En los últimos días, el Ministerio de Hacienda advirtió sobre un próximo incremento en el precio del Acpm en Colombia. Actualmente, con la gasolina corriente rondando los $ 13.000 por galón, se espera que el precio del ACPM alcance aproximadamente los $ 15.000 para el año 2024, según declaraciones del ministro Ricardo Bonilla.
Bonilla ha señalado que aún quedan cuatro meses de incrementos en el precio de la gasolina, y que el ACPM no aumentará hasta que se cierre la brecha con el precio de la gasolina corriente. El último mes programado de incrementos en la gasolina será noviembre y se espera que el precio del ACPM comience a subir lo más pronto, es decir, en diciembre.
Y es que desde hace varios meses, en Colombia se viene incrementando el precio de la gasolina. La razón por la que el gobierno del presidente Gustavo Petro llegó hasta esta instancia, que genera todo tipo de posturas, se debe a que busca dar solvencia al déficit del Fondo de Estabilización de los Combustibles (FEPC), que cerró 2022 en 37 billones.
Si el incremento es de 600 pesos, como los dos últimos ajustes de junio y julio, el precio promedio del galón en las ciudades principales llegaría a 13.564 pesos para agosto.
El precio más alto estaría en Villavicencio, superando los 14.000 pesos, seguido de Cali (13.997 pesos), Bogotá (13.973 pesos), Manizales (13.957 pesos), Pereira (13.940 pesos) e Ibagué (13.908 pesos). Sí, la capital vallecaucana tiene el segundo precio más alto en el país.
Mientras que los más bajos serían de Pasto (11.716 pesos), Cúcuta (12.025 pesos), Cartagena (13.603 pesos) y Barranquilla (13.644 pesos).
Andrés Velasco, director técnico del Comité Autó nomo de la Regla Fiscal (CARF) contó a La República que estima que, si efectivamente el aumento para agosto es de otros 600 pesos, “quedaríamos a menos de 1.000 pesos″ para cerrar la brecha entre el precio del galón en Colombia y el internacional, dependiendo de las fluctuaciones del precio internacional y la tasa de cambio.
Reducción del déficit del Fepc y preocupaciones sobre la inflación
El Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, también ha informado que el déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fepc) se ha reducido a $ 17,8 billones para este año y se espera que se paguen en 2024. De esta cifra, $4 billones corresponden a la gasolina, mientras que el resto se relaciona con el ACPM o diésel, cuyo valor aún no ha sido modificado.
Según el ministro Bonilla, “se está cubriendo el pago del segundo semestre de 2022, que vale $ 8,4 billones, para así financiar el diferencial de los precios de la gasolina”. Esto evidencia los esfuerzos por estabilizar y equilibrar el Fepc en medio de los incrementos de precios de los combustibles.
En cuanto a los incrementos futuros, Julio César Vera ha calculado que “actualmente al déficit se suman entre $ 1,06 billones y $ 1,09 billones por mes, dependiendo de cómo se mueva el consumo, el cual está entre 6,2 y 6,5 millones de galones por día. Por cada $ 200 pesos que se aumente el precio, se reduciría el déficit mensual en $ 39.000 millones”. Estas cifras reflejan la importancia de controlar el déficit y el impacto de los incrementos en el Fepc.
Sin embargo, uno de los aspectos preocupantes en este escenario es la inflación. Según estimaciones del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf), cada 1 % de aumento en el precio del ACPM, que equivale a cerca de $ 90 sobre el precio de venta al público, tendría un efecto a largo plazo en la inflación del 0,02 %.
Ante estas circunstancias, Andrés Velasco, director técnico del Carf, ha destacado la importancia de cerrar la brecha entre el precio regulado y la referencia de manera gradual, ordenada y constante, y con un enfoque en controlar la inflación. Velasco enfatizó que es fundamental llevar a cabo este proceso con cautela y considerando el impacto en la economía y los consumidores.
La complejidad de equilibrar el déficit del Fepc y la necesidad de manejar cuidadosamente el alza del precio del ACPM, según el Ministerio de Hacienda, compromete tanto las finanzas públicas como el impacto en la inflación y la economía en general.