No cabe duda de la importancia que tiene para el Suroccidente del país la construcción de la planta regasificadora del Pacífico y el gasoducto que conecte a Buenaventura con Yumbo.
En eso está de acuerdo el Gobierno Nacional que, en el borrador del plan de abastecimiento de gas, volvió a ubicar como prioritaria esta infraestructura de gas del Pacífico.
También lo reafirman los líderes gremiales del Valle del Cauca, quienes creen que esta planta debe construirse para dar confiabilidad a toda la región del suministro de gas natural, que hoy está en casi que todos los hogares del departamento y gran parte de la industria.
Sin embargo, volver esto una realidad no parece fácil y se esperaba que para este año ese proyecto ya estuviera, por lo menos, contratado, pero no fue así y hoy se podría decir que está en veremos.
Mauricio Palma, subdirector de Hidrocarburos de la Upme, recordó que la licitación para adjudicar la planta se declaró desierta a finales del año pasado y que no se ha reabierto la convocatoria porque está en proceso la actualización del plan de abastecimiento de gas, que son las obras de infraestructura que se recomiendan para el país en el futuro.
Explicó que los análisis técnicos y económicos muestran la necesidad de que el país cuente con esta infraestructura en el Pacífico, la planta y el gasoducto. Pero reconoce que para hacerla realidad se requiere superar una serie de situaciones u obstáculos que han expresado los inversionistas, y por las cuales no se habrían presentaron empresas y propuestas a la convocatoria pasada.
Pero, comentó Mauricio Palma, que la Upme no puede realizar estos ajustes porque muchos son normativos y le corresponden a la CREG (Comisión de Regulación de Energía y Gas) y al Ministerio de Minas.
“La Upme elabora pliegos basados en las normas, hemos identificado algunos aspectos que son necesario modificar para incentivar la participación de los interesados, si se realizan estos cambios regulatorios, se estarían incluyendo en una próxima convocatoria”, dijo.
Los obstáculos, añadió, están relacionados con el mecanismo de recaudo de la inversión, a quién se le cobra y cómo se recaudará lo que cuesta la infraestructura, lo cual no es claro. Esto genera incertidumbre y dificulta para los cierres financieros de los eventuales inversionistas.
Por otro lado, hay retos socioambientales en la ruta que debería recorrer el gasoducto entre Buenaventura y Yumbo. Los posibles inversionistas creen que no hay garantías para la construcción de este gasoducto.
María Isabel Ulloa, directora de Propacífico, considera que la planta regasificadora del Pacífico no está embolatada, sin embargo, reconoce que no hay señales claras de cómo se llevará a cabo.
“Como región creemos que este proyecto es fundamental no solo por las expectativas crecientes de que el país tendrá que importar gas, sino por situaciones como la que sucedió el año pasado que pudimos quedarnos sin gas muchos días por la contingencia en el gasoducto. Hay que pensar en términos de confiabilidad y por eso como región tenemos que pedirle al Gobierno Nacional que avance con esta propuesta y creo que debería ser un tema de una próxima reunión del Bloque Regional”.
De igual forma, Edwin Maldonado, secretario de Desarrollo Económico de Cali, dijo que la planta sigue siendo un proyecto crucial para la competitividad del suroccidente colombiano, pero “sino se corrigen los errores de las licitaciones anteriores no tiene sentido que este proyecto se vuelva a manejar de forma pública”.
Recordó que el proyecto tiene dos partes, la regasificadora y el gasoducto, “este último debe continuar de forma pública, porque para la planta en Buenaventura hay empresas interesadas y se puede hacer de forma privada si se logra concretar qué usuarios podrían unirse y cómo sería el recaudo”.
Para Maldonado este proyecto es clave para reducir el costo de la energía y el gas en el suroccidente.
Otra propuesta
La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, le comento a El País que no se puede bajar la guardia con esta infraestructura y que hay una posibilidad de que un privado construya la planta regasificadora, no como el proyecto inicial, sino con una propuesta más pequeña. “Hay un proyecto estructurado para la construcción de la regasificadora, totalmente privado, con dimensiones menores y con la posibilidad de crecerlo, en la medida que vaya aumentando el mercado del gas en el Suroccidente”, dijo.
