El campo colombiano afronta muchos retos derivados de situaciones como la inflación, las altas tasas de interés, un dólar alto, la ola invernal, la guerra en Ucrania, y ahora se suma la incertidumbre sobre lo que va a pasar con las reformas planteadas por el Gobierno y que se discutirán en los próximos días en el Congreso.
Por ello, Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, dijo que el Gobierno Nacional no puede borrar con el codo lo que ha hecho con la mano, refiriéndose a la propuesta de reforma laboral.
En charla con El País, el funcionario habló sobre lo positivo del proyecto, pero también de los temores como los límites a la tercerización y la estabilidad reforzada de los contratos.
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La inflación no cede y esta semana el Dane dio a conocer que la de marzo fue de 13,34%. Los alimentos siguen jalonando la cifra. ¿Qué piensa de este panorama?
Con esta cifra uno mira que hay unos resultados favorables para los consumidores que en la rueda de prensa del Dane no se vieron. Por ejemplo productos como el pollo, el azúcar, la zanahoria, la cebolla, las papas, la yuca para consumo en el hogar y el tomate, en el mes de marzo presentaron una variación negativa, y qué significa esto?, que para los consumidores esos precios bajaron.
Otros productos como las carnes de cerdo y res, el arroz y los huevos, tuvieron variaciones positivas, que no superaron el 0,75%.
Sin embargo, en el caso de los alimentos hay que estar muy atentos a esas variables que nos afectan como el clima, la tasa de cambio, la tasa de interés, el estado de las vías, el costo de los insumos en el mercado internacional, que serán factores de atención no solo por las coyunturas que vive nuestro país, sino mientras se mantenga la invasión de Rusia a Ucrania.
¿Usted cree que la inflación cambiará su tendencia como estiman algunos analistas, en especial por lo datos de los precios de los alimentos?
Creo que aquí hay que guiarnos por las cifras y viendo las presentadas por el Dane ya hay algunos productos que en el mes de marzo presentan reducciones en los precios a los consumidores, eso es favorable. Claro está que no hay que olvidar que en el mes de febrero, productos como la cebolla, las papas y el tomate también presentaron variaciones negativas, al igual que el azúcar y los huevos. En marzo fue positiva, pero muy leve.
De manera que aquí lo que nos toca es monitorear permanentemente y que los consumidores tengan esta información para tomar sus decisiones de compra y encontrar productos sustitutos.
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¿Los productores cómo se han visto afectados con la inflación?
La razón de ser de los productores son los consumidores. Si al consumidor le va bien, pues al productor le tiene que ir bien, y en este sentido hemos vivido los últimos dos años una situación muy compleja en materia de costos de producción de alimentos.
De tal manera que en el 2023, en algunas variables no ha cambiado nada. Las tasas de interés siguen altas, la tasa de cambio, pese a la volatilidad que ha presentado las últimas semanas, se mantiene en niveles superiores a los $4500 por dólar y la mayoría de insumos del agro para producir comida son importados.
En los precios internacionales también hemos tenido fluctuaciones que desafortunadamente no se traducen en el mercado nacional, debido al costo del dólar.
En los últimos meses el clima también ha sido un factor determinante para el campo colombiano. ¿Qué tanto ha afectado la ola invernal a los agricultores?
El año pasado tuvimos prácticamente tres inviernos pegados en uno solo. Estamos a la espera de una temporada seca, pero pareciera que se va a demorar y lo que nos preocupa es que la saturación de agua en los suelos puede generar reducción en la productividad por hectárea, y eso puede traducirse en algunos casos en menor oferta de algunos cultivos en nuestro país.
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Conociendo los factores internos y externos que influyen en la producción agrícola del país, ¿usted cómo ve el crecimiento de el sector este año?
A nosotros en la SAC lo que más nos importa es la rentabilidad más que el crecimiento del sector, y para eso es importante tener las condiciones que habiliten esa rentabilidad, todo ese tema de costos, pero también el tema de bienes públicos, porque para nosotros sí que son vitales las carreteras del país, particularmente las vías terciarias.
