El Valle del Cauca sigue siendo una región privilegiada por su desarrollo económico y social, sin embargo, necesita avanzar más en el campo educativo, al igual que en la bancarización de sus habitantes.

Estos dos retos quedaron planteados en el “Compás Empresarial y de Competitividad” bajo el marco del Índice Sintético de Calidad de Vida tras quedar la región en noveno lugar en las Pruebas Saber, mientras en inclusión financiera ocupó el octavo puesto en el país. También hay que superar la desigualdad de ingresos.

Según Carlos Andrés Pérez, director de la Unidad Económica y de Competitividad de la Cámara de Comercio de Cali, “el desafío más importante a nuestro juicio es el desempeño en la calidad de la educación a nivel de primaria y secundaria”.

En su concepto, una forma de seguir elevando la calidad de vida de los vallecaucanos es precisamente a través de mejoramiento de la calidad educativa en los niños y jóvenes para dejar atrás los bajos resultados de las pruebas internacionales Pisa y Saber.

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Se trata de una variable gestionable tanto a nivel municipal como departamental, subrayó.

“Eso facilita el crecimiento personal y de oportunidades de los niños, lo cual en un futuro se reflejará en su desempeño en las empresas”, subrayó el experto. Eso incluye, anotó, a quienes tienen oportunidad de acceder a una muy buena educación.

En ello coincide Julio César Alonso, director del Centro de Economía y Finanzas de la Universidad Icesi, quien resaltó que “la educación es tal vez el factor más importante para el futuro de la competitividad de la región. Es igualmente la mejor herramienta para incrementar la distribución de los ingresos en el futuro”.

Se trata, subrayó el académico, de un tema pendiente en la agenda de competitividad regional que debe ser abordado a profundidad.
Para ello, anotaron Pérez y Alonso, se debe conformar un frente común para atender el tema educativo.

Esos avances deben presentarse primordialmente en matemáticas, lectura y escritura, lo mismo que en bilingüismo, es decir, en el aprendizaje de un segundo idioma, como el inglés, mejorando a su vez las remuneraciones a los docentes.

En cuanto a bancarización, Pérez puso de presente que el sistema financiero debe enfocar más sus esfuerzos no solo en los municipios más grandes, sino en aquellos pequeños y en el sector rural.

Por su parte, el analista Julio César Alonso anotó que “Cali como ciudad cosmopolita debe precisamente brindar una mejor oferta educativa, pero de calidad, teniendo en cuenta el buen ambiente social y económico que presenta el departamento frente al de otras regiones del país”.

Los otros avances

El Valle del Cauca, a pesar de sus falencias educativas, es la segunda región en calidad de vida, después de Bogotá y Cundinamarca. A ello, han contribuido variables como el de contar con una cobertura de cotizantes a seguridad social que alcanza el 59,6%, el cual se atribuye a sus avances en materia de formalización laboral.

De igual manera, el departamento sobresale en cuanto a cobertura en materia de agua y alcantarillado (2 y 3 lugar en el país) lo mismo que en conectividad a internet (2. lugar) con cobertura del 45%. Falta mejorar el acceso a energía, pues ocupa el octavo puesto. En servicio de recolección de basuras, ocupa el segundo lugar.

Paradójicamente, el Valle pese a sus falencias educativas, es el segundo departamento en Colombia en alfabetización de adultos.

En cuanto a la tasa general de participación femenina en el campo laboral, la región está en sexto lugar, Lo anterior demuestra que la mujer tiene hoy mayor presencia en el mercado del trabajo frente a otras épocas.

El Valle del Cauca dispone de estructuras productivas relativamente diversificadas y niveles de urbanización superiores al 70%. En igual condición están Caldas, Risaralda y Quindío.

18,8 %
es la tasa de fecundidad en el Valle en madres adolescentes.
Ocupa el puesto 21 entre 23 regiones.
51,4
puntos logró por el Valle en las pruebas Saber 11 en matemáticas y ciencias naturales.

En acceso al servicio de gas natural, el Valle ocupa el tercer lugar en el país. Pero está en el octavo puesto en cuanto a energía eléctrica, variable a mejorar.