Una verdadera lluvia de dudas e inquietudes generó el anuncio del Gobierno Nacional de asumir, en algunos casos, el 50% de la tarifa del Soat (Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito) que empezará a regir el 1 de diciembre.
En pocas palabras, eso quiere decir que los usuarios beneficiados pagarán la mitad del seguro, porque la otra mitad la asumirá el Gobierno.
Uno de los primeros en plantear dudas fue Miguel Gómez el presidente de Fasecolda, gremio de las compañías aseguradoras. La medida, según el Gobierno, empezará a regir en menos de una semana y aún los empresarios no saben cómo se realizará el descuento, ni hay claridad sobre el manual de las tarifas.
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Agregó que en la práctica se van a dinamizar aún más las ventas de motocicletas por el descuento del 50% en el Soat. No hay duda que eso llevará a que se requieran más subsidios y por ende aumenten los recursos que deberá aportar el Estado.
Para Gómez, el descuento no resuelve el problema de raíz.
Según el cálculo hecho por el Gobierno, se requerirán, para empezar, $2 billones en 2023, pero no se dejó claro por cuánto tiempo se van a extender estos subsidios.
Para el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, “lo que nos tiene que ayudar para compensar el costo que representa este descuento es reducir la siniestralidad. Debe haber una acción bilateral del lado de los motociclistas para ser responsables de cuidar de sus vidas, cuidar la vida de los peatones y de los demás”.
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El tema es complejo, dice el Presidente de Fasecolda, porque “si no baja la accidentalidad, probablemente no resulta suficiente la medida y va a ser muy difícil que un sistema de aseguramiento los pueda cubrir. Esperamos tener pronto claridad sobre los anuncios presentados por el Gobierno Nacional”.
Adrián Garlati, director del Programa de Economía de la Universidad Javeriana, en Bogotá, opinó que si el costo que asumirá el Gobierno será de $2 billones, eso quiere decir que equivale al 10% de la reforma tributaria que se acaba de aprobar. “Pero el problema es que el Soat es un sistema muy deficitario porque precisamente hay demasiada siniestralidad", explicó.
Vale la pena recordar que el descuento aplicará para motocicletas de menos de 200 centímetros cúbicos, taxis, microbuses urbanos, de servicio público y buses del servicio público intermunicipal, entre otros.
Más inquietudes
Conocedores del tema advirtieron que los problemas de fondo en el sistema (como el alto porcentaje de evasión, las tarifas altas y los frecuentes casos de fraude, entre otros), no se resolverán solo con el descuento y, en cambio, el Estado deberá asumir un costo considerable en subsidios, cuando está precisamente intentando reducir otros como el de la gasolina.
Los ministros de Hacienda y Transporte reconocieron que el Estado debe hacer más para frenar la evasión y el fraude contra las aseguradoras.
“Existe un gran fraude, hay gente que se accidenta por otros motivos, y reclama el Soat, que es una de las razones por las cuales las aseguradoras han venido reduciendo la oferta, varias ya se han retirado y otras han anunciado que se retirarían”, manifestó el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.
Sin embargo, el descuento lo plantearon como una forma de “asegurar la sostenibilidad del Soat y garantizar la atención médica de las víctimas de accidentes viales” y anunciaron medidas como la intensificación de los controles para prevenir el fraude y enfrentar la evasión.
Para Garlati el descuento está dirigido específicamente a las motos, que son precisamente las que más accidentes sufren. Lo paradójico es que este nuevo subsidio surja en el mismo momento en que el Gobierno está intentando reducir el subsidio de la gasolina.
Aunque el ministro Reyes, aseguró que el del Soat busca compensar en parte el efecto que van a sufrir los motociclistas con la reducción del subsidio de la gasolina, para los expertos existe una contradicción.
“El Gobierno está mandando señales un poco mixtas al incurrir en más subsidios”, agregó Garlati.