El dato sobre el crecimiento de la economía colombiana en el tercer trimestre del 2023, que evidenció una desaceleración (-0,3%), generó un debate sobre cuál debe ser la estrategia del Gobierno Nacional para cambiar este panorama.
El primero en reaccionar fue el presidente Gustavo Petro, quien insistió en que el Banco de la República debe bajar la tasa de intervención, la cual sigue en 13,25%.
En este punto se mostró de acuerdo Adrián Garlati, director de la carrera de Economía de la Universidad Javeriana, quien dijo que los sectores que dependen de grandes inversiones fueron precisamente los que están cayendo: Comercio (-3,5%); industria (-6,2%) y construcción (-8,0%), en el tercer trimestre del 2023.
Explicó que si las tasas de interés siguen altas, las empresas no harán inversiones, las personas no comprarán carro o vivienda o los constructores no arrancarán proyectos, porque todo esto se hace con financiamiento.
“Si las tasas no bajan estos números van a permanecer y las consecuencias serán que el desempleo dejará de bajar o empezará a subir”.
Otra propuesta del presidente Petro fue aumentar la inversión pública, para ello pidió a su gabinete ejecutar el presupuesto de forma real. Cuestionó que hay plata en los bancos y que no hay una real ejecución de los recursos. “Los dineros públicos no se pueden quedar guardados porque pierden su función social, debe ser una ejecución de verdad, que estos se vuelvan una obra”, dijo.
Al debate se unió José Antonio Ocampo, quien fue el primer ministro de Hacienda del actual Gobierno. “Es urgente adoptar una política de reactivación con tres elementos básicos: iniciar la reducción de tasas de interés, ejecutar la inversión pública y fomentar las exportaciones no tradicionales”.
Gremios reclaman estrategia
Los empresarios, a través de la Asociación Nacional de Empresarios – Andi, aseguraron que el panorama de la economía es preocupante, particularmente por la caída del 11% de la inversión, que no solo deprime el dinamismo de la economía, sino que además compromete el crecimiento futuro del país.
“Este escenario complejo, no solo de desaceleración sino ya de decrecimiento, debe poner sobre la mesa, una vez más, la necesidad de que el país tome la decisión de crear e impulsar una estrategia de crecimiento económico potente y concreta, que reúna a todos los sectores económicos, responda a la realidad y a las necesidades del país y que se proyecte en el corto, mediano y largo plazo”, comentó Bruce Mac Master, presidente de la Andi.
Asimismo, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, dijo que es urgente de que el Gobierno convoque al sector privado para construir un plan de choque, que mitigue una posible recesión económica. “Vivimos momentos decisivos para poner sobre la mesa una ruta estratégica que permita una reactivación económica y evite una recesión anunciada”.
Para el profesor de Economía de la Universidad del Rosario, Carlos Sepúlveda, en el corto plazo, el Gobierno debería apuntar a generar consensos alrededor de las políticas públicas y crear estrategias que sirvan para impulsar la actividad económica.
“El debate polarizado alrededor de los sectores en energía, salud, agro, ha llevado a desestimular el involucramiento del sector privado, hay que lograr un equilibrio, tener reformas con mejores arreglos nacionales y que se logre la participación activa de todos”, dijo.
Para Camacol, las cifras del sector constructor, que cayó 8% en el PIB (-5,0 % en edificaciones y - 15 % en obras civiles), preocupan y hacen más evidente la necesidad de implementar una estrategia contracíclica efectiva.
“Reducir la incertidumbre, como la que se genera con medidas que se encaminan a incrementar el predial, y recuperar la confianza de los compradores y empresarios, será fundamental para retomar una dinámica de crecimiento de la economía en el corto plazo”, dijo Guillermo Herrera, presidente del gremio.
El exministro José Manuel Restrepo, coincidió en que los más preocupante es el comportamiento de la inversión que viene en caída libre (-8,9%, en primer trimestre, -24,6% en el segundo y -33,5% en el tercer trimestre. Si no hay más inversión y las exportaciones no crecen, será difícil tener un motor de crecimiento viable”.
Asimismo, el economistas José Ignacio López, aseguró que la caída “estrepitosa” en la inversión explica en buena parte las cifras negativas. “Si la inversión estuviera estancada al nivel prepandemia, el PIB hubiera crecido 6,5% en lugar de -0.3%. Tasas altas, aumento prima de riesgo país, incertidumbre regulatoria y legislativa, 2 reformas tributarias pospandemia, han creado un clima adverso. Se necesita una mayor articulación entre lo público y lo privado, y mensajes de confianza para recuperar la senda de crecimiento”, aseguró.
Otras reacciones
Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, explicó que a pesar de que el consumo de los hogares sigue creciendo, la parte de comprar bienes durables como carros, celulares, inclusive textiles, comenzó a caer de manera importante mientras que el consumo de alimentos y servicios continúa creciendo ligeramente.
Reiteró que por el lado de la inversión, definitivamente los datos no son buenos, ya que la inversión en construcción cayó de manera importante, “por el lado de los sectores lo que ayudó fue sobre todo la producción de servicios como los que presta el sector público, servicios que también prestan la parte de medicina; la agricultura también tuvo algún repunte mientras que la manufactura y las ventas al por menor siguen estando bastante deprimidas durante el tercer trimestre”.
La buena noticia, dijo, es que cuando se compara el PIB de manera trimestral en el margen, “lo que vemos es que el consumo de los hogares comenzó a repuntar un poco y el desbalance externo, las importaciones están cayendo de manera muy importante, haciendo que muy posiblemente este desbalance externo se termine de corregir y ayude a que la tasa de cambio no suba mucho. Todo esto nos hace pensar que el Banco de la República puede comenzar su recorte gradual de las tasas de interés en diciembre. En Scotiabank Colpatria pensamos que puede ser de 50 puntos básicos, de 13.25 % a 12.75 %”.
Las actividades que sí crecieron, en el tercer trimestre del 2023, fueron las financieras (1,6%); suministro de energía y gas (2,5%); actividades inmobiliarias (1,8%); actividades artísticas (4,9%); explotación de minas (3,5%) y administración pública y defensa (5,3%).
En lo corrido del año cinco de las doce actividades económicas se encuentran en saldo negativo en el acumulado del año. Sectores como el comercio y las actividades secundarias no verán cifras positivas a cierre de 2023, según análisis de Anif.
Como resultado, el crecimiento de la economía en el año corrido se encuentra en 1.0%. De acuerdo con algunos analistas, el año 2024 será “muy frío” en materia económica sin llegar a generarse una crisis, pero sí se podría ver un aumento en las cifras del desempleo.