Así como el cambio climático es una realidad, el envejecimiento de la población también lo es y, en ambos casos, Colombia y las regiones no avanzan al ritmo esperado en términos de la preparación para afrontar los retos que esto representa.
Hace un par de años se creó una misión de estudio del envejecimiento que presentó un informe con datos alarmantes. Por ejemplo, estiman los expertos que para el año 2050 el tamaño de la población de 60 años o más aumentará en casi 7 veces, mientras que la población de 15-59 años no llegaría a duplicarse y la menor de 15 años permanecerá estable. De esta forma, se calcula que para el año 2040, el tamaño absoluto de la población de 60 años o más supere al de la población menor de 15 años.
Para 2025, según las estimaciones del Dane, los adultos mayores serán el 15 % de la población colombiana; eso sería más de 7 millones de personas. En 1985, eran el 7 % y para 2050 podrían aumentar al 26 % (15 millones de ciudadanos).
En el 2050, Bogotá sería la región con mayor porcentaje de personas adultas mayores (27,2 %), seguida por Valle del Cauca (26,2 %) y Antioquia (24 %), según el informe de la misión de envejecimiento.
Este comportamiento tiene que ver con el aumento en la expectativa de vida (en el departamento es de 76 años), pero también con la reducción de los nacimientos.
De acuerdo con el académico y consultor José Roberto Concha, entre 2019 y 2023 la tasa de nacimientos en el Valle cayó 22,3 % y solo en el último año disminuyó más del 10 %. “Estas cifras son muy similares a las diferentes regiones del país y muy particularmente muy parecidas a las de los departamentos más desarrollados como Bogotá, Antioquia y Atlántico”, dijo.
Las implicaciones
Harold Londoño, gerente de Analítica y Estudios Económicos de la Cámara de Comercio de Cali, considera que el envejecimiento de la población tiene varios impactos en la sociedad: puede afectar el crecimiento económico, el ahorro, la sostenibilidad de las finanzas públicas; también podría aumentar la carga sobre los sistemas de seguridad social y pensiones, ya que habría menos trabajadores activos contribuyendo a estos sistemas en comparación con la cantidad de personas mayores que dependen de ellos, y “tendríamos otras implicaciones en términos de las necesidades de vivienda y entorno urbano, servicios de atención médica cercanos y entornos amigables”.
Y más aún cuando en el país más del 60 % de la población se encuentra en la informalidad laboral. De ahí que casi 3 millones de adultos mayores hoy no tienen un ingreso fijo.
María Fernanda Reyes, profesora asistente del Departamento de Psicología de la Universidad de los Andes, considera que no se debe ver el envejecimiento como un asunto problemático sino desde el punto de vista de los retos que esto le trae a la sociedad, tanto desde la política pública como para el sector privado en la prestación de servicios.
“Algo se ha avanzado en políticas públicas. En Bogotá se ha hecho un ejercicio juicioso de planeación, hoy en día hay más datos, sin embargo, la vejez no ha sido importante para la agenda política del país”, agrega Reyes.
Por ejemplo, ella explica que esto significa retos y necesidades en atención específica en salud pública, seguridad social, planear una vejez digna con garantías de derechos, seguridad económica y alimentaria “que es algo que no necesariamente tenemos en este momento”.
También recordó que la vejez es heterogénea y diversa y por eso hay que verla con un enfoque diferencial, “no significa que a los 60 años todos nos volvemos el mismo tipo de personas, hay personas que envejecen en condiciones particulares y precarias, hay que tener en cuenta la identidad de género, la etnia, alguien de 60 años no es igual a uno de 80. Pensarse la vejez en términos de esa diversidad creo que no está sucediendo”.
Añadió que hay que incluir a los adultos en esta toma de decisiones y no verlo como problema porque ellos han contribuido al desarrollo social y pueden seguir haciéndolo.
Por otro lado, dice que hay retos relacionados con la educación y la tecnología en cómo reducir la brecha y hacer los servicios más accesibles e incluyentes para los adultos mayores.
Carlos Sepúlveda, profesor de Economía de la Universidad del Rosario, piensa que Colombia no se está preparando al ritmo que se debe para afrontar esos cambios demográficos. Por ejemplo, destaca cosas básicas como tener un sistema pensional con cobertura amplia. Hoy solo una tercera parte de los colombianos puede considerar tener una pensión”.
“No hemos construido una estructura social para que los adultos mayores estén activos e involucrados en actividades económicas. No contamos con servicios que lleven a construir un modelo de bienestar amplio sin importar el nivel socioeconómico del adulto mayor. Tampoco estamos considerando ese elemento para concebir nuestro sistema de seguridad social y sostenibilidad, estamos lejos de incorporar esto en nuestro modelo económico y social”.
Así está el Valle
Hoy en día, el 16 % de la población del departamento tiene más de 60 años, pero incluso hay otras por encima de ese promedio.
