Dos importantes reformas sacó adelante el Gobierno Nacional, la pensional, que solo espera la sanción del Presidente, y la laboral, que aún le quedan dos debates por surtir.
La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, en entrevista con Colprensa, afirmó que insistirá -durante la próxima legislatura- en la recuperación de los artículos sobre los derechos sindicales que fueron eliminados de la reforma laboral, defendió la recuperación de los beneficios laborales perdidos en el pasado y dijo estar lista para el debate, al sostener que la iniciativa hace parte de un “diálogo social” de país.
¿La reforma laboral no tocó a los informales, a esos ciudadanos de nada les sirven el pago completo de los dominicales o de las horas extras, para ellos cuál es el beneficio?
Lo primero que nosotros tenemos que ver es que Colombia tiene un problema estructural de informalidad, tanto en el empleo como también en la informalidad, que significa que no es un problema de ahora o de este Gobierno. Ahora, las políticas que han venido haciendo los diferentes gobiernos no han contribuido a disminuir la informalidad. Si usted mira la manera como se ha comportado en el tiempo, siempre se ha mantenido.
Este Gobierno ha tenido dos tareas: la primera es devolverles los derechos que les quitaron a los trabajadores, tanto de la jornada diurna y nocturna, como también el derecho de la indemnización para el despido sin justa causa, pero además lo que significa el pago de dominicales y festivos.
Este es un punto importante porque es justicia laboral, es restaurar lo que quitaron; ahora, la política para todo el resto de informalidad, el Presidente la ha planteado y la tenemos en el Plan Nacional de Desarrollo desde donde hemos dicho tres cosas: vamos a generar empleo, a través de la reindustrialización, a través de poner el campo como motor de desarrollo y con el reconocimiento de la economía popular.
Y esta economía popular para nosotros tiene dos apalancamientos que son necesarios; uno, lo que es todo el acompañamiento técnico y el apalancamiento financiero, esto es decir créditos, donde el Estado va a ser el garante. Entonces, a través de la asociatividad nosotros lo que hacemos es integrarlo para que se beneficien de las políticas del Estado, pero sobre todo para que salgan del gota a gota, qué es lo que más los agobia y efectivamente al final del día los asfixia en su capacidad.
Quedan por delante varios debates más en el Congreso para que se haga realidad la reforma laboral y pueden pasar muchas cosas, ¿Qué hará su despacho para lograr la aprobación de esta iniciativa?
Lo primero que tenemos que decir es que la gente la debe conocer. Para que la gente la pueda incorporar y la pueda defender, haremos una pedagogía muy grande con lo que hay. Lo que nos ha quedado a nosotros claro es que esta reforma laboral tiene como un eje central que es la estabilidad en el trabajo, es decir, que haya un contrato a término indefinido que permita que las personas tengan seguridad social.
Lo segundo, nosotros trabajamos un contrato fijo que ha sido ponderado y acotado, de esta manera también damos un proceso de estabilidad y de llegar a la seguridad social, y hemos colocado una figura que es bien importante que es el tiempo parcial con proporcionalidad. ¿Qué significa eso? Significa que si tú estás en un centro comercial y trabajas, por decir algo, en una alta temporada, uno o dos meses, al terminar esa temporada te tienen que pagar la seguridad social y tus cesantías proporcionalmente, tus vacaciones, todo de manera proporcional, es decir, que la gente trabaje, pero que le paguen con justicia lo se merece.
¿Qué otras novedades en contratación incluye la reforma?
Esta reforma plantea también nuevas posibilidades: El contrato agropecuario y el jornal agropecuario, que son dos figuras distintas, pero que nos van a permitir que ese 1.600.000 trabajadores del campo puedan llegar a la seguridad social, permite también que las 600 mil trabajadoras domésticas puedan también tener la seguridad social.
Pero, además, nosotros creamos la figura para las plataformas. Hoy las plataformas digitales logramos que tengan la transparencia del algoritmo, que sus trabajadores tengan seguridad social ya sea por vía del contrato especial digital o de manera independiente, pero garantizando que el 60% de esa seguridad social la ponga la plataforma y el trabajador el 40%, y en todo caso, los riesgos laborales son asumidos por esas empresas de plataformas digitales.
Esto es un elemento bien importante, porque estamos permitiendo que más o menos 150 mil trabajadores que hoy están en esos registros, también ellos sean beneficiados con la seguridad social y hemos creado unos contratos singulares; por ejemplo, para los deportistas, el contrato para los artistas, para los periodistas. ¿Por qué singulares? Porque son oficios y profesiones que tienen un modus operandi distinto.
También tenemos una figura que son los empleos verdes y azules, que van acompañados de la reconversión laboral, es decir, cuál es la estrategia laboral para una transición justa y esto nos va a permitir que muchos de estos, por ejemplo, los sectores minero-energéticos, pasen a ser reconvertidos y de esta manera garantizarle a esa masa trabajadora que si ya no hay más explotación ellos van a poder migrar o mutar a otro oficio garantizado por las políticas del Estado y obligamos a las empresas a que así como hacen cierres comerciales, hagan cierres ambientales, laborales, que la gente sí importa.
¿El Gobierno tiene líneas rojas que no está dispuesto a negociar en este proyecto o está abierto a la concertación?
