En la mañana de este martes, 3 de diciembre, se instaló la mesa tripartita de negociaciones para fijar el salario mínimo que regirá en Colombia durante el 2025, donde se conoció la cifra de productividad entregada por el Dane, dato que es clave para definir el sueldo básico de los colombianos, que para 2023 fue de 1,73 %.
Dato que no aporta mucho para que el incremento pueda ser de dos dígitos, como plantean los sindicatos.
La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, se encargó de corroborar el dato del Dane y señaló que, según las cifras entregadas por la entidad, la productividad laboral por hora trabajada fue de 3,43 %, la productividad media fue de 3,14 % y la productividad laboral por persona empleada de 1,76 %.
“Hemos decidido que el día de mañana (miércoles) trabajaremos para ponernos de acuerdo con cuál de estas cuatro cifras vamos a recomendar a la comisión de concertación para que ya tengamos el primer dato oficial, con la cual construyamos la cifra del salario mínimo que requiere Colombia”, dijo Ramírez ante los medios de comunicación.
Los resultados presentados por la entidad estadística cumplieron con las expectativas que ya habían dado los analistas, quieren esperaban un dato entre 0,50 % y 1 %, como respuesta al repunte de la economía este año.
Sin embargo, quienes se quedaron sorprendidos con el dato fueron los líderes sindicales. “Estamos francamente sorprendidos con los datos presentados hoy”, aseguró Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
Las propuestas del alza
Desde antes de que se instalara la mesa de negociaciones, el Centro de Estudios Económicos de la Anif propuso un incremento máximo del 6 % en el salario mínimo para el año 2025 en Colombia. Su recomendación la basaron en las proyecciones de inflación del 5 % y un crecimiento de productividad del 0,78 %, según informó la Asociación.
Cifras similares son las que han propuesto el Gobierno nacional, a través del Ministerio de Hacienda por 6,2 % y otra del DPS, de Gustavo Bolívar, por 6,5 %.
Por su parte, los sindicatos abogan porque el incremento no sea de menos del 10 % “en línea con la política que, de manera insistente, anuncia el Ministerio de Trabajo, que es la de ‘promover un trabajo decente’, lo que pasa por ofrecer ingresos dignos a los trabajadores”.
“No vemos probable un acuerdo. Dado lo anterior, el incremento sería definido por decreto y, conforme a nuestras estimaciones, podría estar cercano al 7 o 7,7 %, pensando en que el Gobierno quiera ‘redondear’”, expusieron los analistas de la agencia Dattis.
Por el lado de los empresarios, aún no se han referido a una cifra concreta. Sin embargo, insisten en que el incremento pactado no debería afectar la intención de generar empleo en medio de una economía que se ha visto afectada en sus diferentes sectores, principalmente los de la industria y la construcción.