En una semana estarán prohibidos en Colombia los plásticos de un solo uso. Tal vez, uno de los productos más cercanos a los colombianos, pero también de los que más impacto causa al ambiente, es la bolsa de empaque que entregan en tiendas y supermercados.
Estas deben desaparecer, incluso algunos supermercados se adelantaron a la norma y esta semana ya no la estaban ofreciendo a sus clientes. Ahora, a muchos les tocará retomar la bolsa reciclable o el antiguo canasto del mercado.
Daniel Mitchell, presidente de Acoplásticos, gremio que agrupa a empresas de este sector, da claridad sobre cuáles son los 6 productos que no deben fabricarse más y explica las excepciones que quedaron en la norma que entra en vigencia el 7 de julio próximo.
Según el líder gremial, las empresas en Colombia han tenido que acoplarse a la nueva normatividad, pero reclamó que faltando pocos días para la puesta en marcha de la ley de plásticos de un solo uso, no había reglamentación para guiar a las más de 700 compañías del sector, adscritas a las cámaras ambientales, en la fabricación de los productos sustitutos.
¿Qué pasará este 7 de julio cuando entre en vigencia la ley de plástico de un solo uso?
Lo primero es aclarar el listado de productos que estarán prohibidos, porque no son todos, y sobre eso hay bastante confusión. Los que deben salir son las bolsas de punto de pago de los establecimientos de comercio, los rollitos de bolsas vacías plásticas que se ponen en los supermercados para empacar productos a granel, también las bolsas de las lavanderías, de los periódicos, de las revistas, de las facturas, así como los pitillos, mezcladores, el palito del copito plástico, y los palillos que se utilizan para sujetar los globos.
No se incluyen en esta prohibición ni los vasitos ni los cubiertos ni los platos desechables ni los recipientes, tampoco el icopor.
¿Las bolsas de la basura que se compran en los hogares están incluidas?
No. La bolsa de basura no tiene sustituto, no hay otro material que pueda cumplir esta función. Una bolsa para la basura no puede ser en papel porque se moja y se rompe, y no hay otro material que realmente sirva para ese fin, así que no se prevé que eso se prohíba en ningún momento.
Yo pienso que la bolsa de basura de los productos orgánicos debe ser biodegradable porque ya van hacia un proceso de biodegradación o compostaje, y la bolsa blanca, la de los reciclados, esa debería ser reciclable no biodegradable.
¿Cuáles son las excepciones a la norma?
Si los fabricantes o quienes distribuyen estos productos migran hacia alternativas sostenibles, estas sí pueden seguir siendo distribuidas o comercializadas.
Se pueden usar las bolsas reutilizables, también las biodegradables o las que sean fabricadas 100% con materia prima reciclada.
También hay unas excepciones a la norma, por ejemplo, las bolsas para los alimentos de origen animal, como las que se usan para empacar en carnicerías, pollo, huevo, carne, pescado, lácteos y demás pueden seguir utilizándose, también las bolsas que se usan para empacar bienes de la canasta familiar, diferentes a frutas y verduras con cáscara, por ejemplo bolsas para prendas.
¿En un futuro, vasos desechables y el icopor también tendrán que salir del mercado?
Están en la ley, pero la prohibición de estos arranca el 7 de julio de 2030, es decir que hay tiempo para que sean reemplazados.
¿Hay muchas empresas que fabrican estos seis productos que salen del mercado en Colombia?
Estimamos que el sector de las bolsas y pitillos, del listado de 6 productos, corresponde alrededor del 4% de la industria transformadora del plástico, se traduce en números redondos alrededor de 9.000 o 10.000 puestos de trabajo, cerca de 100 empresas, entonces ese es el impacto mayor que podría darse, el impacto real dependerá un poco de si estas empresas pueden transitar hacia alternativas biodegradables, alternativas recicladas o si pueden fabricar, los productos reutilizables.
¿Estos empresarios están listos para esta transformación?
Están en camino, la dificultad ha sido que el Ministerio del Ambiente se ha demorado mucho en reglamentar la ley, tenían año y medio para esta labor y todavía no ha salido esa resolución, entonces no tenemos claridad frente a cuáles son los requisitos y cuál es la manera de sustentar las alternativas de producción sostenibles que sí pueden permanecer en el mercado.