Cálculos de la Cámara de Comercio de Cali indican que La Cumbre, con el 17,81 %, es la población del Valle con más porcentaje de habitantes de 65 años o más. Le siguen La Victoria, Sevilla y Caicedonia. En Cali, el 12,38 % de población tiene más de 65 años, lo que equivale a 282.000 personas. Mayores de 60 años superan los 400.000.
Víctor Alfonso Collazos, alcalde de La Cumbre, reconoce que el fenómeno se presenta en el municipio y dice que se genera porque muchos adultos de otras ciudades se mudan al territorio por las condiciones vida.
“Tenemos identificado el tema y desde la administración contamos con estrategias de atención a este grupo poblacional. Está, por ejemplo, el Centro de Día, que ofrece capacitación, recreación y cuidado”.
El plan de Desarrollo, que presentó la Gobernadora del Valle del Cauca, tiene un capítulo sobre los adultos mayores en el que se promete acompañamiento técnico a municipios para fortalecer las estrategias de atención integral, y hacer seguimiento a la política pública nacional de envejecimiento y vejez que se decretó en 2022 en el país, entre muchas otras normas y decretos que se han emitido en Colombia para la protección de los derechos de este grupo de la población.
Un dato preocupante que presenta el Plan de Desarrollo del Valle del Cauca es que el 14,2 % de los adultos mayores en el departamento vive solo, con altos índices de pobreza y con dedicación al trabajo no remunerado, situación que afecta especialmente a las mujeres.
En Cali
- El Distrito de Cali tiene vigente la política pública de envejecimiento y vejez que fue aprobada desde 2017 hasta el 2027.
- La ciudad cuenta con un albergue para la población mayor vulnerable como es el Ancianato Hospital Geriátrico San Miguel.
- La Secretaría de Bienestar Social informó que se avanza en la contratación de ‘Centros vida’, los cuales pasarán de 13 a 22 comunas.
- “Se cuenta con un programa para adultos mayores, “con una oferta de servicios para promover un envejecimiento activo y saludable con servicios de prevención y promoción”.
OPINIÓN
MUCHOS ADULTOS, POCOS NIÑOS
Por: José Roberto Concha, consultor
Los últimos datos de nacimientos en Colombia muestran un descenso del 11% en el 2023 comparado con el 2022 y una caída constante de nacimientos en los últimos 7 años, este es un cambio drástico en la distribución de la población colombiana: Hoy tenemos menos niños y más adultos.
Dicha variación en nacimientos es una alteración importante de como se va a comportar la educación, la demanda laboral, el mercadeo y la sociedad en una comunidad distinta a la cual debemos enfrentar y prepararnos en los próximos años.
Este fenómeno de cambio poblacional se empezó a dar en los países desarrollados europeos en la segunda mitad del siglo pasado, cunado la tasa de nacimientos cayó por debajo de 2,1; cifra requerida para mantener la distribución normal de la llamada pirámide poblacional.
Pero a medida que los países van desarrollándose y creciendo en su actividad industrial, mejora el empleo, la educación, la atención médica y por otra parte la mujer consigue educarse y enfrentarse al mundo laboral, generando independencia y deseo de superación; todos estos cambios llevan a los hogares a tener menos hijos formándose una sociedad “más adulta”
¿Cuántos tíos y tías tuvimos los nacidos el siglo pasado? y cuantos tienen los nacidos en este siglo?, este fácil ejercicio muestra como las familias son cada vez menos numerosas.
Hoy Colombia presenta esta variación en su estructura poblacional, donde el segmento de niños de cero a cinco años ya no es el más grande. Hoy el mayor segmento poblacional en Colombia son los jóvenes de 20 a30 años.
Esto significa que el mercado dirigido a niños de cero a 10 años está decreciendo en potencial y cada vez tendremos menor demanda por jardines infantiles y educación preescolar. Este mercadeo va a ser más competido y difícil. Lo mismo sucederá en el futuro con los colegios de primaria y posteriormente de bachillerato. Pero no solo es la educación, serán todos los servicios y productos para esta población que irá disminuyendo en el tiempo, sin posibilidades de volver a las cifras de principios de siglo.
Otro fenómeno es el envejecimiento de la población. En mi época las personas mayores eran de 60 años, hoy conocemos adorables ancianos de más de 90 años. Y aquí aparecen nuevas oportunidades en mercadeo para espacios de vivienda, entretenimiento y ocio para estos adultos mayores, cuya esperanza de vida es cada vez más alta y su longevidad más larga.
Todavía Colombia tiene el beneficio de que su segmento poblacional de 20 a 30 años es el mas grande; también es el mas productivo. Disfrutemos esta primavera del desarrollo poblacional de la sociedad colombiana, porque esto no será repetible, en el futuro tendremos menos gente capaz de desarrollar muchas de las labores que realiza nuestra juventud actual y allí es donde los países desarrollados han tenido que acoger los inmigrantes para realizar este remplazo laboral.
José Roberto Concha V.
Consultor