El camino que le espera a Colombia para superar los problemas de las finanzas públicas no parece nada fácil. El equilibrio solo puede venir con más ingresos y menos gastos, pero el problema es decidir cómo hacerlo.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en un reciente diagnóstico sobre el país, indica que el recaudo tributario de este año se situó en 14,2 % del Producto Interno Bruto (PIB), 0,6 puntos por encima de lo registrado en 2016, en especial por el aumento del IVA.
A su vez los gastos del Gobierno se mantuvieron estables al pasar del
18,9 % del PIB en 2016 a 19 % en 2017. Aún así el déficit del Gobierno para este año se calcula en 3,6 % del PIB (eso equivale a unos $32 billones.
Este esfuerzo de todos los colombianos que al mes de noviembre aportaron $128,7 billones en pagos de impuestos, no será suficiente para equilibrar las finanzas y de ahí la alerta que prendió esta semana la agencia Standard & Poor’s que bajó la calificación a Colombia por las preocupaciones relacionadas con el aumento de la deuda del país y el déficit fiscal.
Los caminos a seguir
El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos realizó tres reformas tributarias y ahora, dadas las condiciones fiscales del país, no se descarta que el próximo mandatario tenga que tramitar otra.
“Una reforma tributaria parece inevitable para mantener el grado de inversión del país”, considera Mauricio Reina, investigador de Fedesarrollo.
Recordó el analista que las cifras fiscales están más o menos cuadradas para 2018. “El problema está en 2019, cuando debe bajar de manera importante el impuesto de renta a las empresas y se deben incrementar los compromisos de gastos inherentes al posconflicto”. Para este investigador el mayor crecimiento de ingresos que prevía la Dian no se ha dado y de ahí el faltante hacia el futuro.
Asimismo, Daniel Velandia, director de Estudios Económicos de Credicorp, considera la alternativa de una reforma tributaria como probable, aunque “no es inminente porque el Gobierno tiene la capacidad de mirar la forma de recortar el gasto”.
Este año la economía se resintió mucho con el alza de impuestos que trajo la reforma tributaria, por eso analistas como Julio César Alonso, director del Centro Internacional de Economía y Finanzas de la Icesi, no consideran que haya condiciones para aumentar más los impuestos a las familias colombianas. Por el contrario, opina que el Estado tiene que apretarse el cinturón y que hay espacio para tomar estas decisiones.
¿Cómo reducir el gasto?
Juan Manuel Restrepo, rector de la Universidad del Rosario, considera que la Nación ha hecho esfuerzos por reducir el gasto, sin embargo, esto no ha sido suficiente. “Debemos ser más eficientes en el gasto público, creo que le falta todo por hacer y es necesario que la Comisión de Gasto Público -que está realizando un informe- lo presente pronto y sus recomendaciones sean acogidas”.
Inclusive, dice el académico, se debe pensar en un ajuste al presupuesto del 2018 o dejar un mapa claro para el 2019 sobre lo que se puede hacer y lo que no.
Por ejemplo, para 2018 se proyectan gastos generales y de personal por $38,6 billones. Mientras que las transferencias, que se hacen a las regiones para salud y educación, sumarán $107,6 billones.
“Tuvimos años de vacas gordas y el Gobierno hizo mucha más contratación. Ahora que estamos en vacas flacas pensaría que se necesita ser austero y recortar gastos de personal que es una parte más grande del presupuesto”, afirmó Felipe Espitia, analista de Alianza Valores.
Recordó, por ejemplo, que se debe cuidar no desbordar gastos en temas como el posconflicto. “Hay unos dineros estipulados y de ese tope no se puede pasar y de existir faltantes sería negativo para el país porque el Gobierno no estaría haciendo bien sus cuentas”.
Al respecto, el académico Julio César Alonso cree que hay espacio para reducir el gasto de funcionamiento, pero no solo referido a cuentas de celulares, gasolina o papelería, sino a rubros de mayor impacto. “Otra alternativa es que se trabaje en reformas que hagan más flexible el gasto” como los recursos que se destinan a las transferencias que no se pueden mover a otro rubros.
Para Daniel Velandia Colombia cometió un error estructural, en los últimos 20 años, y es que no se aprovechó el boom petrolero para ahorrar. “Ahora esto nos pasa la cuenta de cobro. El país se acostumbró a un ritmo de gastos frenético que ahora no tiene como suplir”.
El Rector de la Universidad del Rosario considera que este Gobierno tiene tiempo para tomar decisiones, poner en discusión las reformas, encontrar fuentes de ingresos y no debe esperar a que las soluciones las tome la próxima administración porque si se dilatan las medidas, esto le podría salir más costoso a los colombianos.
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Más petróleo
Para Fedesarrollo, el futuro del sector minero energético en el país es clave para la estabilidad de las cuentas externas y fiscales del país en los próximos años y para el bienestar de los ciudadanos.
“Si bien es poco probable que en el futuro cercano se vuelva a presentar una bonanza, para la economía resulta indispensable crear las condiciones para aumentar la producción de petróleo, sino las finanzas se pueden deteriorar aún más”.
Reformas
El rector de la Universidad del Rosario, Juan Manuel Restrepo, considera clave que el Gobierno acoja las recomendaciones que realice la Comisión del Gasto, que seguramente planteará algunas reformas como la pensional Actualmente, al pago de pensiones se destinan $38 billones al año. Por otro lado, dice el académico, hay cabida para una reforma tributaria que aumente la base, es decir, que quienes hoy no pagan impuestos lo hagan.
Menos obstáculos
Los analistas coinciden en que se deben mirar con mayor atención los factores estructurales y regulatorios que siguen obstaculizando la producción. “No se debe dejar sola la política monetaria y fiscal. La estabilidad macroeconómica es importante, pero no logra por si sola el crecimiento y el equilibrio”, dijo el profesor Pavel Vidal de la Universidad Javeriana Cali.
Por ello es clave destrabar el cierre de los contratos para las obras 4G; políticas de apoyo reales a la industria y al mejoramiento de las exportaciones, reducción de costos logísticos, todo para impulsar el crecimiento del país.