Las proyecciones de crecimiento de la economía para el 2023 cambiaron con el resultado que se conoció esta semana sobre el PIB (Producto Interno Bruto), del tercer trimestre del año, que cayó 0,3%.
El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, quien participó este viernes, 17 de noviembre, en la Asamblea general de Anif, aseguró que la proyección del PIB para 2023 ya no es de 1,2%, sino de 0,9%.
“Hemos visto recientemente cifras de crecimiento fuertemente negativas con respecto a los niveles atípicamente altos observados un año atrás. Para el conjunto de la actividad productiva, el equipo técnico del Banco esperaba un crecimiento bajo en el tercer trimestre, del orden de 0,4%, pero los datos del Dane nos mostraron una contracción de 0,3%”.
Destacó Villar que Colombia se encuentra en un nivel de actividad que, comparado con lo que teníamos antes de la pandemia, es muy superior a lo que registra Brasil, Chile, Perú y México, “y eso es algo significativo que debe, por lo menos, matizar la idea de la gran crisis en la que se encuentra el país”.
Por su parte, Felipe Campos, gerente de Inversión y Estrategia Alianza Valores, comentó que dados los recientes resultados de la economía, presentados por el Dane, “esperamos que el crecimiento del PIB, en todo el año, sea más acotado de lo estimado previamente. Puntualmente esperamos un crecimiento del 0,5% en el cuarto trimestre, lo que llevaría a un crecimiento en torno al 0,9% para todo el 2023″.
Pero hay algunos analistas un poco más optimistas. “Para el cierre del año desde Scotiabank Colpatria vemos que el crecimiento puede estar entre 1,1 % y 1,3 % para todo el 2023, con una inflación terminando alrededor de 9,3 % y un desempleo que se comienza a deteriorar en el margen”, dijeron analistas de la entidad.
Al respecto, Julio Cesar Alonso, director del Centro de Investigación en Economía y Finanzas de la Universidad Icesi, considera que con los resultados conocidos hasta el momento parece muy difícil que se logre la meta inicial del Gobierno.
“Para que se cumpla el pronóstico del Banco de la República (0,9%), se requeriría un crecimiento anual del cuarto trimestre de 0,6%. Este crecimiento para ese periodo del 2023 parece relativamente alto. Tampoco se cumplirían las proyecciones iniciales de entidades como el Banco Mundial y Fedesarrollo”.
Agregó el académico que las implicaciones del no cumplimiento de la meta de crecimiento van más allá de una anécdota. Por ejemplo, podría generar un déficit fiscal más grande en 2024 o la necesidad de repensar el gasto. “Los ingresos fiscales el 2024 dependen del PIB del 2023 y el gasto no. Esto hace necesario que el Gobierno repiense los gastos y presupuesto de ingresos para el próximo año”.
Aún hay tiempo
El exministro Juan Camilo Restrepo, quien también participó de la Asamblea de Anif, dijo que el Gobierno todavía tiene tiempo de corregir su camino.
“Uno se pregunta por qué no se ha hecho nada si todos vienen reclamando un programa contracíclico. Los dos programas que podrían impulsar la economía son: vivienda y obras pública. Hay tiempo, pero el Gobierno debe rectificar muchas cosas, una de ellas, las decisiones improvisadas que se toman y luego generan problemas como el fallo de las regalías y la caída de la emergencia económica de Guajira”.
El exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dijo que el Gobierno tiene recursos para ejecutar. “En el 2018 el gasto público era de 15% del PIB, por la baja del precio del petróleo, en pandemia subió a 20% y todos entienden. Luego empezó un proceso ajuste y este año el gasto volvió al 20% del PIB, como si estuviéramos en pandemia, el aumento del presupuesto fue de $50 billones, no es que al Gobierno le falte plata.
Control cambiario
De otro lado, el superintendente Financiero, César Ferrari, propuso que el Banco de la República debería intervenir en el mercado cambiario de Colombia con el fin evitar la alta volatilidad del dólar y, según él, atraer la inversión extranjera
“Se lo he dicho N veces al Banco de la República. No podemos seguir viendo una inestabilidad cambiaria tan grande porque eso paraliza la inversión. Un inversionista no sabe cómo hacer su flujo de caja porque no sabe la tasa de cambio que estará vigente mañana o después, porque eso cambia de $5.000 a $4.000, en fin, es una volatilidad”, explicó el superintendente.