Reiteró la Mandataria, que la propuesta la están estudiando varias empresas privadas que tienen interés, “para nosotros definitivamente es muy importante, por eso en nuestra visita a Corea la presentamos, el cambio de enfoque es que para que sea más interesante, debe ser iniciativa privada o de inversión extranjera directa por que la licitación, se declaró desierta, precisamente por las condiciones que puso el Estado”.
La Gobernadora cree que el proyecto tiene viabilidad, pero con un dimensionamiento diferente.
“Hay que generar incentivos”
Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas, en diálogo con El País, dijo que la regasificadora del Pacífico es una infraestructura necesaria, pero considera que para que salga adelante se deben hacer cambios en la licitación.
¿Colombia podría vivir un escenario de desabastecimiento de gas?
Actualmente hay unos proyectos que están identificados que garantizarían el suministro, eso es como si uno se preguntara ¿hay comida producida en Colombia para los hogares? Yo diría, hay unas tierras productivas, pero si no las cultivamos no le vamos a poder llevar comida a la gente.
Los proyectos están: perforaciones de pozos en áreas que ya tienen descubrimiento de gas, pero que están pendientes porque expira la licencia para producirlo.
Ampliar la capacidad de transporte desde la costa hasta el interior del país, porque si tenemos unos excedentes de la costa, no vamos a poderlos traer 100% al interior porque no se han definido tarifas para invertir en la ampliación de esa capacidad, aunque ya fueron solicitadas.
Asimismo, tenemos que habilitar todas las fuentes externas de gas, pero las que sean viables jurídica, económica y operativamente porque se trata de garantizar el suministro, entonces habrá que analizar todas las fuentes que están sobre la mesa, por ejemplo, la planta de regasificación del Pacífico sería viable si pudiésemos contar con una planta que permita darle confiabilidad a los comercios, a los hogares, a las industrias y, por supuesto, ampliar la expansión del servicio a departamentos del suroccidente que no están 100% cubiertos, pero también existen otras fuentes como, por ejemplo, usar la disponibilidad adicional que tiene la planta de regasificación de Cartagena para el resto de la demanda, eso habrá que habilitarlo, para eso necesitamos que se emita reglamentación de que permitan comercializar ese gas.
Lo otro son los proyectos de los gasoductos y de la infraestructura de transporte que hay que construir para conectar los descubrimientos del Mar Caribe con el sistema de transporte nacional, eso requiere consultas previas y licenciamiento ambientales. Necesitamos del acompañamiento del Gobierno y de que las licencias sean expedidas a tiempo.
¿Estas alternativas de las que habla, están paradas?
Si, están paradas, sobre todo lo que tiene que ver con la ampliación del gasoducto, la comercialización del gas para que pueda darse de manera inmediata y habilitar las fuentes externas, esto depende de decisiones del Creg, la Anla y el Ministerio de Minas.
Sobre la regasificadora del Pacífico, ¿qué avances conoce?
El borrador del plan de abastecimiento de gas, que socializó a Unidad de Planeación Minero Energética, nuevamente incluye el proyecto, pero creo que hay que ser mucho más efectivos, hay que identificar cuál es el cuello de botella o por qué los inversionistas no toman la decisión de la realización del proyecto para poder minimizar u otorgar incentivos que permitan atraer esa inversión.
De lo contrario, volver a hacer una convocatoria para que vuelva a quedar desierta, pues no logramos el objetivo final que es poder contar con esta infraestructura. Si se trata de que la planta no se puede construir porque el gasoducto que la uniría desde Buenaventura a Yumbo, que requiere alrededor de 90 kilómetros, va a tener una dificultad en el ámbito social, hay que mirar cómo puede hacer el Gobierno ayudar con las comunidades y facilitar la construcción del mismo. Ese es el grado de análisis que hay que hacer para poder tener soluciones que nos permitan poder contar con esa planta, antes cualquier otra convocatoria que se vaya a hacer.
¿Usted cree que esta planta la requiere el país?
Yo creo que es una planta que le brinda confiabilidad al sistema y, vuelvo y repito, todas las fuentes externas de gas que sean viables deberían ser habilitadas. Hay que recordar que el año pasado tocó suspender el transporte de gas natural por el calentamiento de Cerro Bravo, si hubiésemos tenido la planta de gasificación, hubiéramos tenido un respaldo, estas son las situaciones que tenemos que prever y las decisiones que se deben de tomar a tiempo porque, además, estos proyectos demoran tiempo.