Luego de protestas y huelgas en el país por parte del gremio de taxistas el 1 de septiembre de este año, el Ministerio de Transporte anunció que el pago de la compensación por combustible se iniciará de manera paulatina, pero existen ciertos requisitos para recibir el beneficio.
Los requisitos, de acuerdo con el viceministro de Transporte, Eduardo Enríquez, no son más que una prueba del compromiso de los taxistas y propietarios con su trabajo y que su documentación esté en regla y al día.
Como se indicó, lo primero que deben hacer los conductores para acceder a estos bonos es actualizar el registro de Runt y aclarar toda la información de la transacción tanto para el propietario como para el taxista, teniendo en cuenta que el beneficio será entregado al propietario. conductor del vehículo, por lo que la información debe estar completa.
Al respecto, Anif explicó que desde el inicio han apoyado el aumento en los precios de la gasolina, pues el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) era insostenible para las finanzas públicas y se requería de un esfuerzo políticamente costoso para reducir la deuda.
Sin embargo, con la noticia de que el Gobierno considera crear un mecanismo para compensar la subida en los precios de los combustibles al sector de los taxis, dijo que entienden que la presión del incremento afecta los costos de servicio de transporte y que la movilización de pasajeros es el sustento de muchos trabajadores, pero la manera en la que se está planteando ese mecanismo (un subsidio en efectivo) es absolutamente inconveniente.
Sobre la propuesta, Anif expuso que, si bien el Gobierno ha indicado que el gremio de los taxistas es uno de los que más contribuye al cierre del déficit del FEPC, es difícil tener la certeza de esta afirmación en tanto no se tiene una discriminación al interior del Fondo por consumo según el tipo de vehículo.
Sobre lo que sí se tiene una estimación es sobre la participación aproximada de los taxis dentro del parque automotor de automóviles. De los más de 3.8 millones de automóviles que se tienen registrados en ANDEMOS, más de 233.000 están dedicados al servicio público, cifra que se puede tomar como referencia del total de taxis en el país.
Partiendo de esto es posible hacer, en un primer momento, una estimación sobre el costo financiero de implementar esta propuesta de subsidios, asumiendo que los dueños de los taxis serán los receptores del desembolso.
Según el gobierno, 40.000 taxis usan gas como combustible, lo que implica que 193.947 funcionan con gasolina. Tomando esta cifra como referencia y asumiendo que efectivamente por tanqueada (diaria) los beneficiarios recibirán una compensación de $3.000, sí un taxi opera de forma continua por 30 días el beneficiario sería compensado con un valor mensual de $90.000.
Eso implicaría que para el mes de septiembre el país debería de realizar el desembolso de más de $17.500 millones. Ahora, para el mes de octubre esa cifra sería mayor, pues el subsidio incrementa conforme aumenta el precio de la gasolina corriente. Al asumir que entre septiembre y octubre el precio del galón incrementará en $600, se espera una variación intermensual de 4.3 %.
Trasladando esa variación a la compensación diaria recibida por tanqueo, se estaría hablando que para octubre el beneficio sería de $3.129 que le representarán al país una suma de $18.200 millones. Al replicar el mismo ejercicio para noviembre y diciembre se estaría hablando que en los últimos cuatro meses de 2023 se deberá entregar una compensación a los taxistas por el orden de los $74.300 millones, que como se plantea desde el gobierno, serán extraídos del FEPC.
Esto de entrada implicaría que la reducción del déficit del FEPC, que se estima sea de $18.9 billones para 2023, sería inferior en $74.300 millones. Cifra que, si bien puede pasar como algo no tan escandaloso, representa un retroceso al esfuerzo que se está realizando para el recorte del déficit.
Ahora, es necesario reconocer que una vez se implementó un subsidio es muy difícil desmontarlo después. Bajo esa premisa, no solo se estaría hablando de una compensación para lo que resta de 2023, sino que podría extenderse por más años e incluso aumentar en periodos en los que el precio de la gasolina registre incrementos.
En este sentido, si se asume que se mantiene el precio del galón constante en el valor observado al cierre de 2023 y que a su vez no existen otros factores que alteren el monto del subsidio, se estaría hablando que para 2024 mensualmente los beneficiarios recibirán un desembolso por el orden de los $101.000.
Esto entonces equivaldría a un total acumulado anual de $237.000 millones que saldrían de los recursos del FEPC. Lo anterior significa que se perdería un 4,4 % de los $5,4 billones que se estiman en el MFMP serían el superávit del FEPC producto del aumento en los precios de la gasolina en 2024.