historia de nuestro país en iniciaciones, con más de 200.000 viviendas.

¿El aumento de las tasas de interés puede afectar la compra de vivienda?

Si bien hay algunas alertas por estos aumentos, se debe tener en cuenta que estas alzas impactan, principalmente, a las tasas de interés de corto plazo. Dado que por su naturaleza los créditos hipotecarios son créditos de largo plazo, sus tasas de interés no resultan considerablemente afectadas por los ajustes del Emisor. De hecho, este año las tasas de interés para los créditos hipotecarios se han mantenido relativamente estables: en abril, para la compra de vivienda de interés social, VIS, estuvo en 11,65 % y para las No VIS, en 10,74 %, lo que representó un incremento en cada una de tan solo 1 %, aproximadamente.

En ese sentido, no contemplamos que la compra de vivienda por parte de los colombianos disminuya en el 2022.

Proyectamos que será el mejor año de toda la historia para el sector constructor de nuestro país con más de 250.000 viviendas compradas. Como una primera prueba de esto, recordemos que de enero a abril del año en curso se compraron en Colombia 86.503 viviendas, lo que hace de ese periodo el mejor primer cuatrimestre de toda la historia en cuanto a compra de vivienda nueva.

¿Cómo se ha reflejado en el empleo el buen momento en la venta de vivienda?

El sector constructor es un motor generador de empleo que ha aumentado su importancia en la economía colombiana con la actividad edificadora como protagonista, la cual actualmente es clave en el proceso de recuperación y dinamización del mercado laboral.

Puntualmente, en el 2021 se recuperaron 151.000 empleos respecto al 2020, ocupando en promedio más de un millón de personas. De esta forma, ese año ha sido el mejor en materia de generación de empleo para el subsector de edificaciones desde el 2015.

Es importante destacar la excelente dinámica con la que el sector cerró el año pasado, pues superó la barrera de un millón de empleos durante los últimos cinco meses y alcanzó en diciembre los 1,15 millones de ocupados, un nivel sin precedentes.

En lo corrido de este año, el sector ha ratificado su excelente momento sumando durante el primer trimestre un millón de personas.

¿Qué tan estrictos están siendo en los controles para que los subsidios que se entregan lleguen a quienes realmente los necesitan?

El primer control que se establece para que los subsidios familiares de vivienda se asignen correctamente son las definiciones normativas. Cada programa cuenta con una norma robusta que define claramente los criterios de asignación, requisitos y focalización, entre otros.

Con base en dichos criterios normativos, el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio –a través del Fonvivienda–, cuenta con el Sistema de Información del Subsidio Familiar de Vivienda, que permite realizar validaciones de requisitos, cruces de información y controles de forma automática.

Estas validaciones y cruces toman como insumo la información de entidades, tanto internas como externas, que participan en la política de vivienda como la Registraduría Nacional del Estado Civil y la Superintendencia de Notariado y Registro, entre otras.

Adicional a ello, existen procesos de control de calidad en la Subdirección de Subsidios del Ministerio que garantizan la veracidad de la información y la correcta asignación de los subsidios.