Un total de 8,2 millones de hogares en Colombia tienen jefatura femenina, lo que corresponde al 45,4% del total de 18 millones de hogares; porcentaje que ha sido el más alto de la historia.

La cifra ha venido en franca aceleración, puesto que para el año 2019 eran 6,1 millones de hogares al mando de una mujer, lo que devela un aumento de 7 puntos porcentuales (2,1 millones) para el 2023.

Estos datos, que se desprenden de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida 2023, representa un reto para el Gobierno y las organizaciones, en aras de construir políticas públicas que atiendan esta realidad.

Esta es una de las conclusiones que se desprende del análisis ‘Aumento de la jefatura femenina en Colombia: una mirada más allá de las cifras’, realizado por la Fundación WWB Colombia, en el que plantean la necesidad de analizar la calidad de vida de los hogares con jefatura femenina y “aportar elementos que propicien la reflexión y que inviten al diseño de estrategias que brinden bienestar”, explicó Esneyder Cortes, director de Planeación y Estrategia de esta fundación.

De acuerdo con el informe, en 2019, antes de la pandemia, por cada 100 mujeres jefas de hogar había 160 hombres; ahora, esta proporción se ha reducido a 120 hombres por cada 100 mujeres, lo que implica un cambio definitivo en la distribución de roles familiares y en las dinámicas de género en el país.

Hogares con jefatura mujer en Colombia. | Foto: El País

“Al observar con mayor detalle la composición de los hogares, se revelan diferencias significativas que podrían influir en los niveles de vulnerabilidad socioeconómica. Se encontró que el 69,9% de los hombres jefes de hogar lideran hogares biparentales (con padre y madre), mientras que este porcentaje es considerablemente menor para las mujeres, alcanzando solo el 31,4%. En contraste, las mujeres se concentran en mayor medida en los hogares monoparentales (solo madre o padre), representando el 44,8%, mientras que para los hombres jefes de hogar este tipo de hogares apenas alcanza el 7,1%”, agregó.

Situación que repercute en términos de dependencia económica, puesto que en los hogares biparentales es posible negociar las responsabilidades de los gastos y la demanda de cuidado, dada la presencia del jefe del hogar y su cónyuge, mientras que en los hogares monoparentales es su jefe quien asume de manera exclusiva la carga económica y de cuidados de los hijos y/o personas dependientes.

Precisamente la encuesta del Dane refleja que, en los 8,2 millones de hogares con jefatura femenina, el 40,3% tiene menores de edad y en un 34,5% hay adultos mayores, lo que implica mayores responsabilidades de cuidado y de sostenimiento.

En relación con el estado civil, la encuesta del Dane relaciona que el 65% de las mujeres que lideran hogares son solteras, en contraste con el 28,4% de los hombres en la misma posición. Esta diferencia de 37% evidencia disparidades que se reafirman en que el tamaño promedio de los hogares liderados por mujeres solteras es considerablemente mayor que aquellos encabezados por hombres solteros.

“Existe una disparidad significativa en razón del género dentro de la estructura de los hogares, ya que la responsabilidad de suplir necesidades de cuidado y sustento económico recae en mujeres cabeza de familia solteras, jefas de hogares con más integrantes y con mayor presencia de personas en edades dependientes, lo que conlleva a condiciones de mayor vulnerabilidad y dificultad de materializar un proyecto de vida por fuera del hogar”, señala el análisis.

Sobre el aumento de los hogares con jefatura femenina, la directora nacional de Dane, Piedad Urdinola explicó que este número pasó de un 38,4% en 2019 a 45,4% en 2023. “Este aumento se da sobre todo en las cabeceras, al pasar del 41,6% a 47,9%, y en los centros poblados y rurales dispersos pasó de 28,3% a 36,7%; estamos viendo cómo la brecha entre lo urbano y lo rural viene cerrándose”.

Actividad de jefes de hogar en Colombia. | Foto: El País

Inclusión financiera

Las mujeres jefas de hogar concentran mayoritariamente su tiempo en los oficios de la casa respecto a los hombres, incluso en más proporción que realizando actividades remuneradas.

En una semana promedio, el 46,9% de las jefas de hogar se dedicó a tareas domésticas en comparación con el 27% de los hombres; por su parte, el 45,3% de ellas ocupó la mayor parte al trabajo remunerado frente al 64% de los hombres.

En Colombia, la desigualdad económica marcada entre hombres y mujeres se ve reflejada desde las condiciones de empleo y desempleo. De acuerdo con el Dane, la diferencia de tasa global de participación (TGP) en el trimestre de diciembre 2023 a febrero 2024 entre hombres y mujeres fue de 24,8 puntos porcentuales, donde los hombres tenían un 76,5% y las mujeres un 51,7%.

En 2022, el acceso fue del 88,7% para las mujeres y del 95,6% para los hombres, evidenciando una brecha de género. | Foto: Getty Images

En torno a estas diferencias, la Asobancaria, en su informe sobre la jefatura femenina en Colombia y la inclusión financiera precisó que es necesario fortalecer del liderazgo femenino para que las mujeres puedan acceder a servicios financieros.

“La inclusión financiera es un facilitador para reducir la pobreza extrema y promover círculos de prosperidad social. Esto se debe a que proporciona a las personas la oportunidad de acceder a productos y servicios que satisfacen sus necesidades. Sin embargo, este proceso se ve limitado por brechas desde la oferta y la demanda”.

Para la Banca de las Oportunidades, las cifras relativas al acceso a productos financieros revelan disparidades entre mujeres y hombres. En 2022, el acceso fue del 88,7% para las mujeres y del 95,6% para los hombres, evidenciando una brecha de género. En el uso de productos financieros, la disparidad persiste, el 74,9% de las mujeres utilizan estos servicios, mientras que en los hombres esta cifra asciende al 79%. En el acceso al crédito, la diferencia también es considerable, pues para las mujeres es del 34,2%, mientras que para los hombres es del 38,1%.

En la región

En 2023 en Cali-Yumbo de 798.576 personas a cargo de los hogares, 45% eran mujeres (355.685) y 55% eran hombres (442.891), una dinámica similar a la Nacional.

El rol de las mujeres como jefas de hogar fue más común en la población afrocolombiana (50% de los jefes de hogar afrocolombianos eran mujeres).