Para muchas personas, adquirir una vivienda es la compra más importante en la vida. En muchos de los casos, no es solo por lo que significa, también por lo que puede costar una. En muchos casos, las personas se financian mediante una hipoteca. No obstante, este tipo de movimientos financieros no son tan sencillos de obtener como antaño. Para eso hay muchas condiciones, las cuales pueden ser un dolor de cabeza sin una planificación adecuada.
Hipotecas y créditos hipotecarios, a plazo fijo o variable, los tipos de interés. Estos son algunos de los puntos que ofrecen los bancos o empresas que pueden hacer este proceso. Será de gran importancia comparar y contratar todo. A continuación, varias claves que pueden ayudar a tener un mejor crédito hipotecario.
No esperar que la hipoteca conceda el 100 % del valor de la vivienda
Al momento de ir a una entidad bancaria se aprenden varias situaciones importantes. Se debe tener en cuenta que al momento de financiar la casa de los sueños, el máximo que conceden los bancos o cajas es de un 80 %. Esto es así por las recomendaciones de las autoridades financieras.
Esto es con el fin de reducir la carga financiera que soporta al comprador y los riesgos de las entidades crediticias. Para solicitar una hipoteca se deberá tener el 20 % del valor de la vivienda ahorrado. A esto se le suma un 10 % extra para destinarlo en otro tipo de gastos.
No es lo mismo hipoteca que préstamo hipotecario
Son parecidos, pero tienen diferencias marcadas y claves. Una hipoteca pone como aval a la vivienda nueva. Esto es con el fin de establecer una garantía adicional de pago por parte de la entidad. Esto quiere decir que: si no se realizan los pagos mensuales, el banco puede tomar la vivienda con el fin de venderla y recuperar el dinero que se prestó inicialmente.
El préstamo hipotecario presta dinero para comprar la vivienda. No obstante, la diferencia está en que se pueden utilizar otras garantías de pago y no el nuevo hogar. Eso sí, el banco debe dar el visto bueno que incluye activos financieros de alto valor.
Capacidad de endeudamiento y cómo se puede mejorar
Este no es más que un conjunto de normas que establecen las entidades bancarias para garantizar el pago. Aquí entran a relucir el pago de la cuota hipotecaria mensual, junto a otras obligaciones financieras de los solicitantes. Estas no pueden sobrepasar el 40% de los ingresos netos mensuales. Si esta es mayor, el riesgo de impago aumenta, por lo que los bancos, en esta situación, deciden rechazar la concesión de la hipoteca.
En algunas de las recomendaciones de este punto, se recomienda solicitar la hipoteca en pareja. Esto es habitual por el hecho de que la suma del neto de las dos nóminas permitirá tener un mejor ratio de endeudamiento. Es por eso que hay mayores probabilidades de que la hipoteca salga favorable.
Plazo de la hipoteca: factor clave a la hora de hacer cuentas
El plazo o la duración. Este es otro de los puntos claves. Entre más largo sea el plazo de amortización, menos se pagará cada mes. El problema es que también se mantendrá el nivel de endeudamiento alto durante todo ese tiempo. Eso límita a la hora de solicitar otro tipo de financiaciones, pues las comisiones será más altas o no se podrá acceder a ellas.
Comisiones bancarias: campo de minas
En algunos casos, unas condiciones iniciales buenas, pueden esconder comisiones bancarias poco interesantes. Lo importante estará en verificar cuáles incluyen las hipotecas que se esté interesado. Aquí se pueden encontrar comisiones por estudio del préstamo o por apertura, por amortización e incluso por cancelación adelantada (pagar antes de tiempo).
Dentro de las buenas noticias está que son negociables y cada entidad suele tener las suyas. Es por eso que otro banco o caja puede ofrecer unas mejores condiciones. Las mismas que podrían ajustarse más a las necesidades que se están buscando. El principal consejo es que las personas se informen y comparen todo.