Con la aprobación de la Reforma Pensional por parte del Congreso de la República, a partir del 1 de julio de 2025, empezará a regir un nuevo sistema pensional basado en pilares, que busca ampliar la cobertura y, además disminuir la desigualdad, incluyendo a personas de bajos recursos, ancianos y ancianas, que no tuvieron cómo acceder a una pensión.
Desde un principio la reforma ha generado apoyo y rechazo desde diferentes sectores, pese a lo cual fue aprobada y sancionada por el presidente Gustavo Petro. No obstante, los analistas económicos siguen estudiándola y advirtiendo sobre sus efectos, uno de ellos es Marc Hofstetter, doctor en economía, columnista y profesor de la Universidad de los Andes, quien ya en el momento de aprobarse la reforma publicó en su cuenta de X: “Una hazaña que parecía imposible: aprobar una reforma pensional que empeore el pésimo sistema que teníamos. Lo lograron”.
En un artículo publicado, a finales de junio, por la Facultad de Economía de Uniandes, Hofstetter señala lo que para él son los aspectos peligrosos a futuro del nuevo sistema pensional. “Las pensiones se estarán financiando a expensas de las generaciones futuras y eso está mal. Es injusto para los que vienen después. Ellos tendrán que encontrar la forma de sostenerlas dentro de 20 o 30 años”, advierte.
Según el economista, el alto costo de esta reforma, que requiere al menos 5 billones de pesos, le pasaría factura a las generaciones venideras, puesto que las reservas y ahorros empleados estos años se agotarán muy pronto. Ante esto, plantea el analista, se necesitará una nueva reforma a corto plazo.
Para Hofstetter una medida necesaria, en su opinión, que no se hizo en esta reforma fue el aumento de la edad de jubilación, “una medida controversial pero necesaria, ya que estamos viviendo mucho más que cuando se creó el sistema pensional”, aseguró.
En este sentido, considera que el artículo de la reforma, según el cual se reconocerán 50 semanas de cotización por cada hijo, hasta 3 nacidos o adoptivos, a las mujeres, con lo que podrán jubilarse más pronto, también implica riesgos de sostenibilidad a largo plazo.
“Si la métrica sobre este punto es que las mujeres pueden puedan jubilarse con menos semanas y a una edad más temprana, pues qué maravilla. Pero si la métrica es la sostenibilidad a largo plazo del sistema como un todo, reducir las cotizaciones se traduce en menos recursos disponibles para financiar las pensiones en el futuro, dado que la expectativa de vida de las mujeres es mayor que la de los hombres”, argumentó Hofstetter.
Por otra parte, el artículo de Uniandes, también replica la opinión que Mauricio Olivera, vicerrector administrativo y financiero de Los Andes y exdirector de Colpensiones, entregó a Noticias Caracol sobre este tema: “Esto se puede contrarrestar mejorando las condiciones laborales de las mujeres que, según la Corte, siempre han tenido menos oportunidades en este campo. Esto debe reforzarse con una reforma laboral”.