Las recientes cifras sobre el sistema financiero, publicadas por la Superintendencia, han confirmado que los colombianos se están demorando más tiempo en pagar sus deudas con los bancos.
De acuerdo con un análisis de Bancolombia, la cartera vencida de los bancos cerró el mes de marzo de 2024 con un crecimiento de 22% y los créditos en mora alcanzaron un monto de $35 billones, comportamiento impulsado por la morosidad en préstamos comerciales (17%) -estos son los que toman las empresas-, y 19,7% en los de consumo.
Asimismo, según informe de TrasUnion, las tasas de morosidad de 60 días o más aumentaron para los principales productos de crédito, “lo que indica que persisten los desafíos de pago”.
Por ejemplo, los créditos de libre inversión tuvieron una tasa de mora de 10%, al cierre del primer trimestre del 2024, 357 puntos básicos más que en igual periodo del 2023.
De igual forma, el 8,7% de los microcréditos y 7,1% de los créditos de vehículos tenía mora (ver gráficos).
“Este deterioro significativo en la morosidad se explica, en parte, por el aumento de deuda de los consumidores, impulsada por un mayor costo de vida y endeudamiento, lo que ha llevado a un incremento de las obligaciones de pago mensuales”, dijo Virginia Olivella, directora Senior de Investigación y Consultoría de TransUnion Colombia.
Agregó que el aumento de la deuda de consumo ha ejercido presión sobre el ingreso disponible de los colombianos, afectando su capacidad para cumplir con sus compromisos de pago.
¿Hay preocupación?
Andrés Felipe Medina, economista de Bbva Research para Colombia, explicó que en escenarios de desaceleración suelen ‘estresarse’ las condiciones financieras: hay mayores tasas de interés, disminución del ingreso disponible, deterioro de la capacidad de pago, entre otros factores.
“Es claro que el crecimiento de la morosidad (cartera vencida total) llama la atención y suele encender algunas alarmas, especialmente debido a los crecimientos nominales anuales que alcanzaron el 44% en julio y octubre de 2023. Pero desde entonces, el crecimiento de la mora ha mostrado señales de desaceleración”, comentó.
Sin embargo, dijo que inquieta que el nivel de crecimiento anual de la cartera vencida aún continúa siendo elevado (22%), por lo que considera que hay varios retos importantes por afrontar si se quiere continuar reduciendo la morosidad en el 2024.
“Se espera un deterioro del desempleo y un menor crecimiento en el empleo, lo que puede generar una reducción más lenta de la morosidad en el segmento de crédito de consumo. Desde las empresas, las sólidas condiciones observadas en 2021 y 2022 se han diluido, y la desaceleración observada en 2023 y baja actividad en el 2024 podrían aún tener repercusiones en la morosidad y capacidad de pago”.
Asimismo, para el consultor Memphis Viveros, el lío es que esto repercuta en las empresas, pues primero “los clientes vienen atrasándose con los pagos de sus deudas con los bancos que no reciben el pago mensual de muchos préstamos en mora, y deben provisionar la cartera y luego castigarla, generando pérdidas en sus estados financieros”.
Agregó que si los deudores no le pagan a los bancos, “imagínese cómo le va a las empresas. Esto ha generado un espiral de impagos en la economía que ya se empieza a sentir, los clientes no le pagan a la empresa y la empresa no le paga a sus proveedores ni a los bancos”.
La buena noticia, coincidieron los analistas de Bancolombia, es que se evidencia una moderación de la cartera vencida respecto al mes anterior, lo que hace pensar que el escenario de mayor deterioro ya pasó y que si el panorama mejora, con menores tasas de interés, se podrían sentir más alivios.