El Presidente de la Asocación Bancaria de Colombia, Asobancaria, fue enfático en decir que el proyecto de ley que otorga alivios a los usuarios del sistema financiero en algunos servicios es innecesario y no favorece la llegada de más usuarios a la banca.
Santiago Castro afirma que varias entidades ofrecen servicios gratuitos. También se refiere a los retos de la banca por la competencia virtual.
¿Cuál es su concepto sobre el proyecto de ley que propone la gratuidad en tres servicios?
Es algo que ya se está dando en el mercado por la misma competencia en la banca, pero me parece que el Congreso está entrando a regular aspectos del mercado que ya ha logrado. Por lo menos cinco entidades ofrecen servicios gratuitos y no solo tres, sino más.
Incluso hay entidades que no cobran cuotas de manejo. No es positivo que se diga cómo y bajo qué condiciones se deben ofrecer productos y servicios bancarios porque es el primer paso hacia una economía bolivariana de mercado. Sin embargo reconozco que durante el tránsito de ese proyecto se lograron cambios que mitigaron su impacto.
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¿Ese papel le corresponde a cada entidad financiera?
Claro. Hay bancos que escogen sus modelos y señalan los servicios que otorgan a los clientes.
¿No cree que hay muchos servicios que son muy costosos en la banca?
Muchos clientes no han hecho el trabajo de revisar el banco que le conviene y el tipo de cuenta.
Si uno tiene una cuenta en la que va a manejar menos de cinco millones de pesos al mes, no debe escoger un tipo de cuenta que está diseñada para personas de altos ingresos a quienes no les interesa los costos mensuales, sino la posibilidad de tener menores tasas de crédito.
En la práctica hay cuentas masivas que ofrecen servicios gratuitos, incluso no tienen cobros en la cuota de manejo y resulta que son esos servicios los que pretende el Congreso que sean gratis. Entonces creo que era absolutamente innecesario el proyecto.
¿El proyecto ayuda a aumentar la inclusión financiera?
No, en nada. Antes por el contrario la obstaculiza porque la entrada de nuevos protagonistas, entre ellos las ‘fintech’, van a jugar un papel muy importante en la inclusión financiera de toda la población que no accede a ningún producto financiero.
Esos nuevos jugadores van a tener una barrera porque no podrán cobrar ciertos costos, sobre todo porque van a ser cuentas de pocos montos que son costosas de administrar.
¿Y cómo va la inclusión en el país?
Hoy el balance es positivo, cuatro de cada cinco colombianos adultos tienen algún producto financiero.
Ese indicador baja un poco cuando hablamos de productos que son usados de manera constante y están activos.
Sin embargo, la inclusión financiera ha tenido un gigantesco desarrollo en Colombia y hemos sido ejemplo en varias entidades multilaterales sobre el progreso en el tema de la inclusión financiera.
Hoy el 82% de los colombianos tiene algún producto financiero.
¿Cómo van a hacer para atraerlos?
Ese es el esfuerzo que estamos haciendo y en eso estamos trabajando con el Gobierno para darle vida a un Conpes de inclusión y educación financiera.
En este esfuerzo está todo el sector financiero y los nuevos jugadores. Creo que las ‘fintech’ van a tener un papel preponderante en nuevas formas de inclusión como depósitos simplificados y créditos de bajo monto que ya se están poniendo al servicio de los consumidores.
Pero tenemos que luchar contra dos flagelos. La informalidad, que es muy alta en Colombia, y la cultura del efectivo que entre otras razones también está relacionada con la informalidad.
¿Esos nuevos jugadores virtuales tienen en jaque a la banca?
Le puedo decir que estamos encantados con todos estos desarrollos, creemos que en la medida que se introduzca una mayor competencia al sistema los más beneficiados van a ser los usuarios, pero también le puedo decir que los grandes bancos están haciendo grandes desarrollos de innovación dentro de sus entidades y también vienen trabajando con muchas ‘fintech’ como proveedoras o desarrolladoras de sus nuevos productos.
Creo que en Colombia se ha logrado crear una sinergia muy positiva y veo una disposición a trabajar y a buscar un ecosistema entre todos para bancarizar esa quinta parte de la población que aún está alejada del sistema.
¿En cuantos años pueden empezar a desaparecer las oficinas físicas?
