Si los países latinoamericanos quieren cambiar las condiciones de vida de la población más vulnerable deben crecer a tasas de 4% anual o más, pero para lograrlo deben contar con las empresas.
Así lo plantea Núria Vilanova Giralt, presidenta del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI), quien estuvo ayer en Cali -reunida con empresarios de la ciudad- para promover el Congreso que tendrá este gremio en junio próximo en Cartagena (del 17 al 18).
CEAPI está formado por 250 presidentes de grandes empresas iberoamericanas, quienes buscan fortalecer las relaciones empresariales y el crecimiento.
De acuerdo con la ejecutiva, es el momento para que Colombia, y sobre todo los empresarios, aprovechen la oportunidad de atraer inversiones de los países que están mirando hacia Latinoamérica, y a la vez, mirar a España como una plataforma de exportación hacia Europa, e incluso Estados Unidos.
¿Cuál es el propósito del Congreso que CEAPI realizará en Cartagena?
El Congreso lo definen dos aspectos clave: uno es la oportunidad de mostrar todo el potencial que tiene Colombia para captar inversiones, la oportunidad de involucrarse en proyectos y de consolidar su expansión en otros territorios. Esto porque cuando tú creces en otro país te conviertes en mejor empresa, porque tu base en Colombia mejora, tienes experiencias internacionales, innovas más rápido y creces más rápido.
El otro gran tema del Congreso es nuestra obsesión por el crecimiento. De hecho, el título del Congreso habla de crecer. Yo creo que los empresarios no pueden ser insensibles a la situación de la región y estamos en un momento en el que hay muchas personas que viven con un nivel grande de dificultad económica y de falta de acceso a muchas cosas. Es muy difícil que los gobiernos encuentren las soluciones en países donde hay demasiada economía informal y, por lo tanto, solo paga impuestos una pequeña parte del mundo empresarial. Esto genera poco dinero para que las políticas públicas permitan cambiar radicalmente la situación de la sociedad.
Pero ese crecimiento no se puede conseguir sin el concurso de las empresas y el crecimiento por debajo de un 4%, no cambia la situación de los más vulnerables, tenemos que apostarle a llegar a ese 4% o más en los países, si queremos que haya impacto en la empleabilidad, en la creación de empleo y en las oportunidades de la gente.
Usted dice que para crecer primero hay que creer, ¿a qué se refiere?
El gran problema de Colombia, y de los países latinoamericanos en general, no es su realidad, porque estamos en un momento donde la geoestrategia importa y en ese sentido Colombia lo tiene todo. Tiene gente joven, que es algo que ya no existe en grandes países del mundo. China no tiene relevo generacional, Europa tampoco, Estados Unidos tampoco. También tiene materias primas: minerales, petróleo, etcétera; tiene capacidad de producir energía verde; tiene agua, tiene mucha tierra fértil y tiene un gran potencial turístico.
Colombia tiene todo ese gran potencial para aprovechar, lo que necesita es confianza, la confianza de los empresarios colombianos y necesita dar al mundo esa imagen de confianza para atraer las inversiones. El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo decía hace poco que antes América Latina necesitaba el mundo, pero que ahora el mundo necesita a América Latina.
Usted habla de que los países necesitan crecer al 4% para poder reducir la pobreza, Colombia está por debajo de eso, ¿cómo las empresas pueden ayudar en ese propósito de empujar el crecimiento?
Hay dos grandes retos: inversión y educación. Porque también necesitamos trabajar la empleabilidad, o sea que las personas tengan las capacidades adecuadas para las industrias. La educación hoy es más fácil que nunca porque puedes trabajar, de manera muy rápida, en formación profesional, no grandes ciclos de carreras universitarias.
Uno de los temas que vamos a traer a Colombia es el discurso de los nuevos ‘players’ (jugadores) en América Latina. ¿Quiénes son esos nuevos ‘players’?, son las familias indias, por ejemplo, que empiezan a ser inversores importantes en América Latina, o los Emiratos, Arabia Saudí, Qatar y Omán. España y Alemania tienen mucho interés en Latinoamérica, igual que Francia, Italia, y Reino Unido y tenemos que ver, incluso, países que a lo mejor no se les esperaba en este juego como Filipinas, que están trayendo inversiones, y también, en menor medida, Japón y Corea.
Si conseguimos activar la confianza de los colombianos, la confianza de los inversores tradicionales de España, Estados Unidos, China, que también están cambiando su manera de invertir, y esos nuevos ‘players’, las oportunidades son tremendas. Sobre todo en una ciudad o una región como Cali, que está atrayendo la COP16 y que está trabajando en darse a conocer en el mundo.
Por eso invitamos al alcalde de Cali, al Congreso porque Colombia no se entiende sin Cali, sin Medellín, sin Cartagena, sin sus regiones y vamos a tener una mesa de nuevos alcaldes para que cuenten esa oportunidad de transformación que lideran.