Dependemos todavía de ese detalle, se supone que la reglamentación salía esta semana. Esto es bien importante porque ahí sabremos cuáles son los productos que, de acuerdo con el Ministerio, se consideran biodegradables, cómo se demuestra esa biodegradabilidad o compostabilidad, cómo son los procesos para demostrar la trazabilidad para los productos que se han fabricado con materiales reciclados y demás.
Hay mucha empresa informal en el sector de las bolsas, pero entre las empresas formales, con las que hemos conversado, todas están explorando, dentro de sus procesos productivos, el uso de materiales biodegradables y también hemos tenido varias compañías que han hecho inversiones grandes en reciclaje para poder ofrecer estos productos.
¿Por qué la demora del Ministerio de Ambiente en salir con la resolución, eso no frena el cambio que tienen que dar los pequeños empresarios?
Afecta a los pequeños y a los grandes. Ya tenemos una idea de lo que vendría en la resolución porque existe un borrador y conocimos un proyecto que se puso publicó para consulta, es decir, algo de información hay, pero eso en cualquier momento lo pueden cambiar y las empresas tienen que prepararse porque si yo ofrezco una alternativa sostenible, en un producto que sí se puede seguir comercializando, pues necesito saber cuál es el criterio que el Gobierno va a exigir frente a eso para sustentar que es hecho con material reciclado.
Por ejemplo, una prueba de biodegradación no se hace en un momentico, eso se demora meses porque precisamente hay que simular unas condiciones de cómo se degrada un producto en ciertos términos, entonces no es algo sencillo.
Es importante esa reglamentación para que las fábricas puedan correr y demostrar que efectivamente tienen una alternativa sostenible y puedan seguir en el mercado.
¿Usted cree que tanto el empresariado como los colombianos están más conscientes de la necesidad de reducir el consumo de plástico y otros productos que afectan el medioambiente?
Colombia tiene cierto liderazgo en el tema de sostenibilidad de los plásticos, no solo a nivel regional sino global, sin compararnos con referentes como Europa o Japón, pero Colombia cuenta ya con una regulación muy robusta alrededor de los plásticos.
Por ejemplo, tenemos un esquema que obliga unas metas de reciclaje para los empaques y envases plásticos, tenemos un impuesto a los plásticos, tenemos una ley de los denominados plásticos de un solo uso, este debate en Colombia lleva muchos años, incluso dentro del esquema que se conoce como la responsabilidad extendida del productor, que es la resolución 1407 el Ministerio del Ambiente, se obliga a las empresas, que llevan producto empacado al mercado, a cumplir unas metas de reciclaje, entonces esto ha llevado a que se den unas inversiones muy grandes.
Yo diría que los últimos dos o tres años se han hecho inversiones que superan los 100 millones de dólares en ampliar capacidad para el reciclaje de los plásticos, lo que se viene incluso puede ser más, tenemos unas plantas muy robustas para el reciclaje de PET, tenemos 12 instalaciones recientes en reciclaje de poliolefinas, entonces la verdad Colombia va avanzando muy bien.
¿La salida del mercado de todas estas bolsas qué beneficio traerá al ambiente?
Depende un poco de cuál será la alternativa, si todo pasa de bolsa plástica a bolsa de papel de un solo uso, pues el impacto ambiental es mayor porque la bolsa de papel pesa mucho más, tiene mucho mayor huella de carbono sobre el cambio climático, consume más agua y lleva el monocultivo.
Si esto lleva a una conciencia mayor en los consumidores de usar bolsas reutilizables, bolsas hechas con material reciclado y demás, pues podríamos tener un impacto interesante porque el consumo de bolsas es alto, puede estar entre 50.000 toneladas o 60.000 toneladas al año, en número de bolsas es una cantidad escandalosa.
De este número muchas deben salir del mercado, convertirse en biodegradables, o ser hechas con material reciclado o alternativas reutilizables que normalmente son en otro tipo de procesos productivos.
¿Se puede aplazar la entrada en vigencia de la ley de plásticos de un solo uso?
“Como es una ley de la República no se puede aplazar, y los tiempos definitivamente no dan, lo que le hemos planteado al Ministerio del Ambiente es que si se podrían tener unos plazos para sustentar que efectivamente, los nuevos productos sustitutos, sí cumplen con los criterios exigidos para ello, y entonces seguir comercializándolos en un determinado periodo”.