Creo que eso va a ocurrir muy pronto. De hecho ya está ocurriendo en Europa y en Estados Unidos. La banca se está transformando. Ya no se van a ver las grandes oficinas bancarias de dos pisos, vamos a ver cada vez más gente haciendo transacciones desde sus propios dispositivos móviles.
Pero pienso que en Colombia como hay una población que no está bancarizada, hay espacio para un crecimiento presencial, pero creo que van a ser oficinas mucho más pequeñas y de asesoría comercial. También vamos a ver menos personal en la fuerza de ventas. Yo creo que eso se podrá ver en los próximos cinco años. Es que esto ya está pasando en la banca de otros países y en Colombia la innovación y el desarrollo tecnológico han sido muy grandes.
Hay académicos que dicen que las reformas laboral y pensional son claves para formalizar el empleo. Piensa que eso también ayudará a la bancarización?
Creo que es innegable que Colombia necesita avanzar en su estructura laboral y pensional, sobre todo en lo pensional porque hay un tema delicado allí que son los subsidios a las pensiones más altas. Esa es una situación bastante regresiva y los que están padeciendo el problema son los pensionados que tienen mesadas menores. Eso debe corregirse. En la reforma laboral hay que avanzar hacia un ambiente competitivo, pero también hay que tener cuidado en no pasar por encima de los derechos de los trabajadores.
¿Se habla de jornadas laborales por horas, usted comparte eso?
Ese es un tema complicado porque entonces toca preguntar si la salud, la pensión y las cesantías también van a ser por horas, pues no creo. Entonces debe haber responsabilidad en ese sistema flexible por horas porque el tema de la seguridad social no puede analizarse por espacios de tiempo.
Creo que se deben mirar muy bien todos los aspectos fiscales y ser conscientes de que primero tenemos una responsabilidad social y empresarial de vincular a nuestros trabajadores de manera formal.
Segundo, a los empleados se les deben pagar buenos salarios. En el caso de la banca puedo decir que nadie se vincula por debajo del salario mínimo, es más, en ninguna de las entidades financieras nadie gana por debajo de los $900.000.
¿El gremio está en desacuerdo con el trabajo por horas?
Yo creo que se tiene que estudiar muy bien esa propuesta y considerar el punto de vista de los trabajadores.
No es que estemos en desacuerdo, sino que hay que analizar el impacto fiscal, como las garantías a los trabajadores en los servicios de seguridad social que se les presta.
Ahora, el gremio sí está en total desacuerdo en pagar salarios por debajo del mínimo.
Nunca hemos estado de acuerdo con esa idea, como tampoco estamos de acuerdo con los salarios mínimos regionales. Me pregunto... ¿una persona que viva en una zona con menor costo de vida entonces va a tener menos aportes para su pensión y para su salud? No creemos que eso sea justo ni equitativo.
¿Este ha sido un buen año para la banca?
Sí y es una noticia muy positiva para el país. Eso significa que va a ver mayor ahorro en el país y eso se traduce en mayores préstamos, esos prestamos en mayores inversiones y esa mayor inversión en mejores índices de empleo y de crecimiento económico.
¿Piensa que la gente se está endeudando cada vez más?
Si se mantienen los índices de empleo en las trece principales ciudades del país, creo que va a continuar así.
La cartera de consumo este año lleva un crecimiento del 10% real, es decir, excluyendo la inflación, y no hemnos visto los índices de calidad de cartera deteriorándose, lo que quiere decir que hay una buena disposición para endeudarse y hacerlo en ‘items’ que realmente jalonan la economía.
Le recuerdo que el sector financiero fue el que más impulsó la economía en el tercer trimestre del año.
Así es, y en buena medida por el endeudamiento de los clientes, ¿pero saben hacerlo?
Lo hace de manera moderada. Colombia no tiene sobreendeudamiento. Para su nivel de ingreso percápita podía tener una cartera ligeramente superior al 60% del PIB, pero escasamente estamos llegando al 50%.
¿Qué es lo que mas le preocupa a los banqueros?
Les preocupa mucho la falta de empleo y el desempeño del sector de la construcción.
Mientras las personas están empleadas pueden consumir y demandar servicios.
En cuanto a la construcción vemos debilidad en el futuro, y el país necesita recuperar el dinanismo de las ventas de vivienda diferentes a la vivienda social porque es un gran componente de la cartera hipotecaria.
Una buena alternativa para recuperar el dinamismo está relacionada con el subsidio a la tasa de interés para las viviendas de clase media.