En un contexto de incertidumbre económica, social y política, el concepto de avance institucional se presenta como estrategia vital para la sostenibilidad de las universidades en América Latina. Adaptado del término Advancement, se refiere a un método estratégico para fortalecer la relación entre las instituciones educativas y sus grupos de interés, incluyendo estudiantes, egresados, donantes y la comunidad.

Pero, ¿cómo puede el avance institucional impactar realmente a nuestras universidades? Dos voces expertas de la organización CASE, líder en el desarrollo de este enfoque, me explican su alcance: Germán Campos Valle, presidente del Consejo Regional CASE América Latina, y Sue Cunningham, presidenta y CEO de CASE a nivel global.

El avance institucional es fundamental para la sostenibilidad de las universidades en América Lartina | Foto: Universidad Militar

“Avance institucional es un modelo de gestión de relaciones diseñado para que las universidades generen una mayor comprensión, compromiso y apoyo financiero de la sociedad para sus actividades”, me indican.

Para las universidades privadas, en particular, el modelo representa una vía crucial para captar recursos externos que contribuyan al desarrollo de infraestructura, becas y proyectos de investigación. Los entrevistados subrayan que, en tiempos de creciente presión financiera, “el compromiso filantrópico se posiciona como uno de los medios más eficaces para generar recursos nuevos o adicionales para la educación”.

Este concepto, que ha sido implementado con éxito en Estados Unidos y Reino Unido, se está expandiendo en América Latina gracias a los esfuerzos de CASE, que desde 2011 ha establecido su presencia en la región y ha impulsado oportunidades formativas para fortalecer la capacidad profesional de avance institucional, mediante diplomados en Procuración de Fondos, Vinculación con Egresados y Comunicación y Mercadotecnia.

Las universidades pueden medir su impacto en aspectos como el voluntariado | Foto: Abel Mitjà Varela

Para obtener los beneficios deseados, es esencial contar con equipos competentes que comprendan y apliquen las técnicas de esta disciplina desde diferentes áreas. “Dado que no hay suficientes profesionales de avance institucional en el sector de la educación superior en América Latina, es esencial construir estos equipos internamente, seleccionando personas con potencial para desarrollarse en esta profesión y luego capacitándolas adecuadamente”, señalan.

En esta misión, CASE ha jugado un papel determinante al dar a conocer los estándares de la profesión y facilitar programas de capacitación.

En cuanto al éxito del avance institucional, este no solo se mide en términos financieros, también abarca la capacidad para generar un sentido de pertenencia entre los egresados y la comunidad. Las universidades pueden medir su impacto en aspectos como el voluntariado, la reputación institucional y el nivel de compromiso de sus egresados, no solo en función de los fondos recaudados, destacan Cunningham y Campos.

*Exrector Universidad del Rosario