Bueno, como ustedes saben esto es un diálogo social, necesariamente tenemos muy claro que el Congreso de la República nada sale como entra; esto implica que hay que trabajar modificaciones, pero nosotros sí pensamos que el sentido de esta reforma, que es justamente avanzar hacia un país con enfoque de derechos, se deben cumplir los estándares, tanto nacionales como internacionales y los compromisos que este país ha adquirido con otras organizaciones mundiales.
Un elemento muy importante son las garantías de libertad sindical, de asociación sindical, que son parte de los convenios que Colombia ha ratificado con la OIT y el 87, el 98 y otros más que deben ser también desarrollados y que hoy hacen parte del bloque de constitucionalidad.
¿Es decir que en los debates que faltan van a insistir en recuperar aquellos artículos eliminados?
Claro que sí, tenemos tres debates para seguir avanzando y trabajando, aquí se marcó una pauta que nos muestra que hay una gran opinión que está en contra del sindicalismo colombiano y esto es no reconocer la democracia. La democracia la defendemos con un sistema de pesos y contrapesos y en el movimiento, en el mundo del trabajo, los pesos y contrapesos justamente son las organizaciones de los trabajadores como tal, así es que trabajaremos medidas para que se sigan fortaleciendo, pero sobre todo que Colombia mantenga los estándares internacionales.
El Congreso de la República, el empresariado colombiano no puede ir ante la OIT llevando un mensaje de ratificar los convenios y aquí en Colombia negar el desarrollo de los mismos, yo pienso que hay que trabajar en coherencia.
¿No es una contradicción hacer una reforma laboral cuando lo que necesita el país es ampliar su número de emprendedores y que estos tengan condiciones para hacerlo?
Bueno, un país para desarrollarse no solamente con una base de emprendedores, el país necesita agroindustria, tecnología y esto se hace con todos. Ahora, eso no excluye que haya un sector muy importante que tenga emprendimientos y estos se tienen que hacer, pero no a costa de los trabajadores.
A estos emprendimientos nosotros les estamos dando varios tipos de apoyo, incentivos, por ejemplo. Tenemos que hay 4 millones de micronegocios que son unipersonales, cómo los formalizamos; formalizarlos significa hoy que tenemos que ponerlos en registro de cámaras de comercio, eso implica que hay que disminuir el costo de esos registros para que la gente lo pueda hacer.
Un segundo elemento es que tienen que tener un sistema de contabilidad. ¿Cómo lo hacemos? Esa capacitación se la da el Estado a través del Sena, para que ellos tengan esa oportunidad de tener su propia contabilidad y saber cómo va su estado de pérdidas y ganancias.
Tenemos programas de generación de empleo, por ejemplo, una empresa pequeña o grande que vincule a un joven le estamos reconociendo el 30% de nómina, si vincula a una persona en situación de discapacidad le estamos reconociendo el 35% y si vincula una mujer, que sea cabeza de hogar, le estamos reconociendo 30%. O sea, hay unos incentivos grandes del Estado para eso y yo quiero decir que de estos incentivos se han beneficiado 25.500 empresas y el 90% de esas son pequeñas y medianas empresas, y hemos invertido alrededor de un capital de $674.000 millones que permiten que efectivamente se vayan generando empleos dignos, como es lo que nosotros estamos trabajando.
¿El hundimiento de la reforma educativa le deja alguna enseñanza al Gobierno sobre la necesidad concertar?
Bueno, yo tengo el otro ejemplo que es la reforma pensional. Después de haber pasado muchos obstáculos, logramos que fuera Ley de la República y esta es una reforma que no solamente le permite al Gobierno cumplir con parte de lo que prometió en su campaña, sino que esta es realmente una reforma de inclusión social, permitirá que más de 3 millones de adultos mayores salgan de la extrema pobreza y podamos darles un ingreso que les permita dignificar su vida.
Con esta reforma hemos hecho una propuesta estructural de un sistema de reparto que solamente tiene en el mundo Perú y Colombia. Colombia ya da el salto a los pilares, no queda sino Perú en reparto y desde allí nosotros con estos cuatro pilares generamos inclusión y tenemos unas figuras que a mí me parece que son muy fundamentales, por ejemplo, para aquella gente que cotiza, que es el 58% de los afiliados al sistema, que cumple y no cumple requisitos para pensionarse, a esas personas nosotros le vamos a coger su ahorro, le vamos a poner tres puntos de capital más el IPC y si es hombre le damos 20% de subsidios, si es mujer 30% de subsidio, con sólo un objetivo, transformar esto en una renta vitalicia que le permita al final de sus días dignificarse.
El sistema contributivo, que es el que más ha generado polémicas, es un sistema muy importante porque pone de manera complementaria y no competitiva el sistema público y el sistema privado. La esencia es que en Colombia todo trabajador, grande o pequeño, va a dar hasta 2,3 salarios mínimos, a Colpensiones y todo lo que sea de 2,3 puntos en adelante, o sea los excedentes, van a ir al sistema de ahorro individual y al final del tiempo, en 40 o 50 años, va a tener una sola pensión, la que le da el sistema público más lo que haya podido ahorrar allí.