El Valle del Cauca es caracterizado por producir diversos alimentos que sirven para ser exportados. De hecho, desde hace 11 meses se están cultivando arándanos, una fruta que no se producia en el departamento.
El cultivo de este fruto está en Pradera, a 2000 metros de altura, y está compuesto por más de 9000 plantas que permitirán que en menos de dos años se produzcan alrededor de 500 kilos semanales de este fruto.
“Con los arándanos orgánicos que producimos demostramos que el departamento tiene todas las condiciones para desarrollar cultivos sostenibles con impacto social. El siguiente paso es expandir nuestro cultivo y la marca Beriblú para que los arándanos vallunos compitan en el mercado nacional e internacional. El conocimiento adquirido y las alianzas consolidadas nos han permitido obtener una amplia gama de variedades que probaremos en diferentes suelos y climas del Valle del Cauca gracias a una alianza que tenemos con un agrónomo peruano”, dijo Nicolás Valencia, uno de los caleños que apostó por este cultivo.
Se debe destacar que el consumo del arándano está aumentando mundialmente y, según la FAS, su exportación alcanzará los $ 3000 millones de dólares en el 2025.
“Este primer cultivo de arándanos vallunos es totalmente orgánico: las plantas son irrigadas con agua de nacimiento y alimentadas con una base nutricional preparada con compuestos biológicos. Los herbicidas, los pesticidas y demás químicos tóxicos jamás han sido utilizados: la maleza, por ejemplo, es deshierbada manualmente, y para combatir las plagas se liberan avispas y crisopas dentro del invernadero. Incluso las abejas nativas del bosque de la zona montañosa de Pradera polinizan las plantas todos los días”, puntualizaron los propietarios de este cultivo.
En Colombia actualmente hay más de 600 hectáreas de cultivos de arándanos, la mayoría de ellas están en Boyacá, Cundinamarca, Antioquia y Huila, y este es el primer cultivo en el Valle del Cauca.
Según la Asociación Colombiana de Cultivadores de Blueberries (Asocolblue), una organización sin ánimo de lucro creada con el fin de desarrollar la industria del arándano nacional, hay más de 600 hectáreas sembradas en el país. La gran mayoría están ubicadas en Boyacá y Cundinamarca, con unas cuantas más en Antioquia y Huila. Y ésta del Valle del Cauca, que en menos de un año alcanzó el punto de equilibrio y genera empleos directos e indirectos a la comunidad rural pradereña.
Y es que el cultivo de arándanos también impacta positivamente la creación de nuevos empleos en el campo: “Su cuidado es tan exigente que requiere un alto grado de tecnificación: no solo por los técnicos, quienes deben ser rigurosos en la observación y el manejo de las plantas, sino en las recolectoras, porque cosecharlos demanda equipos especiales y una técnica manual calificada para no estropear los frutos. Una hectárea sembrada requiere, como mínimo, cinco personas trabajando para ella”, explica Nicolás Valencia.
Perú es el líder mundial en exportación de arándanos: produce alrededor de 261.000 toneladas anuales superando a Chile e incluso a Estados Unidos, de donde es originaria esta fruta. Solo en la última temporada registró exportaciones por un valor de US$27 millones, una cifra muy alta en comparación con lo que se produce en Colombia.
El mercado nacional, por su parte, es tan incipiente, que los últimos indicadores confiables datan de 2022 cuando un análisis de Procolombia, con cifras del Dane, arrojó que ese año Boyacá produjo 1581 toneladas y exportó por un valor de US$864.863. El segundo lugar fue ocupado por Cundinamarca con US$149.151.
Sin embargo, Colombia tiene una ventaja competitiva sobre Perú: mientras la producción en el país vecino está condicionada por las estaciones y sólo puede abastecer de arándanos al mundo entre los meses de septiembre y enero, aquí, por la ausencia de las mismas, existe la capacidad de producirlos todo el año.