La economía colombiana ha sufrido una dura crisis durante el último año. La baja en el PIB, sumada al estancamiento de la cifra de inflación, que aún lo baja acorde a lo esperado por los analistas, además del bajo recaudo tributario registrado para el mes de abril, ha dejado una fuerte preocupación sobre las finanzas públicas y su estabilidad.
Tanto así que hace algunas semanas, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público anunció un recorte en el presupuesto de la mayoría de las carteras del país, con el fin de ahorrar dinero y evitar una mayor afectación en la liquidez. Fueron cerca de 20 billones los que se recortaron y los ministerios que más lo sufrieron fueron el del Trabajo y el mismo de Hacienda.
Tras esos movimientos, las calificadoras de riesgo más importantes del mundo hicieron algunos anuncios. Moodys, una de las más importantes, decidió rebajar la perspectiva de Colombia, dejando un gran manto de duda sobre la confianza inversionista en el país, frente a la situación actual. Aunque la calificadora tomó esa decisión, decidió mantener el grado de inversión en el país.
Ahora, otra entidad similar, la calificadora Fitch Ratings, dio un nuevo concepto luego de analizar el Marco Fiscal de Mediano Plazo del Gobierno Petro. Aseguran que esta proyección es altamente realista y establece nuevas medidas para que el país pueda cumplir con la regla fiscal este año.
Pese a esa visión, Fitch también aseguró que los déficits de ingresos y la presiones del gasto son dos hechos que continúan presentando un alto riesgo para la deuda pública, pues, en pocas palabras, hay un gran número de gastos, pero que Gobierno no cuenta con ingresos suficientes para ello.
“Estos mismos grandes déficits fiscales, sumado a la creciente carga de la deuda pública y la pérdida de credibilidad de la política fiscal fueron las razones que llevaron a la calificadora a rebajar la nota soberana del país por debajo del grado de inversión en julio de 2021″, indicó la firma.
La agencia aseguró que el crecimiento económico de Colombia solo fue del 0,6% y que el marco fiscal proyectaba un crecimiento del PIB real del 1,7% en 2024 y al 3% en 2025.
“El impacto en los ingresos ha sido mayor de lo que Fitch anticipó. Las caídas provienen de una combinación de factores, en particular el fallo de la Corte Constitucional de 2023 sobre la deducibilidad fiscal de las regalías de las compañías petroleras y de carbón, y el hecho de que no se establezca un nuevo proceso de arbitraje para resolver las disputas fiscales con mayor rapidez”, aseguró la firma.
¿Qué dijo Moodys hace algunos días?
La calificadora de riesgo resaltó en su reciente informe y como aspecto positivo, la institucionalidad del país, que se traduce en el correcto funcionamiento de pesos y contrapesos. Asimismo, destaca que el Banco de la República sigue haciendo un manejo de la política monetaria de manera independiente.
Sobre el Gobierno Nacional, Moody’s sostiene que este ha tenido la capacidad de demostrar para hacer recortes en el gasto con el fin de cumplir la regla fiscal, y mantener bajo control los niveles de deuda, en línea con sus pares.
Para los expertos de la firma, el cambio en la perspectiva es el reflejo de complicaciones en la gestión fiscal por un crecimiento económico menor al esperado, el cual está afectando negativamente los ingresos tributarios, a lo que se suman mayores costos de endeudamiento, lo que en conjunto genera una presión adicional sobre las cuentas del Gobierno Nacional.
“Estos factores están obstaculizando la capacidad actual y futura de las autoridades para cumplir la regla fiscal, al tiempo que aumentan el riesgo de un posible deterioro en el perfil crediticio de Colombia”, asegura un informe de Moody’s al respecto.