La energía es uno de los principales componentes que impacta los costos de producción de una industria o empresa.

Según Ángela Montoya Holguín, presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica, Acolgen, hoy esos costos son inferiores a los del 2016, y aunque Colombia no es el país más barato de la región, tampoco tiene tarifas desbordadas, y menos para la industria.

La dirigente respondió así a planteamientos hechos por Asoenergía, gremio que advirtió sobre los riesgos de altas tarifas para la industria vallecaucana.

¿Cuál es peso real de la energía en los costos para la industria del Valle, ya que Asoenergía sostiene que la carestía tarifaria tiene amenazado a ese sector?

La realidad es muy sencilla verificarla, y ante todo, porque somos un sector bastante regulado además de que contamos con un operador del mercado que es XM. Frente al peso de la energía en los costos para la industria colombiana debo decir que, según cifras del Dane, es hoy el 6,94%, por lo que desconozco la cifra de Asoenergía que habla de un 33%. Hay, sin embargo, factorías donde la energía pesa entre un 15% y un 20%. El precio de la energía podría ser más competitivo de no aplicarse contribuciones o aportes a fondos, que encarecen las tarifas.

Por qué entonces, se señala que las tarifas son más altas aquí que en EE.UU. Perú, Ecuador y otros países, y por lo tanto no son competitivas...

Nosotros no somos los más altos, pero tampoco los más bajos. Países más caros son Brasil, Chile, República Dominicana, Costa Rica, El Salvador, Panamá, Guatemala, Uruguay, y luego está Colombia. Estamos en un rango medio y reitero que no somos los más caros del mercado, pero si frente a algunos países como Bolivia, Ecuador, Estados Unidos y Argentina, país donde deberán realizar una revisión próximamente por un tema de subsidios. En enero pasado, por ejemplo, según datos de la Comisión de Integración Energética Regional, el precio de la energía para los grandes clientes en Colombia conectados a alta tensión (115.000 voltios) fue de 7,8 centavos de dólar por kilovatio-hora y en media tensión (34.500 voltios) es de 9,5 centavos de dólar. Por lo tanto, Colombia está por debajo de los promedios latinoamericanos que oscilan entre 12,5 y 9,4 centavos de dólar por kilovatio.

Entonces, ¿cuál es el valor promedio que pagan las grandes industrias consumidoras en el Valle?

El sector no regulado del Valle (grandes industrias consumidoras) está pagando un promedio de 5,4 centavos de dólar por kilovatio-hora —según la última revisión de XM— lo cual está por debajo de los precios promedio de contratos en la mayoría de los países del mundo. Por lo tanto, los datos de Asoenergía están desactualizados.

La energía está hoy más barata que el año pasado porque ya no estamos enfrentando un fenómeno de El Niño, pues existe suficiente agua en los embalses, los cuales están en un 75%. Nos encontramos en un rango de entre 7 y 9 centavos de dólar por kilovatio-hora y no en 11 centavos como dice Asoenergía.

Estamos trabajando muy de la mano con la industria porque nos interesa la competitividad. Y ante todo, no podemos hablar de competitividad sin confiabilidad que son palabras mellizas.

¿Por qué se dice que la generación ineficiente —sobre todo en térmicas operadas a líquidos— está protegida a pesar de que hoy es la más cara?

Estoy en desacuerdo con eso. La energía térmica, y los colombianos no debemos olvidar, fue la que nos dio el respaldo durante el último fenómeno de El Niño. Si queremos energía debemos entender que Colombia tiene una matriz basada no solo con hidroeléctricas, sino con térmicas a gas, carbón más el ingreso de las energías renovables como la eólica y la solar.

Usted habla de que las empresas generadoras están trabajando con los industriales. ¿Cuál es esa estrategia?

En Acolgen le estamos apostando a temas como la eficiencia energética donde debemos dar pasados acelerados para lograrlo.

Hay que fomentar el uso de los medidores inteligentes, donde el mundo hoy los tiene, y tenemos que hablar de contratos a largo plazo lo que les dan a las distribuidoras, y sobre todo al sector no regulado, la posibilidad de lograr precios eficientes en el mercado.

Lo que Asoenergía no menciona son los riesgos que afronta la actividad de generación y que están relacionados con la dificultad de construir proyectos. La comparación que hace sobre los costos de generación son incorrectos, pues no se puede comparar el costo de generación en la bolsa en periodos de alto nivel de lluvias con los precios de energía en contratos. Estos deben reflejar una condición de largo plazo, en la cual el generador asume el compromiso de entregar la energía a su cliente.

A propósito de los contratos de energía, se afirma que son de largo plazo, pero con tarifas de $200 por kilovatio a los industriales, y eso los afecta ¿Qué responde?

Las empresas generadoras de energía son una industria. Y es además, una industria de oferta y demanda. Se ofertan precios y se firman contratos a largo plazo. El año pasado es factible que entre el 25% y el 30% (de la energía) estuviera sin posibilidad de contratarse porque una térmica a líquidos es muy difícil que haga ofertas en un contrato porque no tuvo gas en el último fenómeno de El Niño.

Las empresas deben cuidar su modelo financiero y por eso hubo un déficit de contratos que hoy no está, entre otras cosas, por la planta de regasificación inaugurada en Cartagena en noviembre del 2016, y que para el próximo fenómeno de El Niño le va a entregar gas suficiente a las plantas térmicas que lo requieran para no tener un déficit económico, más no energético.

Eso significa que el panorama energético es positivo...

Es positivo y no hay riesgos, inclusive tenemos una sobreinstalación de energía. Cumplimos con la Unidad de Planeación Minero-Energética, Upme, que mide escenarios altos, medios y bajos en cantidad de energía para los usuarios. Por eso, y como los proyectos se demoran años en construir, lo más importante es que tengamos acompañamiento de las autoridades para que ese balance entre energía y demanda siempre sea suficiente. El llamado es que a entren pronto los proyectos de generación eólica y solares porque todos le van a dar un respaldo a la matriz energética colombiana.