La esperanza de las industrias licoreras de Colombia y en general de los distribuidores de bebidas alcohólicas es que diciembre se convierta en el mes milagro en materia de ventas.
Este año el aislamiento, que generó la pandemia del Covid-19, también les pasó cuenta de cobro a los fabricantes y comercializadores de estas bebidas.
Datos de la Asociación Nacional de Industrias Licoreras, Acil, indican que la caída en las ventas de aguardiente llega al 46% y en rones al 28%, en lo corrido de este 2020.
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“La mayor parte de la dinámica de este negocio se presenta en bares, restaurantes, discotecas, ferias, conciertos, eventos públicos, los cuales se vieron suspendidos o cerrados, apenas algunos están reactivándose, como bares y restaurantes, pero los eventos públicos siguen y seguirán con grandes restricciones. Adicionalmente, la cantidad de leyes secas se han impuesto durante la pandemia también afectó mucho la venta, como el incremento en el consumo de licor adulterado”, comentó Lina Loaiza, directora económica de Acil.
Por eso, muchos esperan que, pese a las restricciones que se mantienen, ocurra el milagro navideño y que el mercado se mueva de manera importante este mes cuando, la gran mayoría de las actividades económica están funcionando.
En octubre pasado, el gerente de la Industria de Licores del Vall, José Moreno Barco, presentó un informe a la Asamblea del departamento en el que indicó que la empresa se fijó una meta de ventas para 2020 de 5,5 millones, de estas 5,2 millones serían de aguardiente y 296.052 botellas de ron.
Pero cumplir esa meta se hace cada vez más difícil. Datos de Sinaltralic Valle, uno de los sindicatos de la Industria de Licores, indican que a noviembre la empresa había vendido 2,94 millones de botellas, es decir un poco más del 50% de la meta.
Víctor Manuel Escobar, presidente del sindicato, comentó que hay mucha expectativa frente a lo que se pueda hacer este mes; sin embargo, sin eventos como la Feria de Cali, de forma presencial, teme que será difícil cumplir las metas.
701 mil unidades de 750 cc vendió la ILV en noviembre. Se espera duplicar esa cifra en diciembre.
“En tiempos normales se podría vender en diciembre todo lo que falta para hacer el presupuesto, este año es diferente y creemos que podrían comercializarse entre 1 millón y 1,5 millones de botellas más”, dijo.
La cifra es bastante optimista y se espera que el espíritu navideño y de celebración de los vallecaucanos se mantenga al alza para que esos objetivos se cumplan.
El País intentó varias veces ponerse en contacto con el gerente de la ILV, José Moreno Barco, para conocer la estrategia que la compañía tiene para impulsar las ventas en fin de año, pero el directivo no respondió las llamadas.
89,5 millones de botellas de licor produjeron en 2019 las empresas licoreras de los departamentos del país
La decisión que tomó la gerencia, desde el mes pasado, fue la reducción en el valor de la botella de aguardiente que se vende hoy en $29.800, con el fin de estimular el consumo.
¿Habrá recuperación?
Las fabricantes de licores en el Valle del Cauca son optimistas de los resultados que se logren este mes de diciembre.
7 licoreras departamentales aún sobreviven en el negocio, el resto ya han cerrado sus operaciones.
Jorge Villegas, gerente de Licores América, una empresa que produce whisky, vodka y otras bebidas en la región, explicó que tradicionalmente la temporada de fin de año se empieza a preparar desde octubre y que noviembre y diciembre representan entre el 35% y 40% del presupuesto de todo el año.
En el caso de esta compañía, comentó el directivo, desde que se empezó la reapertura están vendiendo entre el 60% o 70% de lo que se registró el año pasado. Ahora, con la llegada de la temporada dice que no hay una gran cambio en la tendencia, pues el mercado tenía incertidumbre sobre si habría nuevos cierres de las actividades.
7 licoreras departamentales aún sobreviven en el negocio, el resto ya han cerrado sus operaciones.
“Ya en este momento notamos que el mercado está tranquilo, con más confianza y ha empezado a hacer pedidos, me refiero a los canales de distribución, supermercados, licoreras, puntos mayoristas, entre otros”, dijo.
Agregó que, pese a la actual situación, “de todas maneras esta es una temporada fuerte, no solo para nosotros, sino para toda la economía que levanta cabeza en estos últimos meses y esperamos hacer un buen diciembre y que permita cerrar el año con esperanza frente a lo que será el 2021”.
De igual forma Isidoro Esquenazi, gerente de Mercadeo del grupo Domeq, explicó que la compañía le apunta a destacar esos nuevos momentos de consumo de bebidas de las familias, ya no en fiestas y discotecas, sino en el hogar, por ejemplo, acompañando el almuerzo o la cena.
“También somos optimistas y creemos que para el colombiano diciembre es un mes especial, por ello esperamos que acudan a celebrar en familia, siempre pensando en los protocolos, siendo cautos creemos que la gente puede celebrar su Navidad. Por eso el consumo lo estamos viendo más en estos espacios de la familia”, comentó.
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El directivo reiteró que la industria de bebidas alcohólicas está muy golpeada como toda la economía y que con la apertura que se dio desde octubre se empezó a sentir una recuperación con la reactivación del comercio y de los restaurantes.
“Esta pandemia nos lleva a vivir un poco el día a día, ante la incertidumbre por posibles cierres o rebrotes, por eso hay que ir un día a la vez. Somos entusiastas, pero cautos y esperamos que podamos hacer un gran año 2021, por lo menos vamos a salir a trabajar para lograrlo”.
5,8 litros de alcohol es el consumo per cápita en Colombia de licor, según datos de la OMS.
En cifras
De acuerdo con cifras de la Asociación Colombiana de Industrias Licoresras, Acil, el año pasado se produjeron en Colombia 89,5 millones de botellas de aguardiente, ron clásico, entre otros, lo que equivale a una caída de 16% frente a 2018.
Los datos evidencian que antes de la pandemia, el consumo de los licores tradicionales del país, ya venía en descenso frente a otras cate-
gorías. Aún así, el aguardiente está en el primer lugar de preferencia de muchos consumidores.
Licor adulterado
El gerente de la ILV, José Moreno, dijo recientemente que todas las medidas restrictivas como la ley seca y los toque de queda afectan la distribución y comercialización de los productos, pero le permiten al licor adulterado crecer.
Aseguró que “tenemos una proliferación de licor adulterado en el Valle del Cauca que nos está afectando las ventas”.
El Valle, Nariño, Cauca, Chocó, Tolima, Risaralda y Quindío se comprometieron esta semana a diseñar una estrategia para combatir el contrabando y el licor adulterado.