El Gobierno Nacional sigue empeñado en tramitar una nueva ley de financiamiento que le genere unos $12 billones para completar el presupuesto general del 2025.
Dicho proyecto se estaría presentando en los próximos días al Congreso de la República y, aunque aún no se saben detalles de la iniciativa, el tema ya causa escozor entre algunos líderes que la consideran innecesaria y problemática.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, asegura que el problema de una nueva reforma es que aumentaría aún más la carga tributaria en una economía que está hasta ahora recuperándose. “El año pasado creció 0,6%, este año nosotros estimamos que el PIB repuntará 1,6% y, en ese contexto de una economía débil, pensar en una reforma tributaria, sería contraproducente”.
Recordó el analista que apenas este año se están sintiendo los efectos de la primera reforma de este Gobierno. Y, según la Dian, 400.000 colombianos tendrán que declarar renta, por primera vez, y seguramente muchos de estos tendrán que pagar el impuestos.
“Es como intentar sacarle sangre a un paciente anémico, en lo que hay que enfocarse es en recortar el tamaño del presupuesto para ponerlo en montos razonables y hacer un esfuerzo muy grande para revisar la eficiencia del gasto público en el país, antes de pensar en nueva reforma tributaria, que sería la tercera en un periodo de 4 años”, reiteró.
De igual forma, Luis Hernando Franco Murgueitio, experto en tributaria, explicó varias razones por las que el proyecto de ley de financiamiento es innecesario e inoportuno. Según el analista, esto afectará la estabilidad económica, “una reforma podría alterar ese incipiente equilibrio” y aumentaría la carga tributaria que considera ya es una de las más altas en América.
“La incertidumbre empresarial que genera otra tributaria afecta la inversión y el empleo. Además, hay falta de consenso, pues la propuesta de reforma no ha contado con un consenso amplio entre los diferentes sectores económicos y políticos.
Para Murgueitio, antes que introducir nuevas normas al sistema tributario para incrementar los recaudos, el Gobierno debe enfocarse en tareas como combatir la corrupción vía intervención de las entidades de control y la Fiscalía, reducir el despilfarro en el gasto, freno al contrabando y redireccionamiento de programas hacia reactivación de la economía.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha dicho que aún se encuentran en proceso de redacción del proyecto de ley de financiamiento, pero descartó que se proponga aumentar el 4Xmil, como se dijo hace unos días.
Por el contrario, el Gobierno ha insistido que se buscará bajar el impuesto de renta para las empresas, lo que para algunos expertos significa que ese hueco se tendrá que tapar con otros impuestos que asumirían los colombianos.
Se estima que este año 6 millones de personas tendrían que declarar renta y buena parte de ellos pagar el tributo.
Henry Amorocho, profesor titular de Hacienda Pública, Tributación y Presupuesto de la Universidad del Rosario, dijo que se debe tener claro que hay diferencias entre una ley de financiamiento y una reforma tributaria. “La Ley de financiamiento se refiere a la posibilidad de obtener rentas que se puedan dar adicionales, en 2025, y no modificar la tributación vigente, lo que sí se haría en una reforma”.
“Pero lo que se ha conocido del proyecto es que buscaría reducir impuestos a las empresas, crear un tributo al carbono o modificar tarifa de ganancias ocasionales de 15% al 20%, entonces estaríamos hablando de una reforma tributaria”.
Para el académico, la economía apenas empieza a repuntar y no sería bueno aumentar las tarifas impositiva, “pero sí sería procedente hacer una ley de financiación para que se haga más efectiva la lucha contra la evasión y la elusión”, dijo.