La Agencia Nacional de Hidrocarburos, ANH presentó la semana pasada las cifras de las reservas que tiene el país de petróleo y gas, generando una alarma porque quedan pocos años de abastecimiento.
Asimismo, afirmó que el total de estas reservas probadas suman 2019 millones de barriles, una reducción si se compara con los datos del 2022, cuando se registraron 2073 millones de barriles. Además, respecto al tiempo, las reservas probadas cayeron de 7,5 años a 7,1 años. En cuanto a las reservas de gas, al comparar el 2023 con el 2019, el país solo utilizó el 12% de sus reservas.
Orlando Velandia, presidente de la ANH, habla de la importancia de continuar con la exploración apoyando económicamente a las autoridades ambientales, para que mantengan su independencia en las decisiones tomadas.
En vista de las cifras a la baja en reservas, ¿en el país se va a seguir con las exploraciones?
Los últimos contratos se firmaron en 2021 con vigencia de 30 años, es decir, que nos quedan 28 años para seguir buscando petróleo.
El Gobierno promueve la exploración y producción responsable de petróleo y gas gestionando estos recursos de manera sostenible, mientras que a la par se desarrollan fuentes de energía renovable.
El camino hacia la transición debe garantizar la seguridad energética basada en la diversificación planeada y escalonada de la canasta energética del país. Debemos aprovechar y administrar los que ya tenemos y no quedarnos en la discusión de si es o no adecuado transitar a una energía limpia.
El tema de licencias afecta algunos proyectos, ¿cómo agilizar los procesos de licenciamiento?
Dentro de las 13 medidas que dimos a conocer la semana pasada con ocasión del informe de reservas y recursos, la primera acción y me parece que es una de las más importantes, es haber creado un comité interinstitucional que le permita a la industria avanzar en los trámites de licenciamiento ambiental y licenciamiento social, y obviamente los permisos ambientales que nos va a ayudar a que entre todos apoyemos a cada una de las entidades encargadas de explorar.
El tema del licenciamiento ambiental de la industria es nuevo en Colombia, porque hasta ahora estamos incursionando en esta industria, en los desafíos técnicos que tienen las autoridades ambientales que implican recurso humano capacitado, nuevos saberes y a veces los recursos económicos de esas entidades no son los mejores.
¿Qué apoyo brinda la ANH a estas entidades?
Desde la ANH estamos apoyando económicamente a las autoridades ambientales para que mantengan su independencia en las decisiones que ellos tomen, pero insistiendo en que deben acercar mucho más los tiempos, creo que estamos avanzando por una buena ruta, pero necesitamos redimir tiempos. Necesitamos ganarle tiempo al tiempo.
Tenemos un claro ejemplo con nuestros niveles de reserva, sino hiciéramos nada hoy, en gas, por ejemplo, nos dan solo para seis años y en este tiempo podemos hacer y lo que vamos a hacer es redimir esos tiempos para que muy pronto tengamos esas moléculas de gas de las áreas continentales, ya no solamente abasteciendo la demanda nacional, sino pudiendo exportar los excedentes.
La semana pasada la Agencia firmó un convenio de inversión para avanzar en exploración. ¿Cuánto es la cifra de inversión?
Es una cifra importante; son $250.000 millones para que el Ministerio de Ciencia con los investigadores y las universidades avancemos muy rápidamente en el conocimiento de esos potenciales de fuentes, no convencionales: eólica, solar, biomasa y geotérmica.
¿Qué tipo de incentivos se les va a otorgar a las empresas para que continúen con los contratos de exploración?
Estamos mirando como a la luz de los más de 300 contratos ya afirmados, que tienen consideraciones que hacen rígidas a veces las obligaciones de los contratistas, por ejemplo, suscribir cartas de crédito que les capturan mucho dinero en los bancos, y que les generan altos costos financieros, podemos cambiar esa cultura de muy baja inversión en las obligaciones exploratorias.
Las medidas que estamos buscando es cómo flexibilizarlas estableciendo mecanismos de incentivos, para que tengan más plata y cumplan con esas obligaciones que ya están establecidas en los contratos vigentes.
Algunas empresas han manifestado que una de las trabas para aprovechar el potencial de gas se presenta en los permisos ambientales y sociales. ¿Cómo se está avanzando en este tema?
Para eso hablamos de la creación de un comité interinstitucional que nos permita desde la ANH articular, gestionar y apoyar las otras entidades ambientales y sociales, para que fortalezcan su trabajo institucional y puedan acelerar el tiempo en la respuesta a través de un diálogo respetuoso con las comunidades y con los mandatarios locales.
¿Todo este trabajo que se viene adelantado desde la ANH, permitirá que se aleje la posibilidad de importar gas de Venezuela?
Sobre este tema de la discusión de la importación de gas es preciso tener en cuenta que hace años nosotros importamos gas de Venezuela y esa importación es lo que permitió que muchas de las plantas térmicas de nuestro país en este periodo de baja lluviosidad estuvieran alimentadas. No hay ninguna posibilidad hoy que descartemos una opción, porque a los colombianos lo que les importa es que cuando la ama de casa por la mañana prenda su estufa tenga el gas y a los costos más bajos posibles. Todas las opciones, la Upme, que está en su plan de abastecimiento de gas, tiene todo el portafolio de opciones. Aquí lo que necesitamos es tener la seguridad de que los colombianos y los diferentes sectores, tengan el gas, y ojalá a los menores costos posibles.