Este sector ha implementado prácticas agroecológicas, el cuidado hídrico y la mejora de suelos, que son ejemplo en el ámbito internacional.
Martha Betancourt, directora ejecutiva de Procaña y Claudia Calero, presidente de Asocaña, resaltan las acciones que realizan desde la agroindustria de la caña de azúcar para mantener el equilibrio entre el uso del suelo agrícola, la transformación de la caña, el cuidado del agua, la conservación de la biodiversidad, los programas de responsabilidad social y la economía circular.
Comprometidos con la sostenibilidad
“La caña es un cultivo extensivo en el valle geográfico del río Cauca, abarcando cinco departamentos y 240 mil hectáreas, con importantes potencialidades en tres áreas: producción de azúcar para consumo humano; producción de alcohol carburante para vehículos, que reduce emisiones de carbono en 74% y la cogeneración de energía a partir del bagazo de caña de azúcar”, señala Martha Betancourt.
Agrega que el trabajo articulado con las entidades de control del Estado, los gremios, el centro de investigación Cenicaña, los ingenios y cultivadores no solo los hacen más eficientes, sino que contribuyen en procesos sostenibles para la región y el país.
Por otra parte la presidente de Asocaña, Claudia Calero, habla sobre el impacto y los beneficios que espera deje la COP16 específicamente para este sector.
“Esperamos que este evento sea un escenario que nos permita lograr alianzas estratégicas que contribuyan a dinamizar nuestras metas de restauración y conservación de ecosistemas en la región que hacemos a través del Fondo del Agua por la Vida y la Sostenibilidad”.
Ciencia, innovación y tecnología
Agrega Claudia Calero que es importante participar en la zona verde y los eventos paralelos que tendrá la COP16.
“Estamos convencidos de que es con ciencia, innovación y tecnología que podemos marcar la diferencia desde el sector agroindustrial. Además, queremos mostrar nuestros avances en materia de Inteligencia Artificial aplicada a los recursos naturales que usamos para la producción y procesamiento de la caña, así como los logros alcanzados en economía circular”.
Para la dirigente gremial de Procaña, los visitantes de la COP16 van a comprender cómo la caña de azúcar contribuye con la conservación de la biodivesidad en la región “a la vez que permite el desarrollo económico, social y ambiental de la producción de azúcar, etanol, energía y más de 120 subproductos.
Uso eficiente de los recursos
Las dirigentes señalan que la agroindustria de la caña es ejemplo en el país y el mundo en la implementación de procesos productivos que hacen un uso eficiente y un aprovechamiento total de la caña de azúcar.
“Somos más que azúcar, somos energía eléctrica, bioetanol. Además, el sector ofrece materias primas para otras industrias y procesos, es así como el bagazo, que es un subproducto que queda de la molienda de la caña, es utilizado por la industria papelera para la producción de artículos ecológicos y, en nuestros ingenios, lo usamos como combustible en las calderas, en reemplazo del carbón para producir vapor y cogeneración de energía”, argumenta Calero.
Esta agroindustria cuenta con el Centro de Investigación de la Caña de Azúcar de Colombia, Cenicaña, desde donde se contribuye al mejoramiento y conservación de un ambiente productivo.
Desde Procaña, por ejemplo, promueven, entre otros, el Programa Integra “una guía de caña sostenible para Colombia, permitiendo a los agricultores medir y mejorar sus prácticas sostenibles, mediante una plataforma que está alojada en la nube. En el país solo cinco sectores cuentan con esta guía. Iniciamos con 1200 hectáreas y hoy tenemos más de 52.000″, comparte Martha Betancourt.
Desde Asocaña señalan que la caña es clave en la transición energética y la movilidad sostenible. “Venimos contribuyendo a la disminución de gases efecto invernadero con la producción de bioetanol, pues desde 2005, cuando inició el programa de oxigenación de la gasolina en Colombia, se han utilizado 1670 millones de galones de este biocombustible, que han reemplazado el uso de 1059 millones de galones de gasolina en los vehículos de nuestro país. Esto ha permitido la reducción de cerca de 8 millones de toneladas de CO2, lo que equivale a que en los últimos 18 años se hubiesen sembrado más de 61 millones de árboles”, anota la Presidente de Asocaña.
En materia de eficiencia energética aplican los principios de la economía circular; producen energía a partir de la cogeneración con bagazo de la caña.
“En 2023 cogeneramos 1800 Gw de energía eléctrica, con la que funcionan en su totalidad nuestros ingenios azucareros y el excedente que para el año pasado fueron 811 Gw, fue entregado al Sistema Interconectado Nacional para abastecer a cerca de 550 mil colombianos. Podemos decir que somos altamente eficientes en materia energética”, dice la Presidente de Asocaña.
Esperan compartir avances que van de la mano de una agricultura aliada de la naturaleza y el hombre. Así como una producción que apoya procesos industriales limpios, eficientes y ambientalmente responsables.
Desde el campo, la investigación y la industria están comprometidos con la innovación y la protección de la biodiversidad.