Igualmente, es importante la seguridad jurídica y habrá que ver en eso cómo queda en el Plan Nacional de Desarrollo y por supuesto la seguridad en las zonas rurales, que a propósito lo que ha venido ocurriendo, en las últimas semanas, genera muchas alertas para nuestros productores.
Es un año que si uno lo mira desde la óptica de la inflación pareciera que ya le da a uno un respirito, pero hay muchas otras variables que confiamos en que el Gobierno Nacional ya en su primer año real, con presupuesto propio, ojalá se volque al campo para darle los bienes públicos que históricamente se le han negado.
En este momento ¿qué es lo que más les preocupa en el sector?
Yo creo que todos los elementos de los que ya hemos hablado son factores de preocupación, indiscutiblemente la seguridad del territorio es una de ellas. Otros factores son las reformas que están en tránsito en el Congreso, principalmente la reforma laboral nos preocupa porque nosotros quisiéramos una reforma que protegiera el empleo formal y que incentivara la generación de más puestos de trabajo formal, pero todo dependerá de cómo quede el texto ya para discusión en primer debate en el Congreso de la República.
Obviamente otros factores que son exógenos a nuestro país, pero donde el Gobierno tiene un papel muy importante que jugar como es el tema de la tasa de cambio, del costo del crédito, de los seguros contra el cambio climático y, por supuesto, la dotación de bienes públicos que nos permiten ser más competitivos. Porque de qué sirve tener una hectárea con una productividad alta, si no tenemos una vía terciaria que permita mantener esa competitividad que se gana produciendo la comida.
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Usted hablaba de las preocupaciones que le genera al sector la reforma laboral. Como presidente de la SAC, ¿qué opinión tiene de esta propuesta, en la que en uno de sus artículos se habla del pago especial para el campo?
Para mí la reforma laboral tiene dos caras. Una, el capítulo de contrato agropecuario que tiene elementos que son positivos y que se propusieron desde la SAC. Sin embargo, le hemos insistido a la Ministra, y a su equipo de trabajo, que si no se habilita la posibilidad del contrato por obra o por hora, va a ser muy difícil lograr esa formalización en ese 86% de informalidad que tiene la mano de obra en el campo colombiano.
¿Por qué? Porque es un trabajador rural puede tener más de dos empleadores en un mismo día.
Por otro lado, está la preocupación de todo lo que hace referencia al incremento en los costos de contratación, a temas como el lenguaje jurídico en materia de tercerización, la negociación en rama, las bodegas parciales que le preocupan a todos esos productores que generan empleo formal en la parte agropecuaria, que son los sectores como el del banano, la papa, el pollo, el huevo, el cerdo y la acuicultura, entre otros.
De tal manera que ahí es donde le hemos dicho al Gobierno que lo que se hace con la mano no se puede borrar con el codo, y por eso será muy importante tener un diálogo muy constructivo en el Congreso de la República, que se hagan audiencias públicas en las diferentes zonas del país y que se escuchen las propuestas que tenemos desde el sector privado, porque a pesar de que algunas fueron recogidas por el Ministerio del Trabajo, el texto que se radicó dista mucho de lo que es conveniente en general para el mercado laboral colombiano.
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Es decir, que ¿aún sienten que al Gobierno le hace falta apoyar más al campo colombiano?
El hecho de incluir el capítulo de contrato agropecuario es un paso, pero esto hay que verlo completo, porque es que en la zona rural hay sectores que tienen un altísimo nivel de informalidad laboral, pero hay otros que son muy formales como es el caso de la caña, la palma, la acuicultura, la porcicultura, la avicultura, las flores y el aguacate hass, entre muchos otros. Hay cosas buenas que hay que mejorar, pero también otras muy preocupantes como la tercerización y la estabilidad laboral reforzada.
¿Cómo está el acceso al crédito para el campo?
En cuanto al acceso a conocer las líneas de crédito el Ministerio de Agricultura, Finagro y el Banco Agrario, hacen un trabajo para profundizar la democratización del crédito. Primero, ya vienen unos subsidios a tasa de interés interesantes para pequeños y medianos productores. Segundo, el Banco Agrario, a través de sus brigadas de atención, busca llegar a los productores más pequeños y tercero, el plan indicativo de crédito para este año supera los $30 billones lo cual es una buena noticia para todos.