Según Asobancaria, el sistema financiero colombiano es el más sólido de la región y cuenta con una solvencia que está por encima del nivel de América Latina, lo que lo lleva a estar preparado ante una posible recesión económica.
Jonathan Malagón, presidente del gremio, aseguró que el buen momento por el que está pasando la banca nacional se ve reflejado en la decisión que tomaron algunos bancos de rebajar sus tasas de interés, pese al alza de las mismas por parte del Emisor.
En diálogo con El País, Malagón habló del comportamiento del sector y las perspectivas que tiene para el futuro.
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¿El sistema financiero del país es fuerte o se puede afectar con la crisis que están sufriendo los bancos en el mundo?
En Colombia tenemos un sistema financiero sólido y ya las autoridades corroboraron que contamos con una solvencia económica que está muy por encima del nivel de América Latina.
¿A qué se debe esa fortaleza financiera?
Contamos con un regulador que es muy ortodoxo, que endureció las normas desde el punto de vista de la liquidez y además estamos sobrecumpliendo la norma de solvencia. En resumen, la exposición de la banca colombiana a sufrir algo como lo que le ocurrió al Silicon Valley Bank, en Estados Unidos, es pequeña.
Además, una crisis o por lo menos una alerta de esa naturaleza toma a la banca nacional con niveles muy buenos desde el punto de vista de solvencia y liquidez.
En el mundo hay una alerta por una posible recesión económica. ¿El sistema financiero colombiano está preparado?
El sistema financiero colombiano es el más estable de la región. Colombia solo ha tenido dos crisis financieras en el último siglo. Tenemos un modelo de pronósticos que nos hace pensar y prever distintos panoramas de la situación económica, ¿qué tan sólidos están los bancos? La respuesta es que tenemos un sistema sólido.
Claro está que siempre existirá un riesgo, pero la economía colombiana presentó un buen resultado desde el punto de vista de crecimiento el año pasado, y se prevé que independientemente del contexto internacional, tengamos una marcada desaceleración. Según los analistas, a partir del segundo semestre ya no estaremos en una recesión técnica.
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Como usted dice el sistema financiero colombiano es sólido, pero ¿qué tipo de preocupaciones tienen hoy en el sector?
Preocupaciones claro, hay que seguir gestionando el riesgo del crédito, pero hoy vemos que los indicadores fundamentales del negocio son buenos, es decir, cuántas personas están colgadas en sus obligaciones financieras, eso es la cartera vencida, que hoy se mantiene por debajo del 4% y es mejor a la que teníamos antes de pandemia.
De otro lado, en Colombia los indicadores de liquidez son buenos ya que la regulación los endureció en vez de flexibilizarlos y los estamos cumpliendo, por lo que más que preocupación una meta es continuar con este cumplimiento.
En las últimas dos semanas algunos bancos anunciaron una disminución en sus tasas de interés. ¿Qué factores incidieron para que tomaran esta decisión?
Hubo un esfuerzo extraordinario de los bancos la semana pasada por reducir las tasas de interés, y se da en un contexto muy particular que es la subida de los costos de la captación. Es visible para todos como la rentabilidad de los CDT ha cambiado.
El margen de intermediación financiera se compone de una tasa a la que los bancos prestan y otra a la que los bancos captan. Esta última nos dio un muy buen referente y con los CDT creció de una manera impresionante. Hace un año pagaban hasta un 7 % y hace unos meses hubo unos que pagaron hasta un 18 %.
En un contexto como ese, en el que entró una regulación estricta y donde el Emisor subió las tasas de interés, los bancos sorprendieron al Estado con una reducción de tasas, lo que quiere decir que estrecharon su margen de intermendiación financiera, enviando una señal muy clara al mercado, que en este contexto de desaceleración quieren ayudar a que el consumo pueda reverdecer y que el crecimiento que se prevé no se acerque a un escenario de desaceleración.
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¿Por qué no las redujeron antes?
Yo diría que hay dos elementos a tener en cuenta: el primero, el ciclo alcista de las tasas del Banco de la República que ya está llegando a su final. Segundo, las perspectivas de crecimiento.
