Invertir a través de la bolsa de valores es un deseo que manifiestan muchas personas, pero a la vez les causa incertidumbre y desconfianza, en gran medida debido a la falta de entendimiento sobre los beneficios que proporciona y al desconocimiento de cómo funciona el mercado.
Hoy en día, la Bolsa de Valores, como entidad privada, se encarga de centralizar la negociación de los valores registrados. Para ello, ofrece servicios, sistemas y mecanismos que aseguran una intermediación justa, competitiva, ordenada, continua y transparente, todo bajo estrictas regulaciones diseñadas para proteger las inversiones de sus clientes.
Así las cosas, con el conocimiento adecuado y una estrategia de inversión bien definida, la Bolsa de Valores puede transformarse en una herramienta poderosa para que una persona o una empresa aumente el capital y alcance metas financieras a largo plazo.
Carlos Sánchez, director general del Mercado de Capitales en Credicorp Capital, explicó que “para sacar el máximo provecho de las oportunidades que ofrece la bolsa de valores, es fundamental tener claridad en los objetivos, el perfil de riesgo y el horizonte de inversión. En este sentido, contar con asesoramiento profesional puede marcar la diferencia”.
Asimismo, dio conocer cuáles son los seis beneficios de invertir por medio del mercado de valores:
- Crecimiento de capital: Invertir en acciones puede generar un crecimiento significativo en el capital a lo largo del tiempo, las empresas con buen desempeño tienden a aumentar el valor de sus acciones, lo que se traduce en beneficios para los inversionistas.
- Diversificación global: Invertir en la bolsa permite diversificar mediante la compra de acciones de empresas en diferentes industrias y sectores. Además, la selección de compañías en el mercado internacional ayuda a proteger la inversión contra riesgos específicos. Por ejemplo, en Colombia a través del Mercado Global Colombiano los inversionistas pueden tener acceso a diferentes acciones y ETFs listados, en otros mercados como Estados Unidos.
- Variedad de instrumentos: En el mercado de valores se ofrece una amplia gama de opciones financieras, como acciones, bonos, papeles comerciales, cada una con diferentes niveles de rentabilidad y riesgo. Esto permite ajustar el portafolio según los objetivos y la tolerancia al riesgo de cada inversionista. Hay que recordar que mientras las acciones pueden ser opciones más riesgosas, los bonos pueden ser más seguros y una buena opción en un portafolio conservador.
- Flexibilidad en las inversiones: Al no tener un monto mínimo requerido para comenzar a invertir, se puede iniciar con una cantidad pequeña y aumentar la inversión gradualmente, para así adaptar la estrategia a la situación financiera de cada persona.
- Acceso a liquidez: Las acciones en compra y venta en los mercados financieros pueden ser de gran ayuda para convertir rápidamente inversiones en efectivo si es necesario. Así, mientras en algunos casos los recursos invertidos deben estar un tiempo mínimo, en acciones se puede invertir en la mañana y vender en la tarde, con lo cual la liquidez es bastante alta.
- Ingreso pasivo: la inversión a través de la bolsa de valores también permite la consecución de ingresos pasivos, por ejemplo a través de los dividendos decretados sobre las acciones que se poseen y que le permiten al inversionista recibir de forma periódica algunos recursos. Esto también aplica en algunos casos para bonos a través de los pagos y rendimientos de los mismos, convirtiéndose en una gran opción.
“Para sacar el máximo provecho de las oportunidades que ofrece la bolsa de valores, es fundamental tener claridad en los objetivos, el perfil de riesgo y el horizonte de inversión. En este sentido, contar con asesoramiento profesional puede marcar la diferencia”, explicó Carlos Sánchez.