La intensa sequía que se registra desde el mes de julio en el Valle del Cauca, y que corresponde al segundo período seco del año, viene sembrando de preocupación los campos vallecaucanos.
De acuerdo con la CVC, las lluvias disminuyeron en un 30 % en agosto y en lo que va corrido del mes de septiembre en un 80 %. “Nuestra región andina es la que más se ha visto afectada, sin embargo, esta disminución es un fenómeno normal. Estamos en un periodo de neutralidad (no hay influencia de El Niño o La Niña) y esperamos que a partir del mes de octubre vuelvan las lluvias normalmente al departamento”, indicó Marco Antonio Suárez Gutiérrez, director general de la Corporación.
No obstante estos pronósticos, algunos gremios del agro creen que el contexto climático influirá directamente en la producción agrícola y los rendimientos esperados para la siembra del segundo semestre del año.
“Sin lugar a dudas, este es el flagelo más grave que hemos tenido, por lo que estamos trabajando en su prevención y mitigación, así como en el control de estas emergencias a partir de un trabajo colaborativo con las comunidades de nuestra área de influencia”, precisó Claudia Calero, presidenta de Asocaña.
Entretanto, Fenalce (Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya), advirtió que la situación actual dentro del departamento, en la zona del Pacífico, es preocupante debido a la sequía persistente.
En ese sentido, señaló que el distrito de riego ha detenido las actividades, debido a los bajos niveles del río Cauca, lo que ha imposibilitado la siembra de nuevos cultivos.
“Los agricultores están esperando la llegada de lluvias para poder sembrar, ya que depender únicamente del riego sin precipitaciones sería insuficiente para los cultivos. Además, la principal preocupación es que las fechas ideales de siembra se cierran a inicios de octubre, pero dado el clima, es probable que los agricultores se vean obligados a sembrar después de esta ventana”, indicó la entidad.
Asimismo, la escasez de agua durante el período crítico de siembra podría derivar en una reducción del 30 % en las áreas sembradas de maíz tecnificado afectando la rentabilidad del cultivo.
De otro lado, Héctor Fabio Cuéllar López, director ejecutivo del Comité de Cafeteros del Valle del Cauca, sostuvo que en gran parte de las regiones, incluido el Valle del Cauca, se debe estar dando inicio a la cosecha cafetera del segundo semestre, pero actividades normales del cultivo como la fertilización, renovación y recuperación de sitios perdidos, están siendo retrasadas por las bajas condiciones de humedad presentes en el suelo.
“El inicio de la cosecha previsto para medianos de septiembre puede sufrir retrasos, pero aún es prematuro conocer efectos o pérdidas exactas”, dijo Cuéllar.
Alertó, igualmente que, dadas estas condiciones, los ciclos de vida de la broca se acortan, por lo tanto, se debe reforzar el manejo cultural (prácticas agrícolas comunes, con el propósito de contribuir a prevenir los ataques de las plagas).
La Central de Abastecimientos del Valle del Cauca, Cavasa, informó que aunque en los dos últimos mercados el balance fue positivo en cuanto a oferta y demanda, y el comportamiento de precios fue a la baja, preocupan las secuelas y consecuencias que se dan en algunos cultivos en los que ya escasea de manera notable el agua.
“Es de esperarse disminución en la producción en gran número de productos básicos de la canasta familiar y ello conlleva a que sigamos con precios altos y oferta en expectativa”, subrayó Oliver Medina, coordinador de precios de la Central.
Lo anterior, se vislumbra en productos como, arveja verde, frijol verde, choclo, pepino, pimentón, tomate, tomillo, melón, sandía, piña y papa. “Como dije, la afectación va a ser general, la gran mayoría de estos productos suben sus precios y disminuye su producción”, recalcó Medina.
Impacto en pequeños productores
Don Ignacio Carrillo, agricultor del norte del Valle, perdió su cultivo de guayaba debido a la fuerte sequía. “Estamos en uno de los distritos de riego más grande del país, Asorut, pero cuando el nivel del río Cauca baja tenemos que regar los cultivos con agua contaminada, ahora ya escasea el líquido”.
Asimismo, agregó que los cultivos de aguacate, granadilla y pitahaya, están muy bajos de cosecha por el verano tan fuerte.
De acuerdo con el reporte hecho por las alcaldías, a través de las Unidades Municipales de Asistencia Técnica Agropecuaria, Umatas, en el Valle, por los cambios climáticos se han afectado este año 7400 hectáreas, con pérdidas agrícolas y pecuarias avaluadas en más de $65.000 millones.
Sin embargo, Ángela Reyes, secretaria de Agricultura del Valle, precisó que “específicamente en este mes de septiembre, no se tienen reportes en las Umatas sobre la sequía”.
Cabe anotar que, en el Valle del Cauca, los cultivos más afectados por estas dinámicas climáticas (lluvias y sequía) son los cereales, como el arroz, el maíz y sus derivados. “Tenemos más de 600 hectáreas reportadas, 2000 hectáreas de café y más de 1900 hectáreas de pasto”, expresó Reyes.
A la fecha, el plátano es el cultivo con mayor reporte de afectación con 1457 hectáreas, seguido de las hortalizas con más de 300 hectáreas, además de otros productos como el banano. “Hasta el momento, el departamento no presenta desabastecimiento por sequía, pero estamos monitoreando el ingreso de los alimentos que no produce el Valle del Cauca en los principales centros de abastecimiento y galerías, además de los que sí producimos y circulan por la región”.
Menos dependencia
Desde la Gobernación del Valle, a través de una política pública, se pretende sustituir alimentos que se importan de otras regiones.
Se van a identificar alrededor de 1000 hectáreas para cultivar productos básicos representativos como repollo, batavia, cilantro, apio, en las zonas frías cercanas a Cali. Asimismo, papa amarilla y papa parda en la zona de Barragán y Santa Lucía, Tenerife, indicó Carlos Alomía, gerente de Cavasa.