En Colombia ha pasado algo muy interesante y es que toda la expansión del crédito que se dio en el marco de la pandemia fue responsable e inteligente y hoy menos personas están colgadas con su deuda que las que habían antes de pandemia. El sector financiero mostró su compromiso ahora y en la pandemia.
El sistema es pro cíclico, es decir, cuando la economía va bien presta mucha plata y cuando la economía va mal presta poquita.
En Colombia hemos roto esa relación y hemos demostrado que el sistema financiero en lugar de ser parte del problema puede convertirse en parte de la solución. Entonces cuando tuvimos desaceleración en el marco del covid se expandió el crédito, y ahora hay una respuesta positiva frente al compromiso de la banca con los colombianos.
¿Qué va a pasar con los bancos que no han bajado sus tasas? ¿Es una decisión optativa?
Sin duda va a ser optativo porque somos un mercado muy competido y muy regulado, donde no pueden existir acuerdos de precios. Esta fue una decisión que no vino de la regulación. Fue una decisión autorregulada que vino del mercado.
Más que un gran acuerdo colectivo, que legalmente no se puede dar, lo que hay es una señal del mercado y al final del día son las presiones del consumidor las que van a llevar a que unas bajen y otras no, porque la gente tiene la libertad de elegir sus productos financieros.
Queremos que haya distintos tipos de ofertas y al final quien toma las decisiones es el consumidor.
¿Cree que esta tendencia va a continuar?
Eso depende de cada entidad financiera. Algunas se han concentrado en la reducción de tasas en tarjetas de crédito, otras han incluido otras modalidades como el crédito comercial.
Será producto de la competencia. Lo que hemos visto en un tiempo relativamente corto es que muchas entidades, que suman entre todas más del 80 % del sistema, han mostrado distintas tipologías de alivio y lo que se espera es que conforme se siga presentando la competencia tengamos nuevas medidas en distintos tipos de Cartera.
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En la reforma laboral se plantea que la población venezolana tenga los mismos derechos que la colombiana ¿Va a pasar lo mismo con el sector financiero?
El fenómeno de migración en la economía colombiana es muy interesante porque trae varios elementos positivos para pensar hacia adelante. Por ejemplo, el tema laboral pasa necesariamente por el tema financiero.
Por eso nosotros en nuestras metas de inclusión financiera estamos trabajando con cooperación internacional en cómo entender mucho mejor cuáles son los mecanismos que tenemos para incluir de manera formal estos migrantes al sistema financiero colombiano.
Estamos recogiendo línea base y dentro de nuestra presencia regional, queremos entender mucho más ese mercado y va a ser algo en que, sin duda alguna, la banca va a trabajar dentro de sus proyectos de inclusión en los próximos cinco años.
¿Cómo el open banking y el open data pueden ayudar a la lucha contra el gota a gota y generar confianza en los usuarios sobre la seguridad de sus datos y que no se cometerán atropellos?
Para eso vendrá la regulación, pero ya tenemos un primer gran paso y es que se reconoce este tema en el Plan Nacional de Desarrollo.
El open banking es el poder compartir la información financiera de las personas para que no esté toda consolidada en una sola entidad, la puedan obtener los demás y se acabe esa ventaja competitiva y se convierta en información que se traduzca en más ofertas de crédito por parte de otras entidades.
El open data es incluir la información de todas las industrias. Una de las principales restricciones a la inclusión financiera más que capital es la información.
Si existiera un conocimiento detallado del cliente en Colombia los niveles de profundización del crédito serían mucho más grandes.
Conocer a los usuarios es fundamental dentro del otorgamiento de crédito. La regulación nos obliga a conocer mejor a los clientes, traducido en menos riesgo, más crédito y mejores tasas.
¿Cómo ve el futuro del sector financiero colombiano?
Lo veo con mucha ilusión y optimismo. Estoy seguro de que el sistema financiero que tendremos en cinco años va a ser igual de sólido con muy buenos rendimientos desde el punto de vista de sus indicadores de liquidez, pero algo muy importante, con muchos más usuarios.
En cinco años se acercará al 100 % de los productos transaccionales y tendrá un gran salto en el crédito.