La firma Moody’s mantiene la calificación de Colombia en Baa2 (en grado de inversión), pero determinó rebajar la perspectiva de estable a negativa. Lo anterior se da debido a las condiciones macroeconómicas retadoras que enfrenta el país que pueden impactar la consolidación fiscal, la tendencia de crecimiento, y el costo de endeudamiento, las cuales están asociadas con un débil crecimiento económico, un incremento sostenido en el costo de endeudamiento del país que podría deteriorar el manejo fiscal y el perfil crediticio del país hacia adelante.
Por otro lado, esta calificadora de riesgo resalta como aspecto positivo la institucionalidad del país, que se traduce en el correcto funcionamiento de pesos y contrapesos. Asimismo, destaca que el Banco de la República sigue haciendo un manejo de la política monetaria de manera independiente.
Sobre el Gobierno Nacional, Moody’s sostiene que este ha tenido la capacidad de demostrar para hacer recortes en el gasto con el fin de cumplir la regla fiscal, y mantener bajo control los niveles de deuda, en línea con sus pares.
Para los expertos de la firma, el cambio en la perspectiva es el reflejo de complicaciones en la gestión fiscal por un crecimiento económico menor al esperado, el cual está afectando negativamente los ingresos tributarios, a lo que se suman mayores costos de endeudamiento, lo que en conjunto genera una presión adicional sobre las cuentas del Gobierno Nacional.
“Estos factores están obstaculizando la capacidad actual y futura de las autoridades para cumplir la regla fiscal, al tiempo que aumentan el riesgo de un posible deterioro en el perfil crediticio de Colombia”, asegura un informe de Moody’s al respecto.
En la parte del crecimiento, la firma considera que el aumento del ruido político y algunas decisiones políticas del Estado han contribuido a un sentimiento negativo entre los inversionistas.
“La formación bruta de capital fijo disminuyó un 9,5 % y representó el 17,3 % del PIB en 2023, por debajo del promedio del 21,1 % durante 2013-2022. Aunque la actividad económica está mejorando en 2024, la persistente debilidad en la dinámica de inversión pesaría sobre una recuperación sostenida de las perspectivas de crecimiento a mediano plazo de Colombia, volviendo al crecimiento tendencial de alrededor del 3 %, y restringiría la capacidad de las autoridades para lograr una consolidación fiscal continua en 2025-2026″, precisan en el documento.
En la calificación Baa2, aclaran que se mantiene porque en el país hay una fuerte institucionalidad, que efectivamente funciona como contrapeso, la cual ha evitado una ruptura con el historial de políticas prudentes del país.
Además, anotaron que ha habido un limite extremo en la capacidad del Gobierno para construir consenso político en el Congreso en torno a sus propuestas claves, incluidas las reformas de salud y pensional, las cuales podrían aumentar los gastos obligatorios y la rigidez del gasto.
“Además, los tribunales de Colombia (altas cortes) han emitido varias sentencias en contra de las iniciativas del presidente Petro que, al considerarlas inconstitucionales, han sostenido efectivamente el marco de políticas económicas”, destacan.
Ante esto, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se pronunció asegurando que “la calificadora de riesgo ha puesto un voto de confianza en el país, destacando las decisiones contundentes de recorte de gasto con el fin de mantener la sostenibilidad fiscal y macroeconómica que ha tomado el Gobierno del presidente Petro”.