Desde finales del siglo XX e inicios del XXI, la implementación de nuevas tecnologías digitales impulsó la productividad de las empresas significativamente y, por tanto, alcanzó gran protagonismo en la agenda de gerentes, juntas directivas y comités ejecutivos. Hoy, prácticamente todas las empresas medianas y grandes, así como muchas pequeñas y algunos emprendimientos digitales, operan sobre complejas infraestructuras tecnológicas.
La incorporación de estas tecnologías se aceleró de forma espectacular durante la pandemia de Covid-19, dejando en evidencia su relevancia y beneficios para la competitividad. Los cambios de patrones de consumo, de producción y de las dinámicas de trabajo llevaron a las empresas a robustecer sus áreas de TI. Mesas de ayuda, infraestructura, servidores, domótica, conectividad, inteligencia artificial, almacenamiento, ciberseguridad y capacidad de procesamiento son hoy temas relevantes en todas las empresas.
Estas nuevas tecnologías no solo contribuyen a impulsar la productividad, sino que han transformado los modelos de negocio, han dado origen a nuevos productos y servicios y han revolucionado el entorno de oficinas, fábricas, restaurantes y todos los entornos laborales. Hoy existe una dramática dependencia de la conectividad y la disponibilidad de la información para la operación y el éxito empresarial. Las salas de reuniones y de juntas directivas hoy deben ser espacios con inteligentes soluciones de conectividad, acústica, audio y video.
Además, la gran capacidad de almacenamiento y procesamiento de información representa una gran oportunidad de incorporar soluciones de analítica para planear y tomar mejores decisiones.
Las empresas de todos los sectores deben atender las expectativas de consumidores modernos que demandan soluciones de naturaleza digital. Bien sean individuos, hogares u otras empresas, los clientes valoran los atributos digitales de los productos y servicios.
La elección de un restaurante, una empresa de transporte o una tienda de ropa pasan, además de las características propias de estos productos y servicios, por las condiciones de conectividad, la disponibilidad de pantallas digitales, las condiciones acústicas, así como la posibilidad de interactuar a través de una plataforma digital.
Un ejemplo relevante es el del sistema educativo, donde niños y jóvenes cada vez más participan en la elección del colegio o la universidad a la que asisten. Ellos, como sus padres, valoran de forma especial las soluciones tecnológicas de las que disponen en el salón, pues las metodologías de enseñanza se han adaptado para incorporar herramientas como tableros digitales, soluciones de conectividad, dispositivos móviles y software especializado.
En línea con el cambio en los patrones de consumo, las actividades de mercadeo pasaron de tener exclusivamente presencia en medios tradicionales a priorizar la visibilidad en redes sociales y en la cotidianidad del espacio público, restaurantes, centros comerciales o en el transporte público.
Las empresas que aborden conversaciones urgentes sobre cómo sus procesos de diseño, abastecimiento, producción, mercadeo, administración, gestión financiera, entre otros, se apalancarán en la implementación de tecnologías digitales, tendrán mayores posibilidades de éxito.
Por: Carlos Andrés Pérez, gerente de Centronet.