¿Considera que los empresarios de Colombia tienen esa confianza que se requiere?
Uno de los casos que ha salido es el de México. Ese país generó cierta desconfianza cuando asumió el poder López Obrador, pero la realidad del país es tan fuerte que sin que haya habido un cambio político, ha regresado la confianza a México y está recibiendo ahora inversiones de Estados Unidos, hay empresas chinas abriendo fábricas en el norte de México, por el tema del ‘nearshoring’. Y los empresarios mexicanos han vuelto a apostar por su país, porque de alguna manera se dan cuenta de que el momento del mundo hace que México, pero también Colombia, tengan oportunidad de crecimiento y son los primeros que no quieren perderse la fiesta de apostar por su propio país.
La realidad es la que es y es que el número de habitantes de Colombia, la fuerza de sus empresas, de sus recursos, es la que es. Entonces yo creo que vamos a ver cosas que impactan en positivo en el país y el Congreso de CEAPI tiene que acelerar ese proyecto. También vamos a invitar, por ejemplo, al secretario general de la Unión de Estados Africanos; vamos a contar el caso de España, que está acogiendo inversiones de Colombia y de otros países de América Latina para desde ahí crecer en Europa. En general vamos a atraer aliados para acelerar el crecimiento en otros mercados. Queremos que sea un momento de generar confianza, y de hacer que sucedan cosas.
¿Cómo lograrán ese objetivo?
El Congreso es solo para presidentes de empresas o consejeros delegados y familias de empresarios. La idea es que los que vayan sean personas con capacidad de decidir, por lo cual nosotros decimos que en nuestro congreso siempre pasan cosas. Y ese pasar cosas es que de ahí salen nuevos distribuidores para otro país, nuevos acuerdos, nuevos proyectos, nuevas inversiones.
¿Latinoamérica es la región que más interesa en el mundo, Colombia y otros países se están dando cuenta de esto?
Quizá no diría que es la región que más, pero sí que hoy está en el punto de mira. América Latina, que antes pasaba desapercibida para muchos países o inversores, hoy es importante, hoy está en la hoja de ruta. Y como yo digo, la realidad está por encima de todo lo negativo y la región va a recibir inversión sí o sí.
La oportunidad está y sucederá, pero si se trabaja en un tema tan importante como la seguridad y la violencia el impacto será muchísimo mayor. No puedes trabajar la seguridad y la violencia sin tener en cuenta el llegar a las capas más desfavorecidas y crear oportunidades y empleos. Entonces para mí ese es el gran reto. Hay que hacer políticas muy activas contra la violencia, de control de servicios de inteligencia, de lucha contra el narcotráfico, pero nunca será suficiente si no creamos también oportunidades.
¿Qué ha pasado con las relaciones con España y los flujos de capitales en América Latina?
España sigue teniendo interés inversor en América Latina, eso se mantiene y durante años ha sido el primero o el segundo inversor. Lo nuevo es que ahora esa relación ya no es solo en dirección España - América Latina, sino que también es América Latina hacia España.
Eso es lo nuevo que empezó a suceder hace 10 años, pero se ha concretado sobre todo en los cuatro últimos años y Colombia tiene a Colombina, Nutresa, Juan Valdés, Totto y ahora entra Omar González, del grupo Trinity, un empresario de Bogotá, que adquirió tiendas de Clarel de España. Entonces, los empresarios latinoamericanos están invirtiendo en España, pero quiero resaltar, no para quedarse en España, sino que usan España como plataforma para ir a África, al resto de Europa, Estados Unidos, Asia, etc.
¿El Congreso de CEAPI estará abierto a todos los empresarios colombianos?
En el Consejo Empresarial somos 280 socios, de todos los países, de España y de América Latina. El evento está previsto para 450 empresarios y, por supuesto, queremos dar la oportunidad a los empresarios colombianos a que participen. Intentamos que las ponencias sean espectaculares, de los grandes temas de tendencia. Vamos a hablar de geoestrategia, de temas para que los empresarios tomen decisiones, pero este es un congreso sobre todo de interactuar, de que sucedan cosas.
Tenemos ya confirmada la participación de al menos el empresario más grande, el número 1 según la lista Forbes, de 8 países de la región.
Eso no significa que sea un congreso elitista, hecho solo para los mayores, pero nos parece muy importante que los mayores empresarios lo apoyen, para acompañar al resto de empresas que pueden aprovechar esta oportunidad. Es un congreso donde invitamos a asistir en familia.
Por ejemplo, se organiza un encuentro de hijos de los socios porque están en el negocio tradicional o a lo mejor están ya con emprendimientos totalmente nuevos, que acabarán siendo más grandes que el negocio tradicional, porque el mundo cambia y los negocios también. Y tenemos siempre un encuentro con mujeres porque también nos parece muy importante fortalecer y reconocer la relación entre las mujeres, estas son actividades previas que haremos antes de la inauguración del Congreso que dura dos días.