La nueva aerolínea Gran Colombia de Aviación, GCA, tuvo que enfrentar un comienzo turbulento, pues a pocos meses de iniciar operaciones en el país surgió la pandemia que obligó a cerrar los aeropuertos y a dejar los aviones en tierra.

Pero esto no frenó a la compañía que hoy retoma operaciones desde Cali, conectándola con Barranquilla, en una primera ruta a la que se sumarán otras en los próximos días.

Andrés Felipe Botero, gerente de esta aerolínea que tiene como inversionista a un empresario venezolano, cuenta que durante los últimos meses se han preparado con los protocolos de seguridad y que arrancan con la expectativa de ser una alternativa para conectar a los pasajeros del suroccidente del país con destinos en la Costa Atlántica y el oriente colombiano.

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¿Cuándo nace Gran Colombia de Aviación Airlines?

Fue fundada en agosto del 2017. Inicialmente se pensó en tener como base de operaciones la ciudad de Ibagué, pero por una estrategia comercial de la empresa se consideró que la mejor decisión era mudar la base de operaciones a Cali y operamos en el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón.

Tenemos un único accionista, que es Jorge Áñez Dagger, también propietario de la venezolana Avior, que lleva más de 25 años, y quien es un apasionado por el país y ha hecho una inversión inmensa en Colombia para poner a funcionar la aerolínea.

Después de más de dos años de certificación obtuvimos el permiso de operación el 26 de noviembre del año pasado e hicimos nuestro primer vuelo el 29 de noviembre entre Cali-Cartagena. Posteriormente, con rapidez incorporamos rutas adicionales a Barranquilla y Cartagena-Bucaramanga y durante los meses de diciembre y enero tuvimos un buen factor de ocupación, pero desafortunadamente llegó la pandemia.

¿Pensaron en cambiar sus planes cuando a pocos meses de iniciar tienen que parar operaciones por el cierre de los aeropuertos?

Esto es una situación atípica y desafortunada que nadie puede controlar ni hacer proyecciones específicas. Cuando en marzo se decretó el cese total de las operaciones nacionales e internacionales pensamos inicialmente que sería por un mes, y luego el tema se fue postergando mes a mes.

Pese a la presión y a estar hablando constantemente con la Aeronáutica Civil y el Gobierno solo hasta este mes se permitió la venta de tiquetes. Los efectos son devastadores porque mantener una compañía que está generando cero ingresos en seis meses es muy difícil.

Sin embargo, por parte de los accionistas y la junta directiva se hizo un esfuerzo muy grande y se logró, a pesar de la situación, mantener la aerolínea a flote y reactivarnos ahora.

¿Qué hicieron durante estos meses, qué pasó con los empleados?

Tenemos en este momento 101 empleados. Al iniciar la pandemia éramos 115 y no despedimos a ninguno, los que han salido se fueron por diferentes razones. Pero con base en las disposiciones legales suspendimos los contratos de trabajo porque, ante un evento de fuerza mayor, era imposible sostener los pagos durante un tiempo indeterminado porque no había fecha de reactivación específica.

En este tiempo se capacitó el personal de tierra y a bordo en cuanto a protocolos de bioseguridad, se adecuaron los espacios, se adquirieron implementos de protección, en general poner a punto la empresa para empezar a volar.

¿Con qué rutas arrancan hoy?

Es una apuesta grande y estamos listos para empezar a volar. Teniendo en cuenta la contracción del mercado y la situación actual que se está viendo en el país, queremos empezar con una operación ajustada al mercado, vamos a volar lunes y viernes en las rutas Cali-Barranquilla-Cali, son dos frecuencias semanales, en principio, y al 15 de octubre esperamos incorporar otras rutas que ya han sido autorizadas por la Aerocivil como Cali-Cartagena, Cali-San Andrés y Cali-Bucaramanga.

Ustedes son una aerolínea pequeña, es una apuesta ambiciosa competir en este negocio…

Si ve las cifras del mercado en Colombia antes de la pandemia se ve que estaba en franco crecimiento. Avianca tiene el 51 % y todavía hay mucho de dónde coger y nosotros apostamos a conectar el suroccidente con el oriente y norte del país sin pasar por Bogotá y eso es lo que genera unas ventajas para el pasajero porque no perderá tiempo de conexión y tendrá unas tarifas asequibles y adecuadas a la competencia.

En Colombia hay mucho mercado por explotar y explorar y eso se puede ver con el crecimiento que había antes de la pandemia y con la aparición de varias aerolíneas como Viva Air y nosotros.

¿Con qué flota inicia la operación?

La compañía opera con aeronaves Boing 737-400, que tienen capacidad para 144 pasajeros, 12 en cabina plus y 132 en cabina económica.

Nosotros tenemos una diversificación con una oferta de servicios ajustados a las necesidades de los pasajeros, con cuatro tarifas que permiten viajar con facilidad y tranquilidad. Si viajas ligero, si quieres viajar con equipaje, si quieres clase ejecutiva, la idea nuestra es romper el esquema del mercado aéreo y evitar que el pasajero tenga que tener tantos inconvenientes a la hora de cambiar sus tiquetes, queremos ser más flexibles y amigables con los pasajeros.

¿Qué tan competitivas son las tarifas?

Arrancamos con una tarifa mini de $139.800 por trayecto en la ruta Cali-Barranquilla o $250.00 ida y vuelta. Pero somos muy flexibles, según la forma en que el pasajero quiera viajar.

Lanzamos la campaña ‘Alas a la esperanza’, que invita a los viajeros a volar a donde sus sueños los lleven, y motivar el reencuentro que seguramente llevan esperando desde hace varios meses.

Además ofrecemos la posibilidad de reservar y pagar el tiquete 72 horas antes de la salida del vuelo.

¿Cuál es la perspectiva de crecimiento de GCA Airlines?

Para tener un punto de equilibrio tenemos que tener una ocupación mínima del 65 %, es decir que tenemos que tener en cada vuelo unos 70 pasajeros para salir adelante y apostamos a superar eso. Esperamos que a partir de los anuncios del Gobierno Nacional el mercado reaccione y empecemos a ver muy pronto los índices de ocupación que teníamos antes de la pandemia.

A 2021 esperamos contar con cuatro aeronaves y alcanzar unas 200 frecuencias mensuales en vuelos directos desde Cali.