Este fin de semana fue radicado ante el Congreso de la República el proyecto de presupuesto General de la Nación para el 2024. Este quedó aforado en $502,5 billones, 18,9% más frente al que se está ejecutando este año.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo que este plan está formulado para apoyar los pilares de justicia social y ambiental previsto en el Plan Nacional de Desarrollo.
En 2023, el presupuesto que aprobó el Congreso quedó en $405 billones, pero si se tiene en cuenta la adición que se logró el mes pasado, los recursos subieron a $422,5 billones.
Para el próximo año se propone un gasto de funcionamiento que asciende a $310,3 billones, con un incremento de 18,9% frente al año anterior. Cerca de 77% de estos gastos corresponden a transferencias.
Asimismo, el servicio de la deuda pública crece 20,4%, pasa de $78,5 billones a $94,5 billones, de los cuales $37,4 billones se destinarán a la deuda, $55,7 billones al pago de intereses, comisiones y otros gastos y $1,4 billones al fondo de contingencias.
La inversión pública pasa de $83,2 billones en 2023, incluida la adición aprobada a $97,7 billones en 2024. El presupuesto de inversión será equivalente a 5,8% del Producto Interno Bruto (PIB); cifra superior en alrededor de 1,1% del PIB al promedio prepandemia observado durante el periodo comprendido entre 2000 y 2019.
Sectores de mayor inversión
Los sectores de educación y salud son los de mayor presupuesto en el Sistema General de Participaciones (SGP).
Para educación se destinaron $39,7 billones, 29% más que en la vigencia actual. Estos recursos permitirán financiar la prestación del servicio educativo gratuito, la matrícula aproximada de 7,6 millones de estudiantes, indicó el Gobierno.
Para el sector salud se destinan $16,4 billones que corresponden al 23,2% del total del SGP. El 87% de los recursos del sector salud se destinarán a financiar el régimen subsidiado y el 13% restante para acciones en salud pública y prestación de servicios a la población pobre no asegurada y actividades no cubiertas con subsidios a la demanda.
Llama la atención el monto de recursos para pensiones, el cual tiene un repunte de 20%, pasó de $47 billones este año a $57 billones para el 2024.
Según el presupuesto, entre los recursos programados se destacan $25 billones para Colpensiones, que se destinan al financiamiento del pago de mesadas. El monto crece 29%, de $19,4 billones del 2023 a $25,1 billones en 2024.
Adicionalmente, se destinarán $153,700 millones para el programa Beneficios Económicos Periódicos, BEPS; $12,6 billones para atender el pago de la nómina de pensionados de los docentes afiliados al Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio y $13,9 billones para el pago de mesadas, a través del Fondo de Pensiones Públicas.
¿Qué quiere el Gobierno?
Con esta propuesta el Gobierno espera priorizar los proyectos estratégicos intersectoriales, susceptibles de ser financiados mediante concurrencia de fuentes; corregir errores de inclusión y exclusión en la asignación de los subsidios; y buscar la convergencia de la inversión pública y la inversión privada alrededor de las grandes transformaciones socioeconómicas.
“La inversión programada en el presupuesto permite avanzar de manera fiscalmente responsable en la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo. Como porcentaje del PIB, el monto de la inversión prevista en este proyecto de ley es 1,1% superior al promedio histórico prepandemia del presente siglo”, aseguró Bonilla.
Luis Fernando Mejía, presidente de Fedesarrollo, considera que el presupuesto del 2024 está en línea con lo que ha planteado el Gobierno en término del gasto y dice que tiene una composición relativamente razonable entre los diferentes rubros más importantes como son: funcionamiento, inversión y pago de la deuda.
“Las preocupaciones tienen que ver con el aumento del gasto primario, es decir, los que no incluyen intereses por pago de deuda pública y tampoco incluyen el pago de subsidios que se cancela por el fondo de estabilización de precios de combustibles. Son $30 billones de gastos adicionales que se harán en 2024, lo que implica que se tendrá un déficit más alto que en el 2023″, dijo el analista.
Adicionalmente, cree que con esto el ajuste de la deuda pública será más lento, “el gasto público sigue siendo relativamente alto, aumentó luego de la pandemia y no se ha retrocedido, el ajuste fiscal va a paso lento”.