El presidente Gustavo Petro generó polémica este lunes festivo 12 de junio, pues a través de su cuenta de Twitter oficial realizó una invitación a todos los colombianos frente al consumo de gasolina.
De hecho, el mandatario invitó a que se tenga un menor consumo de combustible. Bajo esta premisa, aseguró que el mismo seguirá esta recomendación y comenzará desde su casa y reduciendo la gasolina que consume en su caravana presidencial, aunque no dio detalles de cómo se llevará a cabo.
“La economía va bien, pero quiero que vaya mejor. En el frente del comercio exterior es clave que reduzcamos importaciones de combustibles, especialmente, gasolina. Eso depende de usted, hagamos esfuerzos por consumir menos gasolina en nuestra vida cotidiana. Comienzo por mi caravana presidencia”, trinó el presidente de Colombia.
Esta posición de Gustavo Petro generó diversidad de opiniones a través de las redes sociales. Precisamente, el vicepresidente de la Federación de Empresarios de Transporte de Carga, Fedetrascarga, Arnulfo Cuervo se pronunció al respecto.
“No tiene sentido de hablar de consumir menos energéticos cuando la industria, la producción y el transporte implica el consumo de combustible. Lo que tiene que pensarse definitivamente en cambiar la fórmula mediante la cual se rigen los precios de los combustibles”, afirmó Cuervo en algunos medios de comunicación.
Asimismo, el vicepresidente de la Fedetrascarga anotó que se tienen que disminuir los impuestos que se cobran por el 24%.
Por otro lado, Cuervo a través de su cuenta de Twitter también se pronunció: “Idea maravillosa, debe empezar por el exceso de consumo que hacen los funcionarios del gobierno, caravanas y vehículos, su vicepresidenta que debe abandonar el helicóptero y todos ustedes los viajes al exterior que se convirtieron en obligación. Vender humo es la clave”.
¿A quiénes afecta el alza del precio de la gasolina?
El alza de los combustibles es un asunto que no solo afecta a las personas de mayores recursos del país, sino que se refleja en toda la economía.
Así lo aseguran algunos analistas y ciudadanos que ven con preocupación el constante incremento de la gasolina, que el Gobierno Nacional justifica por la necesidad de dejar de subsidiar el costo de este combustible.
De acuerdo con el análisis de la firma Raddar, más del 70 % del parque automotor en Colombia está en manos de los hogares de ingresos medios y bajos, solo teniendo en cuenta carros.
“Si bien es cierto que los carros nuevos los compran personas de ingresos altos, el parque automotor está concentrado en ingresos bajos y medios y le pega mayoritariamente a esa población el aumento a la gasolina”, explicó Camilo Herrera, presidente de Raddar.
Agregó que también hay que mirar que los vehículos nuevos tienden a usar menos gasolina, mientras que los más antiguos, que están en manos en su mayoría de hogares de ingresos medio-bajos, consumen más. Es decir que el incremento del combustible no es un asunto de unos pocos.
Alberto Palma, director de la Fundación Familia Camionera Unida, precisamente dice que los cambios de precios afectan a los 50 millones de colombianos. “Con gasolina se mueve la mayoría de los trabajadores colombianos, que no solo usan carro sino motocicletas. También la gente del campo que utiliza, por ejemplo, fumigadoras a motor, guadañas y otra maquinaria que usa este combustible”.
Agregó que esto sin contar el efecto cascada que implican los incrementos, es decir que aunque no se justifique, se presentan subidas en productos de la canasta familiar.
Por otro lado, Johan Montealegre, director económico de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga, Colfecar, con más de 160 empresas de transporte, paquetería y mensajería que mueven el 80 % de la carga nacional, indicó que en su caso, el alza en la gasolina impacta sobre todo los servicios de paquetería y mensajería que se realizan en motocicleta, camionetas y vehículos tipo Carry.
La preocupación, advirtió, es que todos los meses está aumentando el precio de este combustible y, por ende, estos servicios que se prestan en las ciudades. “Como sector hemos planteado la necesidad de revisar las fórmulas que actualmente se usan para fijar los precios, tanto de la gasolina como del diésel, ya que los costos por ese rubro se han incrementado en un 20,6%, lo que definitivamente se traslada al valor que percibe el consumidor final”, indicó.