El Fondo Monetario Internacional (FMI) suspendió temporalmente el acceso de Colombia a la Línea de Crédito Flexible (LCF), una herramienta que el país había mantenido desde 2009 para respaldar su estabilidad macroeconómica en momentos de alta volatilidad externa. La decisión fue anunciada luego de una evaluación fiscal reciente que identificó mayores déficits y rezagos presupuestales significativos.

De acuerdo con Julie Kozack, directora de comunicaciones del FMI, la permanencia de Colombia en la LCF ahora depende de dos condiciones, la finalización de la consulta del Artículo IV y una revisión intermedia que permita evaluar los avances en materia fiscal. Esta medida no implica un retiro definitivo del apoyo, pero sí representa una señal de alerta para los mercados y analistas internacionales.

Entre las observaciones realizadas por el organismo, se destaca que las restricciones de liquidez llevaron a una acumulación de pagos pendientes equivalentes al 2,8 % del Producto Interno Bruto (PIB). Tomando como referencia que el PIB colombiano de 2024 fue de 1.700 billones de pesos, el monto de estos rezagos asciende a 48 billones de pesos, afectando directamente el presupuesto disponible para 2025.

El exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, calificó la suspensión como el “peor mensaje para los mercados financieros” y advirtió sobre el riesgo que representa perder este respaldo en un contexto internacional incierto. “Nos quedamos sin llanta de repuesto justo cuando la economía mundial enfrenta múltiples incertidumbres”, aseguró.

Por su parte, María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, afirmó que la decisión debe verse como una advertencia clara sobre la necesidad de corregir el déficit fiscal, controlar el gasto público y fortalecer el crecimiento económico. A su vez, el exministro José Manuel Restrepo lamentó la noticia, señalando que perder la línea en 2025 enviaría una señal de desconfianza en la política macroeconómica del país.

El análisis fiscal del FMI también reveló que el déficit fiscal del Gobierno Central se incrementó al 6,7 % del PIB en 2024, frente al 4,2 % registrado en 2023, superando en 1,1 puntos porcentuales la meta establecida en el marco fiscal de mediano plazo. Esta desviación se atribuye tanto a ingresos fiscales inferiores a los proyectados como a un aumento del gasto primario, pese a los esfuerzos de ajuste implementados hacia finales del año.

Desde el Ministerio de Hacienda aún no se ha emitido un comunicado oficial respecto a los pasos que tomará el Gobierno tras la suspensión. Mientras tanto, se prevé la realización de reuniones técnicas para definir el futuro de la relación financiera entre Colombia y el FMI.

Colombia había solicitado renovar su acceso a la LCF por un año más, pero ahora deberá fortalecer sus indicadores macroeconómicos si desea recuperar el respaldo del organismo internacional. A nivel global, el FMI y el Banco Mundial ajustaron sus proyecciones de crecimiento económico, estimando una expansión del 2,8 % para 2025, mientras que para Colombia la expectativa se redujo levemente del 2,5 % al 2,4 %.