La suspensión del servicio del gas en el suroccidente del país llevó a que hogares y empresarios buscaran alternativas para mantener su operación y salir bien librado de esta coyuntura.

Y mientras muchos tuvieron pérdidas, por el cierre de los establecimientos, otros aprovecharon ‘su agosto’ y resultaron ganadores.

La venta de estufas eléctricas se disparó durante la contingencia. | Foto: El Pais

Por ejemplo, uno de los ganadores fue la industria de los electrodomésticos a la que se le adelantó la Navidad, pues cientos de personas se volcaron a los almacenes a comprar ollas arroceras, ollas freídoras y estufas eléctricas.

Estas últimas fueron tan apetecidas que en el mercado se agotaron.

Precisamente, la alta demanda llevó a que los precios quedaran por las nubes. El costo de una estufa que antes oscilaba entre $45.000 y $90.000, esta semana, por la contingencia, subió hasta $200.000.

Sandra Flórez, administradora de un almacén de electrodomésticos señaló que la crisis causó una especulación de precios de algunos proveedores, quienes incrementaron el costo de las estufas entre $40.000 y $50.000. Asimismo, en ciertas plataformas de venta online los precios llegaron hasta los $278.000.

Por su lado, los vendedores de gas propano también hicieron su agosto, según afirmaciones de la comunidad.

En una de las distribuidoras de este combustible, se llegó a vender una pipa de 60 libras en $300.000, según lo aseguró doña Marina Puentes, habitante del barrio Bretaña.

“Solo vendían dos pipas por persona, pero eso salía muy caro. Los que tuvieron que comprarlas fueron los dueños de negocios de comida”, dijo.

Muchas panaderías de la ciudad tuvieron que cerrar porque no tenían pipas de gas propano. | Foto: El Pais

¿Quiénes perdieron con la contingencia?

En el suroccidente, según las cifras manejadas por la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica, Acodrés, el sector registró pérdidas por $80.000 millones por ventas que no se pudieron hacer y mil establecimientos tuvieron que cerrar.

“Con el regreso del servicio es muy importante que los restaurantes mantengan todas las medidas de seguridad solicitadas para evitar algún accidente en su interior o en su entorno”, manifestó Brany Prado, director ejecutivo de Acodrés Pacífico y la Amazonía.

Agregó que “toda esta situación nos obliga a pensar en medidas adicionales para garantizar una recuperación económica de un sector que ha tenido todas las afectaciones habidas y por haber en este 2023″.

Filas en Yumbo en busca de gas propano | Foto: El País

De otro lado, el gremio de los taxistas también resultó damnificado. Johnny Rangel, líder de la ‘Mancha Amarilla’, señaló que de los 13.000 taxis que ruedan por la ciudad, el 70% funcionan con gas natural, situación que llevó a que unos tuvieran que guardar su vehículo y otros decidieran hacer el gasto y volver a convertir el carro a gasolina. “En los talleres mecánicos cobraron hasta un millón de pesos por hacer ese trabajo. Un taxi en promedio produce $170.000 diarios que se tienen que repartir entre combustible, lavada del vehículo y pago para el conductor. Teniendo en cuenta esto, las pérdidas fueron cuantiosas”, dijo.

Además, añadió, el gas volvió pronto y esa inversión para los que hicieron el cambio, fue prácticamente una pérdida.

Desde el jueves en la tarde el servicio de gas natural empezó a restablecerse en los municipios del Valle manera gradual, así como en las estaciones de servicio y en el sector industrial que también sufrió por la restricción.